México impulsa el limón persa como un producto estratégico en su canasta exportadora
En 2023, México exportó más de US$822 millones en limón, de un total global que ronda los US$19.000 millones. EE UU absorbió el 98% del volumen exportado, lo que ha llevado a productores y comercializadores a buscar nuevos nichos para equilibrar su presencia en el exterior.

En un momento en que México redefine su papel dentro del comercio agrícola global, el limón persa se consolida como uno de los productos más dinámicos y estratégicos. Su demanda no solo crece en EE UU, su principal comprador, sino que se extiende hacia mercados más lejanos y exigentes, como los del Medio Oriente.
Por ello, del 17 al 19 de noviembre, el limón persa será parte del Pabellón de México en la feria internacional Organic and Natural en Dubái. Esta participación marca un paso importante en la diversificación de destinos comerciales y en la presentación del cítrico como un producto agroindustrial con valor agregado.
El interés internacional por este cítrico tiene fundamento. En 2023, México exportó más de US$822 millones en limón, de un total global que ronda los US$19.000 millones. EE UU absorbió el 98% del volumen exportado, lo que ha llevado a productores y comercializadores a buscar nuevos nichos para equilibrar su presencia en el exterior.
Por otro lado, a diferencia de otros cultivos, el limón persa tiene un ciclo productivo continuo. Puede cosecharse hasta 14 veces en 12 meses, lo que garantiza una oferta constante para el mercado. Además, su larga vida postcosecha y sus propiedades nutricionales lo han convertido en un insumo atractivo tanto para consumidores finales como para la industria alimentaria.
En este contexto, Yucatán se ha posicionado como uno de los polos emergentes en la producción y exportación del cítrico. Con un enfoque cada vez más orientado a la tecnificación del campo, la trazabilidad y las buenas prácticas agrícolas, los productores yucatecos están respondiendo a las exigencias de los nuevos mercados internacionales.
Es por eso que, la feria en Dubái no solo será una vitrina comercial. Representa también una oportunidad para mostrar la capacidad organizativa y exportadora del agro mexicano, así como para explorar alianzas logísticas y certificaciones internacionales. Además, en un entorno donde los productos frescos compiten por diferenciación y confianza, el limón persa mexicano busca hacerse un lugar propio.