En los Valles de Limarí y Aconcagua: Productividad del agua en vid de mesa
En uva de mesa no sólo interesa la producción total, sino también la calidad y condición de la fruta. Es decir, el calibre de bayas, su color y firmeza. Frente a restricciones de disponibilidad hídrica que signifiquen aportes de riego inferiores a 80% de la ETc, se propone reducir la superficie regada, concentrándose en los mejores cuarteles del huerto, que aplicar agua restringida a toda la superficie.
Alfonso Osorio U., Ing. Agr. M.Sc., INIA Intihuasi
Gabriel Selles van Sch., Ing. Agr. Dr., INIA La Platina
Rodolfo Poblete T., Ing. Agr., INIA Intihuasi
Alejandro Antúnez B., Ing. Agr. Ph.D., INIA La Platina
Ante la incertidumbre del cambio climático que impacta de manera directa en la disponibilidad del recurso hídrico para la producción agropecuaria, es necesario conocer la productividad de los recursos suelo y agua, con el objetivo de tomar mejores decisiones en cuanto a políticas y estrategias que contribuyan a su utilización sostenible.
El problema de escasez del recurso hídrico impacta con mayor magnitud en zonas áridas y semiáridas del país. Este es el caso de las Regiones de Coquimbo y Valparaíso, las que concentran un porcentaje relevante de la superficie frutícola del país. Cerca del 40% de la superficie y exportación nacional de uva de mesa, se ubica en los Valles del Limarí y del Aconcagua, siendo relevantes allí las variedades Crimson, Thomson y Flame Seedles, que representan sobre el 60% de la superficie plantada a nivel nacional, con más de 50.000 ha en producción.
Dada la importancia de la producción de uva de mesa en las zonas mencionadas, se realizaron ensayos con el objetivo de evaluar el comportamiento fenológico y productivo frente a diferentes condiciones climáticas y de aplicación de agua, enmarcados en el proyecto “Evaluación de los cambios en la productividad del agua frente a diferentes escenarios climáticos en distintas regiones del cono sur”, apoyado por FONTAGRO (www.fontagro.org).
Los ensayos en uva de mesa se desarrollaron en las localidades de El Peñón y Nueva Aurora de la Región de Coquimbo, y de Curimón en la Región de Valparaíso. En el Cuadro 1, se resume la localización, altura, régimen de precipitación, características del clima y de evapotranspiración en las tres zonas ensayadas.
Uva de mesa en la cuenca del Limarí
En la cuenca del río Limarí, se realizó dos ensayos en vid de mesa var. Crimson seedless. En cada ensayo, se aplicó tratamientos sobre la base de riego utilizado por los agricultores. Los tratamientos correspondieron al 100% de lo aplicado por el agricultor (T1), el 75% de lo aplicado por el agricultor (T2) y un tercero más restrictivo, con 50% de lo aplicado por el agricultor (T3).
Los caudales aplicados por cada tratamiento se presentan en el Cuadro 1. El volumen anual de agua aplicado fue de aproximadamente 10.000 m3 ha–1 en el parronal del sector El Peñón y 11.500 m3 ha–1 en el ensayo de Nueva Aurora. En el Cuadro 3, se aprecia que el agua aplicada en el ensayo de Nueva Aurora cubre el 100% de la demanda atmosférica (ETo), en cambio en el sector El Peñón el riego sólo repone el 82% de la demanda del periodo del cultivo.
En las Figuras 1A y 1B, se presenta la distribución mensual de agua de riego aplicada a las vides de mesa ensayadas en las zonas de El Peñón y Nueva Aurora, respectivamente. En el ensayo de El Peñón, la reposición del riego fue inferior a la demanda atmosférica (ETo). Sin embargo, en los meses de mayor actividad del cultivo, el riego aplicado tiene un buen ajuste a la demanda del este (ETc).
En general, el agua aplicada en el parronal ubicado en Nueva Aurora (Figura 3), fue superior a la demanda atmosférica (ETo), principalmente en los meses de mayor demanda del cultivo. El tratamiento de riego restrictivo (T3, 50%) tuvo un mejor ajuste a la demanda del cultivo (ETc).
En las Figura 2 y 3, se presenta los rendimientos obtenidos (Kg ha–1), de acuerdo a los diferentes tratamientos aplicados para El Peñón y Nueva Aurora, respectivamente. En el sector de El Peñón (Figura 2), las vides regadas con el régimen T1 alcanzaron los mayores rendimientos, mientras que aquellas regadas con T3, se registró la menor producción, con diferencias estadísticas significativas evidenciadas sólo en la tercera temporada de ensayo.
En las vides de mesa ensayadas en Nueva Aurora, para ninguna de las temporadas evaluadas se presentó diferencias estadísticas en producción total entre tratamientos (Figura 3).
