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Mecanización en cítricos

Más rápido y con menos mano de obra

La mecanización de un huerto de cítricos tiene un objetivo bien marcado: reducir la mano de obra en el aclareo, la poda y la recolección. Sin embargo para que esta sea eficiente se debe tener en cuenta con qué especie y variedad se trabajará y cuál será el destino final de la fruta, es decir, si esta se venderá para fresco o se destinará a la industria.

05 de Mayo 2017 Rodrigo Pizarro Yáñez, desde España.
Más rápido y con menos mano de obra

Reducir los costes de la mano de obra. Ese es el tema clave para realizar la mecanización de ciertas labores en un huerto de cítricos, porque lo que cuesta producir hoy en día un kilo de fruta, al menos en

DOBLE BENEFICIO. La ventaja de una plataforma, como el prototipo desarrollado por el IVIA, es que el operario recoge la fruta y no debe transportarla. Además, la fruta se puede calibrar en la propia plataforma.

España, versus lo que se paga por ese mismo kilo, si el agricultor no es competitivo, nunca le saldrán las cuentas. Actualmente el costo de producción de un kilo de mandarina de variedades no patentadas en España ronda entre los 0,16 y 0,22 euros, mientras que el precio que se le paga a ese agricultor por ese mismo kilo está entre 0,15 y 0,30 euros. El tema cambia cuando se trata de variedades patentadas, ya que al agricultor se le puede pagar el doble o incluso más, aunque además debe asumir los costes de regalías del obtentor.

Si se realiza un análisis de las labores que mayor costo productivo suponen en un huerto de cítricos, se verá que la primera es la recolección (46%), seguida de la poda (18%) y de los tratamientos fitosanitarios (15%). Todo eso supone unos 4,500 euros/ha en mandarino, precio que se reduce cuando se trata de naranjas y limones, ya que ninguno de los dos necesita de aclareo. Por ello es que hace dos años se planteó el proyecto CITRUSREC que, desde diferentes centros de investigación españoles, aborda el tema de la mecanización de la recolección, como labor principal, sin descuidar otras labores como poda y aclareo.

ACLAREO, EN BÚSQUEDA DE LA FRECUENCIA DE VIBRACIÓN ADECUADA

El aclareo de frutos, si bien puede parecer algo extraño en cítricos, hoy en día sí se está realizando sobre todo en algunas variedades de mandarina que son muy fructíferas (Nadorcortt, Marisol, Oronules y Clemenrubí) y que, si no se eliminasen la gran cantidad de frutos pequeños que producen, el resto de los frutos no alcanzarían valor comercial. Si bien los árboles se autoregulan en el mes de junio (en el hemisferio norte), hay que hacer un aclareo que, hasta ahora, se ha hecho de forma manual o con productos químicos.

Previamente, en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y Universidad Politécnica de Valencia habían trabajado en el aclareo mecánico en el durazno y el trabajo en cítricos surgió a petición de los propios agricultores que tienen este tipo de variedades y que les ocasiona gastos elevados. Además, químicamente es complicado hacerlo.

Los investigadores están trabajando del mismo modo que lo hacían en el durazno e intentando ver si la técnica es adaptable a los cítricos. “Es un ensayo bastante novedoso porque existe muy poco hecho”, remarca Bernardo Martín, investigador de la UPCT que lidera este estudio. Para conseguirlo están usando vibradores y sacudidores de ramas, como los que se emplean para la recolección de la aceituna y están ensayando con diferentes frecuencias de vibración. “Estamos buscando cuáles son la frecuencia y el tiempo más adecuado para intentar desprender los frutos. Los vibradores de ramas hace que se caigan antes los frutos más gruesos, algo que puede ser contraproducente. Los sacudidores tiran frutos más pequeños. Por eso estamos haciendo este tipo de pruebas”, explica el experto.

El aclareo de frutos no es un tema cualquiera, sobre todo en variedades muy fructíferas, debido a la gran cantidad de mano de obra que debe entrar al campo para realizar esta tarea y que, en algunas ocasiones, una cuadrilla de trabajadores debe hacer dos o tres pasadas, lo que supone un costo elevado para el productor.

