Las brechas que dificultarán el proceso de las 130 millones de cajas esperadas esta temporada
Tal como en 2022, donde se registraron tiempos de espera de varios días por la gran producción, Óscar Godoy, especialista en poscosecha, explica que eso se podría repetir este año con el enorme volumen esperado, algo que afectará a variedades tardías que vayan quedando en la cola, como Regina. A esto se suma la incógnita por cubrir los puestos de mano de obra que se necesitarán durante la temporada y que se disputarán agrícolas y plantas de proceso.
La tecnología y automatización de procesos ha ayudado a agilizar la operación, pero el gran volumen de producción seguirá requiriendo gente para trabajar en la plantas que procesan cerezas
Trabajó por más de 30 años en Del Monte Fresh y actualmente divide su tiempo como asesor externo en Andinexia, compañía francesa dedicada al proceso y exportación de pomáceas (manzanas y peras, principalmente), y al proceso de cerezas, en la zona de Curico y Teno, región del Maule; y también en Nature South, exportadora de cerezas, ciruelas y kiwis.
Óscar Godoy conoce la industria de la cereza desde el año 87, cuando las inversiones se iban “haciendo de a poquito”, recuerda este agrónomo, que ha sido testigo de cómo ha evolucionado la industria local de la cereza de forma vertiginosa. Y, en ese sentido, comenta un ejemplo simple pero que ilustra muy bien su evolución, similar lo que ocurría en los ‘pit stop’ de la Fórmula 1. Y es que en los años noventa, los equipos tardaban cerca de 15 segundos en realizar los ajustes, llenado de estanque y cambio de ruedas al automóvil de carreras, en comparación a los 2 a 3 segundos que toma actualmente el mismo trabajo.
“Nosotros vaciábamos entre 8 a 10 kilos por hora por persona, y ahora estamos vaciando de 40 a 50 kilos por persona cada hora, y eso equivale casi exactamente al rendimiento de los ‘pits’, porque en el tiempo que antes vaciábamos una caja, ahora vaciamos 5, en el mismo tiempo que antes hacían el cambio de rueda, hoy pueden hacer 5 cambios”, describe.
DESAFÍOS DEL VOLUMEN PROYECTADO
Para nadie es un misterio que esta temporada el volumen de 130 millones, proyectado por Cerezas de Chile, presentará oportunidades, pero también una infinidad de desafíos.
Ante esto, Godoy cree que la inversión para procesar cerezas, a pesar de que es infraestructura que se ocupa dos o tres meses en el año, ha ido de la mano del crecimiento de hectáreas; pero la eficiencia en su uso tal vez no al mismo ritmo y puede que sea insuficiente para tal volumen.
“Puede haber tiempos de esperas de tres o cuatro días o más en las semanas peak, con el deterioro de la fruta que eso significa, y para que pueda haber esperas, se necesitan frigoríficos con buenas condiciones de humedad. Toda técnica de poscosecha que nos permita mantener la fruta un día más, o aumentos de eficiencias en procesos, es importante y bienvenido”, señala.
Las brechas de proceso y los tiempos de espera que puedan existir se cruzan además con la necesidad de mano de obra que habrá durante la temporada. “Mano de obra en esta época se hace escasa, y si no la hay, habrá que pagar por ello, y como siempre la gente va a estar dispuesta a trabajar horas extraordinarias, domingos y festivos, porque todos ganan trabajando en la época de la cereza”.
Pese a esto, señala que las líneas tendrán que “trabajar al máximo”, porque “la capacidad de proceso que existe es para aproximadamente 100 millones de cajas, y los 20 o 30 millones de cajas sin proceso, serán embaladas con atrasos”, sentencia.
Esta diferencia, comenta, radica en que si bien la capacidad instalada puede arrojar una estimación de procesar 130 millones de caja, esto es sólo si se trabaja al 100% de la capacidad, que actualmente nadie logra.
Godoy detalla que una línea procesa nominalmente unos 650 kilos por vía, por hora. Pero ineficiencias de procesos desbalanceados en automatizaciones, además la búsqueda necesaria de calidad en los productos, nuevos envases pequeños, fruta con algunos defectos difíciles de seleccionar, calibres pequeños por exceso de carga en árboles demoran el proceso. “Por eso, los rendimientos en las líneas bajan; los mejores deben llegar a los 450 kilos por hora por vía, que equivalen a unos 5.500 kilos en una línea de 12 vías, entonces tenemos espacio para ser más eficientes”.
Aunque se logren limar pequeñas ineficiencias y se optimicen procesos, apuesta a que por lo menos habrá esperas de “3 días o más” en el peak de las cosechas.
“Cuando hablamos de esperas, esto se comienza a repetir en tus líneas, en la del vecino, vas a otra región es lo mismo, por lo tanto, algunos exportadores deben buscar alternativas de proceso que no las encuentran por los tacos generalizados y se atrasan por sobre el promedio mencionado”.
Esto -comenta-, podría ser comparable con la temporada 2022, donde hubo exceso de producción y los tiempos de espera fueron enormes, con hasta seis o siete días de espera. “Eso yo creo que puede ocurrir este año”.
Destaca la altísima demanda de personas para trabajar en campos y procesadoras, porque así como los campos necesitan gente para cosechar, también lo necesitarán las procesadoras, y se compite entre todos por la misma gente.
“El productor tendrá que pagar lo que tenga que pagar para sacar la fruta”, señala, y como todos van a competir con todos, habrá que hacer “ofertones”, como ya se vió en años anteriores, como jugosos bonos de incentivo para mantener la gente en una empresa.
OJO CON REGINA
El asesor señala que en este contexto de gran volumen y las brechas que se abren en el proceso, podríamos volver a tener problemas en Regina.
“Si tenemos un exceso de volumen de Santina, esto va a traslapar en forma importante con el proceso de Lapins, esta variedades la más voluminosa y por traslape va retrasando el proceso de otras variedades. Kordia, que es muy apetecida, en general, rompe filas, atrasando procesos de Lapins, y si eso pasa se va postergando variedades más tardías como Regina. Como consecuencia tendremos Reginas con largas esperas de poscosecha”, detalla.
A diferencia del año pasado, donde las líneas estaban relativamente limpias de fruta, la Regina tuvo un oportuno proceso, destaca, mientras que este año “visualizo que habrá largas esperas de proceso que afectará a esta variedad, visualizo un problema de Regina, si no acotamos su almacenaje a menos de 35 días hasta destino”.
Pero además de ello, señala que también puede haber riesgos en los grandes volúmenes de Lapins, dada la posibilidad de que los productores no puedan cosechar porque no tiene toda la mano de obra disponible que necesita, y eso podría generar que mucha fruta “se pase en madurez y llegue igual esa fruta a las plantas, y eso también puede significar problemas en la Lapins tardía”.
No así Santina, que aunque sea voluminosa, apunta a que será la primera variedad de gran volumen de la campaña, por lo que tendrá las líneas limpias, “porque todas las variedades tempranas son de pequeño volumen aún, sobre todo las variedades nuevas que han llegado a ocupar el primer espacio de la temporada”, concluye.