Uva de mesa en la cuenca del Aconcagua
En el Valle de Aconcagua, se ha realizado estudios de productividad del agua en dos variedades de uva de mesa de importancia económica: Flame Seedless y Thompson Seedless.
Para ello se estableció dos ensayos en la localidad de Curimón. Los ensayos consistieron en aplicar volúmenes de agua equivalentes a un porcentaje de la ETc del cultivo, que variaron en un rango entre 0,6 ETc y 1,5 ETc. Los ensayos se realizaron en parronales comerciales durante cuatro temporadas en Flame Seedless y durante cinco temporadas en Thompson Seedless.
Los volúmenes de agua aplicados en los ensayos en la cuenca del Aconcagua, se presentan en los Cuadros 4 y 5. En ellos se puede apreciar que, en promedio, se aplicaron volúmenes entre 4.000 y 11.000 m3 ha−1 año−1 en ambas variedades, correspondientes a un 57 y 150% del valor de la ETc.
La producción exportable estimada en Flame Seedless (Cuadro 6), no presentó diferencias estadísticas, aunque plantas regadas con T1 (0,57 ETc) y T4 (1,52 ETc) presentaron una tendencia a menores producciones que los tratamientos que recibieron cantidades de agua intermedia (T2 y T3).
En Thompson Seedless, el tratamiento que presento menor producción exportable, fue T1 y aplicaciones equivalentes a 1,48 de ETc no significaron incrementos de producción respecto a una aplicación de 0,88 o 1,22 veces la ETc (Cuadro 7).
Productividad del agua en vid de mesa
En el Valle del Limarí, el tratamiento con mayor restricción de agua (T3), presentó una mayor productividad del agua, tanto en el ensayo de la parte alta como en la parte baja de la cuenca. Es decir, en dicho tratamiento se logró producir más fruta por metro cúbico de agua aplicado. Por otra parte, T1 fue el tratamiento que generó un mayor rendimiento por unidad de superficie, pero produjo menos fruta por unidad de agua aplicada; siendo en definitiva menos eficiente que T3.
Si se analiza el agua aplicada por unidad de producto, el tratamiento que utilizó menos agua fue el T3. Por otra parte, si se comparan las zonas agroecológicas, fue la parte alta la que presentó los mayores rendimientos, la mayor productividad del agua, así como los menores valores de agua aplicada por unidad de producto.
Por otra parte, en los ensayos realizados en el Valle de Aconcagua en los cultivares Thompson Seedless y Flame Seedless, se pudo observar que la cantidad de agua aplicada tuvo efectos sobre la producción, particularmente en la primera variedad (Cuadro 8). De esta forma, aplicaciones del 60% del ETc en Thompson Sedless y Flame Seedless, provocaron una disminución de rendimiento. Mientras que aplicaciones de agua por sobre el 100% de la ETc, no implicaron aumentos significativos de rendimiento e incluso existió una tendencia a una reducción de los mismos.
En las Figuras 4 y 5, se presenta la relación entre productividad de la tierra y del agua en los Cuencas de Limarí y Aconcagua, respectivamente. En el ensayo de El Peñón, a mayor rendimiento, menor fue la productividad del agua; mientras que en el ensayo de Nueva Aurora, a menores rendimientos la productividad del agua también fue menor, El punto de estabilización de la curva de relaciones, correspondiente al punto 4,5 kgm–3, representa el valor óptimo de productividad del agua, lográndose en tales condiciones una productividad de la tierra de 35.000 kg ha–1, aproximadamente. En general, el ensayo de El Peñón presentó mayores valores de productividad del agua, que el ensayo de Nueva Aurora.
La literatura señala que incrementos en los volúmenes de agua aplicados tienen como respuesta un aumento en la producción de uva de mesa, pero esta relación no es lineal, puesto que a partir de un determinado porcentaje de la reposición de la demanda hídrica de las plantas (% de ETc), los incrementos de producción son menores frente a cantidades de agua crecientes.
Aplicaciones de agua bajo el 80% de la ETc aumentaron considerablemente la EUA (Figura 6). Sin embargo, al menos en la variedad Thompson Seedless, disminuyó el calibre de bayas al declinar los aportes de agua. Aplicaciones restringidas de agua, de la misma magnitud, disminuyeron el porcentaje de sombreamiento del parrón, lo cual aumentó la proporción de fruta con el golpe de sol, provocando amarillamiento de ésta (Sellés et al., 2010).
En uva de mesa no sólo interesa la producción total, sino también la calidad y condición de la fruta. Es decir, el calibre de bayas, su color y firmeza. Frente a restricciones de disponibilidad hídrica que signifiquen aportes de riego inferiores a 80% de la ETc, se propone reducir la superficie regada, concentrándose en los mejores cuarteles del huerto, que aplicar agua restringida a toda la superficie.