DOS ALTERNATIVAS. Para el aclareo se usan sacudidores de ramas (izq.) y vibradores (der.), parecidos a los que se usan en la recolección de la aceituna, y se está buscando cuáles son la frecuencia y el tiempo más adecuado para intentar desprender los frutos.

– ¿Cuánto se reduce el costo a mano de obra al mecanizarlo?

– Con el aclareo manual, y en un árbol de tamaño pequeño, se tarda unos cinco minutos por árbol, mientras que con la máquina solo se tarda unos 20 segundos.

– ¿Esta labor se puede hacer en cualquier momento?

– Es clave saber qué día después de la floración lo podemos hacer, porque hay momentos en que no es efectivo, ya sea porque la fruta está muy cogida o porque hay una alta cantidad de frutos grandes. Estamos viendo cuál sería el momento más adecuado. Hemos identificado que, en cuanto al calibre de los frutos, el mejor momento para hacerlo es cuando tienen un tamaño en torno a los 23 mm.

PODA MECÁNICA EN COMBINACIÓN CON LA PODA MANUAL

La poda mecánica tuvo su origen en los años cincuenta del siglo pasado en EE UU, donde hasta el día de hoy existe el hábito de podar con máquinas de disco en huertos de gran extensión. La técnica arribó a España en la década del sesenta y hay fincas que la usa, básicamente para reducir el costo que supone realizar esta labor de forma manual, y que demanda entre 90 y 100 horas/ha, a un precio del jornal entre 6 y 8 euros/hora, mientras que una máquina puede realizar el mismo trabajo en 5 horas/ha.

“La poda mecánica no sustituye a la poda manual”, afirma Martín. Lo que se intenta hacer en el proyecto es combinarlas. “No es bueno irnos a los extremos, es decir, ni todo mecanizado, ni todo manual. Esa combinación permite reducir los costos pero también permite mantener la producción y la calidad de la fruta”, añade.

Hace cuatro años hicieron ensayos en la variedad de mandarina Fortune, con diferentes combinaciones de poda manual y mecánica. “Es importante que los ensayos se realicen sobre una variedad en particular, porque los árboles, dependiendo de si es una variedad temprana, de media estación o tardía, no se comportan igual. Si hablamos de una variedad tardía se nos juntará los frutos con las flores del año siguiente, por lo que, si cortamos mucho de la parte exterior con la máquina, pasará factura al año siguiente”, explica Martín. En el caso de Fortune, esta es una variedad tardía y los investigadores han visto que la opción de hacer una poda mecánica todos los años, no es buena para tener un buen resultado de producción. “Hemos visto que es mejor combinar un año de poda manual, con un año de poda mecánica; con lo que la producción se mantiene y los costos de la poda se reducen”, sostiene.

LA CLAVE, COMBINAR LAS PODAS. “La poda mecánica no sustituye a la poda manual”, afirma Martín. Los investigadores trabajan combinando ambas técnicas. Así, además de reducir costos, se mantiene la producción y la calidad de la fruta.

Asimismo, actualmente están trabajando con naranjo y limonero. El primero está a cargo de investigadores de Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y en limonero lo están desarrollando en la UPCT. “Trabajamos con la variedad Fino 95 y este es el primer año.

En limonero hemos visto que en ensayos donde no se poda manualmente y solo se realiza poda mecánica, la producción es mayor. Si entra el operario, la producción baja. Si hay una combinación de podas, la producción también se reduce en el primer año”, explica Martín, con cautela ya que se trata de datos del primer año de ensayos. “Cuando pasen cuatro años, tendremos los resultados definitivos”, añade.

– ¿Cuántas pasadas hay que hacer en una poda mecánica?

– Un máximo de seis. Un lateral de discos lo pasamos dos veces por la parte superior, como si fuese un tejado de una casa, luego lo pasamos dos veces por los laterales y dos veces por la parte inferior. Hemos hecho diferentes combinaciones y el primer año vimos que solo con poda mecánica hay más producción. Además, hemos visto que con la poda mecánica los calibres de la fruta son comerciales.

