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Plaga cuarentenaria

Monitoreos y control biológico para tener a raya a Stenoma Catenifer

Si bien hay zonas productoras libres de Stenoma catenifer, los daños ocasionados por esta plaga son importantes para el presente y futuro del sector aguacatero. Por ello, el monitoreo y posterior control (MIP y cultural) son trascendentales para tener la plaga a raya.

02 de Mayo 2024 Ximena González Vidal
Monitoreos y control  biológico para tener a raya a  Stenoma Catenifer

Perforación de la polilla en la fruta.

Si hay una plaga de importancia económica a la que se debe prestar especial atención es a la polilla barrenadora del aguacate, Stenoma catenifer (Lepidoptera: Elachistidae). Este insecto daña el fruto y hace que sea rechazado en los diferentes mercados de exportación. Y aunque en Colombia aún hay zonas libres de la plaga, y se continúan adelantando labores para mantenerlas así, de acuerdo con el doctor en entomología y decano de la Escuela de Ciencias Agrícolas, Pecuarias y del Medio Ambiente de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia-UNAD, Jordano Salamanca, los productores no deben bajar la guardia y establecer las medidas de manejo adecuadas.

El entomólogo explica que los constantes cambios de temperatura serían determinantes para una mayor o menor presencia de la plaga. “Sabemos que su ciclo de vida ha venido cambiando y se ve influenciado por el clima”. Prueba de ello es que los encargados de sanidad de los huertos ya saben que, en épocas secas, sin lluvias y calor, la plaga acorta su ciclo, lo que hace que cause un daño mayor.

“La plaga pasa por cinco instares larvales y, en promedio, su ciclo biológico tiene una duración de 48 a 50 días, pero en los meses más cálidos se puede acortar y llegar hasta los 43 días y al desarrollarse más rápido vamos a tener una población más alta”, advierte y subraya que el control en épocas secas es aún más fundamental. “Hay que jugar con los ciclos de vida y con las condiciones ambientales para poder generar un control eficaz de la plaga, porque cuando entra al fruto ya hay un daño”, dice.

TRES OPORTUNIDADES PARA HACER UN MANEJO ÓPTIMO

De acuerdo con el entomólogo, los productores tienen tres oportunidades importantes para ejercer un adecuado manejo y control de esta plaga: cuando la larva sale del fruto a empupar en el suelo, cuando está en estado adulto y cuando oviposita.

Además, dice, el manejo debe ser integrado y no optar por una sola herramienta. Como primera medida, Salamanca señala que debe haber un monitoreo constante para definir el nivel y los focos de infestación. “Los monitoreos los define el productor, en Z o por surcos, pero es clave que se realicen de manera quincenal o mensual”, advierte. Y, a partir de esa acción, se debe hacer un manejo cultural de frutos afectados por la plaga.

“Hay que identificar los frutos dañados y recolectarlos. Se deben colocar en bolsas plásticas negras, enterrarlos lejos del cultivo y cubrirlos con suficiente cal. Con esto, estamos cortando el ciclo de vida al insecto”. Asimismo, se deben usar trampas delta. “Hemos visto que algunos productores recurren al uso de trampas en las que colocan un algodón impregnado con extracto de aguacate para atraer a Stenoma catenifer”. Además, otros optan por el uso de feromonas sexuales para atraer a los machos.

El control biológico de la plaga también es clave y, para ello, se puede recurrir a enemigos naturales, específicamente parasitoides de huevos. Por ejemplo, en Colombia se ha reportado que las avispas del género Trichogramma pueden ser claves al momento de controlar esta plaga.

Esta avispa no es el único parasitoide que podría incluirse en un programa de manejo y, lo más importante es que se han encontrado naturalmente dentro del cultivo de aguacate. “En algunos departamentos de Colombia se han encontrado enemigos naturales de la familia Braconidae que podrían tener algún tipo de control en el estado de huevo o de pupa, además de otros parasitoides del orden Diptera de la familia Tachinidae”.

Jordano Salamanca, doctor en entomología y decano de la Escuela de Ciencias Agrícolas, Pecuarias y del Medio Ambiente de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia-UNAD,

En línea con lo esto, Salamanca indica que los productores deben propender por un control biológico conservativo para mantener la presencia de estos enemigos naturales. “La idea sería tener plantas dentro del cultivo de aguacate para conservarlos, es el caso de plantas de cilantro que tiene unos volátiles muy atractivos para los parasitoides”, dice.

El entomólogo señala que, si bien ya se cuenta con una feromona que atrae machos de S. catenifer, también es clave investigar la ecología química de la planta del aguacate para contar con otros compuestos atrayentes.  “Debemos identificar esos volátiles y olores que emite el aguacate y que atraen a esta plaga. Si logramos identificarlos, podríamos sintetizarlos y usarlos en las trampas y con esto también podríamos hacer un control masivo de la plaga”.

De otro lado, dice que hoy por hoy, muchos de los productores de aguacate en Colombia son conscientes de estas estrategias de manejo y las ponen en práctica.  Pero comenta que, algunos siguen optando por el control químico tal como se hacía años atrás. “Optan por el uso de compuestos como deltametrinas, piretrinas, pero es fundamental optar por usar de manera más masiva el control biológico”.

Pese a esto, el experto recalca que, si se está haciendo un buen control, no por nada, en el país hay muchas zonas productoras de aguacate libres de esta plaga cuarentenaria.  “Debemos seguir haciendo un buen trabajo de vigilancia fitosanitaria y seguir trabajando de la mano, productores y entidades gubernamentales para mantener a raya a Stenoma Catenifer”.

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