La multinacional McCormick posiciona al ají amarillo como un sabor estrella en el mundo
El ají amarillo, con su equilibrada combinación de dulzura y picante, ha sido elegido por McCormick como el Sabor del Año 2025. Esta distinción subraya la creciente influencia de la gastronomía peruana en el mundo y la preferencia global por sabores exóticos y picantes. Experto de la Unalm destaca su relevancia y subraya la necesidad de optimizar el cultivo en el Perú, mediante mejoras genéticas y agronómicas.
McCormick, líder en la industria de condimentos, ha apostado por el ají amarillo debido a su versatilidad en la cocina. Por ello, ha denominado a este ají como el Sabor del Año 2025 y lanzará desde el 3 de febrero al mercado un condimento inspirado en este ají originario de Perú.
“El condimento de ají amarillo, elegido como el Sabor del Año 2025 por McCormick, es una mezcla dulce y picante con un nivel de picor medio y notas tropicales, ahumado de roble, ajo y cebolla. Inspirado en el ají cultivado en Perú y originario de Sudamérica, esta combinación única se puede utilizar para realzar una variedad de platos, desde mariscos y aves hasta salsas”, destaca la firma.
En su página web se anuncia el lanzamiento para el 3 de febrero del nuevo condimento y se presenta una serie de recetas en las que se puede utilizar este insumo que tiene como ingrediente principal al ají amarillo. “Es un ingrediente esencial en la gastronomía peruana y está ganando popularidad en todo el mundo, destacándose como un componente clave en aperitivos, bebidas, platos principales y más. Con la creciente tendencia de los sabores picantes, este condimento se posiciona como una apuesta por lo nuevo y lo que está por venir”, agrega.
Según el ingeniero agrónomo Mg. Sc. Roberto Ugás, investigador del Programa de Hortalizas de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), esta elección del ají peruano es un reconocimiento al impacto de la gastronomía peruana en el mundo y refuerza su proyección internacional en el paladar global. “No hay otro ají que tenga similar sabor y aroma”, señala Ugás, destacando su versatilidad y potencial en la cocina internacional.
Además, considera que este reconocimiento debería fomentar el mejoramiento genético del cultivo para que incentive su resistencia a plagas y enfermedades y permita ajustes en su nivel de picor sin afectar el característico aroma. Esto resulta especialmente relevante, según Ugás, debido a los problemas actuales de producción. Un informe de monitoreo de residuos químicos realizado por Senasa en 2023 reveló que entre el 51% y el 60% de las muestras de ají amarillo analizadas contenían pesticidas en niveles superiores a los límites permitidos, lo que representa un desafío para su comercialización en mercados con regulaciones estrictas. Para mejorar su proyección internacional, es fundamental fortalecer las prácticas agrícolas sostenibles y reducir el uso de agroquímicos en su cultivo, apunta.
A pesar de su creciente popularidad, la comercialización del ají amarillo en Perú sigue destinada principalmente al consumo interno. Su cultivo se concentra en la costa peruana, en especial, en el norte chico de Lima. Ugás recuerda que la exportación en fresco enfrenta obstáculos significativos, principalmente debido a las regulaciones de mercados, como el de estadounidense, que exige su cultivo en casas malla. Sin embargo, la adopción de esta tecnología aún no se ha implementado en los campos peruanos, lo que representa un desafío por si crece el interés y la demanda proveniente de la industria global por este ají.
Para Ugás, el reconocimiento de McCormick es una oportunidad clave para optimizar las prácticas agrícolas y potenciar la exportación a gran escala. “Es una gran oportunidad para mejorar el cultivo y posicionarlo en mercados internacionales”, señala el experto, aunque advierte que esto requiere un trabajo previo en la modernización del sistema productivo y en la implementación de estándares que garanticen calidad y sostenibilidad.