– ¿Eso es igual en todas las especies?

– No, porque un limonero es mucho más vigoroso que un mandarino. Además el mandarino no brota tan rápido. Dentro de las especies también hay que diferenciar también si la variedad con la que vamos a trabajar es temprana, de media estación o tardía. Hasta ahora no hemos trabajado con variedades patentadas.

– Tienen calculado el ahorro en tiempo, pero, ¿cuánto supone eso en términos de dinero?

– En cuanto a la poda solo manual, hablamos en torno a los 1,000 euros/ha, mientras que una poda solo mecánica son 250 euros/ha. Podemos hacer combinaciones diferentes, con cuadrillas de trabajadores por un lado de la hilera y la máquina por el otro. La poda mecánica se ajusta más a campos grandes que a campos pequeños porque la maquinaria tiene un costo que se debe amortizar para ser rentable. Aunque para las fincas pequeñas, en España, también existen empresas de servicios, que realizan el trabajo por horas.

– Y también es importante el marco de plantación.

– Claro. Lo mínimo que necesitamos es que los árboles estén a una distancia entre 5 y 6 metros, según sean mandarinos o naranjos. En Valencia tradicionalmente se han utilizado con marcos pequeños y es difícil mecanizar. Sin embargo, hoy se están renovando campos y esa renovación se está haciendo con marcos de plantación más amplios, que permiten la entrada de maquinaria. El marco tradicional es de 6 x 5 o 6 x 7,5, donde se manejan árboles grandes, a una menor densidad por hectárea. Hoy se tiende a hacer marcos que, como mínimo, permitan la entrada de un tractor con un pulverizador por en medio de la calle.

– ¿Hay una superficie mínima que permita hacer rentable la mecanización?

– Si el empresario debe comprar el tractor, se necesitaría como mínimo 50 ha. También habría que mirar de alquilar la máquina o contratar el servicio. En España sí se alquilan máquinas para poda, que

ALTERNATIVA A LA VIBRACIÓN. Las máquinas vareadoras funcionan con grandes dedos que se meten entre las ramas y las van vibrando. Se necesita campos con calles amplias para que puedan pasar estas máquinas de gran tamaño.

son las mismas que después trabajan en la poda de los duraznos, por ejemplo. Y también para el resto de labores, como tratamientos fitosanitarios.

– ¿Qué hacen luego con los restos de poda?

– La poda conlleva el tratamiento de los restos. Hay dos opciones. Llevarlos fuera del campo y quemarlos, pero hay épocas en que tenemos restricciones para poder hacer eso, básicamente por riesgos de incendios en algunas zonas, por lo que esta opción actualmente se usa poco. Así que pienso que lo mejor es la segunda opción, que es triturar esos restos e incorporarlos al mismo campo.

RECOLECCIÓN, LAS DIFERENCIAS PARA EL FRESCO O PROCESADO

Lo primero que se debe plantear una finca que desea trabajar con una recolección mecanizada es cuál será el destino de esa fruta. “Si es para fresco, hoy por hoy la debe recoger una persona”, afirma Martín. La tendencia actual es que el operario dedique el mayor tiempo posible a recolectar la fruta, pero no a transportar la carga. Es decir, si una fila tiene 100 árboles y el operario debe transportar la fruta hasta la entrada de la calle, que es donde está el bin, invertirá mucho tiempo transportando la fruta. Como esa fruta se destinará para el comercio en fresco y hay que recogerla a mano, se debe buscar que el transporte de esa fruta se pueda hacer a través de un medio mecánico. “Eso pasa por colocar los bins, que luego se recogen con un tractor, lo más cerca de donde estén trabajando los operarios. ¿Cómo se hace eso hoy? Colocando diferentes bins a lo largo de la fila y el operario recoge la fruta y la deja en el bin que está más cerca de él. Luego un tractor lo recogerá y lo llevará al packing”, explica.

 

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