“Las soluciones al tema del agua ya vienen trabajándose”
El gerente general de CTO y H2Olmos señala que los usuarios de la irrigación pueden tener la absoluta confianza de que las concesionarias garantizarán la operación del proyecto para los próximos años. Si bien la garantía hídrica a largo plazo es el recrecimiento de la Presa Limón, indica, a mediano plazo el plan es ejecutar una serie de obras y acciones para descolmatar el reservorio y reducir el ingreso de sedimentos.
Alfonso Pinillos, gerente general de concesionarias CTO y H2Olmos. Foto: Óscar Miranda.
“El cambio ha sido impresionante”, sostiene Alfonso Pinillos, gerente general de CTO y H2Olmos, cuando este año se cumple una década desde la puesta en marcha del Proyecto Olmos que, con más de 25.000 hectáreas (ha) instaladas, se están generando cada campaña unos US$800 millones en exportaciones de fruta fresca. Y lo podemos ver desde diferentes indicadores económicos y sociales. Por ejemplo, a nivel económico, situando a Lambayeque como la cuarta región agroexportadora del país.
El impacto ha sido tal que el proyecto ha generado 67.000 puestos de trabajo formales, que pagan impuestos. “Son 67.000 familias que antes no tenían un trabajo constante y que hoy tienen un ingreso formal. Si hace diez años el salario promedio en la zona era de 700 soles, hoy es de casi 3.000 soles. Y eso se ha traducido en una mejora de la calidad de vida de las familias”, precisa el directivo.
-¿Qué papel han jugado las concesionarias Concesionaria Trasvase Olmos (CTO) y H2Olmos en este desarrollo?
-Las concesionarias, primero, son las responsables de hacer el diseño de ingeniería, la construcción de la obra y, después, la operación. El Túnel Trasandino es el segundo túnel más profundo del mundo. Se tuvieron muchas dificultades en la excavación y solo la persistencia, la tenacidad, la capacidad técnica de la concesionaria y todo el grupo de soporte permitió que exista el túnel. Sin túnel no existiría hoy la irrigación. Ahora, en la operación propiamente dicha, nosotros trasvasamos un promedio de 400 millones de metros cúbicos, que es la reserva que el Estado peruano le otorgó al Proyecto Olmos…
-Son 400 millones de metros cúbicos al año…
-Eso es lo que entregamos. Ahora, entregamos cuando el río trae agua. Hoy estamos en una sequía extrema que no habíamos visto en 60 años.
EN MÍNIMOS HISTÓRICOS
-El río Huancabamba está en sus mínimos históricos.
-En sus mínimos históricos. El caudal histórico mínimo en 60 años era de 5.10 metros cúbicos por segundo. Ahora estamos en 4.5 metros cúbicos. O sea, es una situación bastante crítica.
-¿Cuál es la situación de la irrigación en este momento? Hubo una suspensión del servicio en agosto y entiendo que el agua se está entregando bajo prorrata.
-A ver, lo que dice el contrato de entrega de suministro del agua es que cuando hay un déficit hídrico, el agua que viene se tiene que entregar bajo prorrata. ¿Eso qué significa? Que, si uno tiene diez hectáreas y el otro cinco, se prorratea el servicio proporcionalmente. Eso se viene dando desde que han comenzado estos bajos caudales. Ahora, sobre la suspensión del servicio, es importante interesante mencionar que nuestro proyecto contrato permite suspensiones de servicio programadas de hasta cinco días, cuatro veces al año, para hacer mantenimientos preventivos. En esta ocasión, cuando disminuyó el embalse de la Presa Limón por la sequía y nos quedamos trasvasando la cantidad de agua que trae el río, hubo un movimiento de sedimentos y palizada que tapó la rejilla de la toma que lleva el agua al Túnel Trasandino. En ese momento, tuvimos que traer maquinaria para poder hacer la limpieza y en seis días logramos restituir el servicio. Desde el 8 de agosto se ha restituido el servicio, pero seguimos en una situación de sequía y no tenemos una previsión de mejora. Es difícil hoy día hacer un pronóstico.
REFORESTACIÓN Y DRAGADO DE LA PRESA
-¿Qué previsiones están tomando ante la probabilidad de que las sequías extremas se repitan en los próximos años?
-Hay trabajos y planes de corto, mediano y largo plazo. A corto plazo se han implementado varias medidas, estamos evaluando los protocolos de operación en niveles mínimos y realizando monitoreos que requerimos en la presa, para garantizar que no vaya a haber otro taponamiento en la bocatoma. A mediano plazo, pensando en los próximos seis meses, estamos buscando algunas modificaciones al contrato de CTO que nos permitan no solo asegurar el volumen útil de agua que tiene actualmente la presa, sino ganar más volumen útil. Hacia finales de setiembre vamos a presentar una solicitud de modificación de contrato al Gobierno Regional de Lambayeque. Es importante destacar que ya habíamos presentado una solicitud previa de modificación en agosto de 2023, así que no es una consecuencia, como alguien podría pensar, de la obstrucción que tuvimos.
-¿En qué cambiaría el contrato?
-La modificación al contrato tiene varios componentes. Una represa que está construida en el cauce de un río tiene una pérdida de volumen útil por la sedimentación de manera natural. Entonces, hay dos formas de alargar su vida útil. La primera es tratar de disminuir la cantidad de sedimentos que entran. Por ejemplo, en las lagunas que están en la parte alta del río, hacer una red de vegetación para que cuando haya lluvia disminuya la cantidad de sedimentos que discurren hacia el río, y queremos construir diques en las quebradas que también aportan sedimentos. La otra estrategia es, cuando los sedimentos ya están en el embalse, buscar mecanismos para eliminarlos de manera progresiva. Y para eso queremos poner en marcha un sistema de dragas hidráulicas, que tienen unos motores que extraen el sedimento y lo eliminan del vaso del embalse mediante el aliviadero, principalmente en las épocas en las que hay avenidas importantes, para no generar afectación. Lo que no se puede hacer, por razones económicas y medioambientales, es remover el sedimento con maquinaria, subirlo a un volquete y depositarlo en otro lado.
-¿Cuánto volumen útil ha perdido la presa por la sedimentación?
-En el año 2012, en el inicio de operación de la presa, se contaba con una capacidad útil de 27 millones de metros cúbicos y en la última batimetría que hicimos arrojó que tenía 11 millones, entonces, hablamos de una pérdida de 16 millones. Ahora, retrocedamos un poco. ¿Cuánta agua usa el proyecto? 400 millones de metros cúbicos. Entonces, usas 400 millones y tienes una capacidad de almacenamiento de sólo 27 millones. No es ni el 10%. Es una presa que no te permite almacenar ni 30 días de agua para la época de estiaje. El diseño original de la presa es de 85 metros de altura, lo que permite almacenar 155 millones de metros cúbicos. Sin embargo, cuando en el 2002, el Estado decide promover el concurso para el desarrollo del trasvase, decide disminuir la altura de la presa a 43 metros, y esa es la presa que nosotros construimos siguiendo las bases del concurso.
-¿Fue un error haber reducido el tamaño original de la presa?
-Si lo vemos hoy, sí. Sin embargo, siempre estuvo en la literatura del Estado peruano hacer lo que se llama un recrecimiento de la presa.
-Estas son las estrategias de corto y mediano plazo. ¿Qué han pensado a largo plazo?
-A largo plazo, la solución es regresar al diseño original de la presa, de 85 metros, que es algo que también está en la cabeza del Estado. En el 2019 – 2020, el Estado contrató a una empresa para que evalúe el recrecimiento de la presa. Y nosotros venimos estudiando el proyecto de recrecimiento, bajo una estructura de Iniciativa Privada Autosostenible (IPA).
-¿Van a hacer esta propuesta al gobierno regional?
-Ya la presentamos en agosto. Ha sido admitida a trámite y tiene un recorrido formal, de acuerdo a la normativa de las asociaciones público privadas.
-¿En cuánto tiempo estaría lista la obra y cuánto invertirían?
-Si todo va de acuerdo al cronograma, estamos hablando de cinco años para que la presa esté operativa y ya comience a tener el beneficio de estos 155 millones de metros cúbicos. Hoy día, la inversión está alrededor de los US$ 250 millones. Hemos planteado el proyecto como una Iniciativa Privada Autosostenible, sin financiamiento del Estado. En ese sentido, el financiamiento se realizaría en el mercado local de capitales.
-¿Qué mensaje le darían a los usuarios que tienen inquietud sobre la seguridad hídrica de la irrigación?
-Compartimos la gran preocupación tanto de los pequeños agricultores como de las empresas de Olmos afectados por una sequía extrema no vista en 60 años y en este contexto les decimos que tengan la absoluta confianza que este es un tema netamente técnico y que los mejores profesionales están trabajando para generar la mejor situación y garantía para el proyecto.
-¿Tienen razones para preocuparse de que les falte agua en los próximos años?
-No podemos pronosticar si habrá sequías extremas, pero estamos coordinando estrechamente con el gobierno regional sobre cuáles son las acciones para garantizar la operación de la presa en los próximos años. No solo ya estamos trabajando en este proceso, sino que tenemos a los principales técnicos de la constructora y de la concesionaria trabajando, pero, además, terceros especializados de renombre. Y las soluciones, que son las óptimas, ya vienen trabajándose. Nuestro objetivo es poder firmar la adenda en diciembre para poder comenzar a implementar las medidas de manera inmediata.
US$500 millones fue la inversión que han hecho las concesionarias, entre el trasvase, que es, básicamente, la Presa Limón y el Túnel Trasandino, y la irrigación de Olmos.
US$2.500 millones han invertido las empresas agroindustriales en una década.
US$3.000 millones es la inversión total en el proyecto. Es decir, por cada dólar invertido en infraestructura mayor, el desarrollo agrícola ha invertido cinco veces más.