“Llegué a trabajar con manzanos sin saber nada del cultivo”, recuerda Alberto Gameros sobre sus primeros años como profesional en la industria agrícola mexicana, tras haberse titulado de ingeniero agrónomo en la Escuela de Agronomía de la Universidad Autónoma de Chihuahua, en México. Y lo primero que hizo, a petición de su jefe inmediato, fue traducir artículos de algunas revistas científicas que hablaban del manzano, del cual, hasta entonces, no había literatura en español disponible en México.

De esa primera experiencia han pasado exactamente 47 años, tiempo en el que ha seguido ligado al manzano y dando asesorías técnicas, orientadas al manejo de los suelos, que por entonces presentaban serios problemas de compactación. “Incluso en algunos casos, a los 30 o 40 centímetros de profundidad encontrábamos rocas”, cuenta el ingeniero Gameros, sobre un problema recurrente, que no permitía la plantación de algunos cultivos agrícolas. El panorama se volvió insostenible cuando además comenzaron a aparecer problemas de salinidad en los suelos agrícolas.

Fue entonces cuando el asesor tuvo su primer acercamiento con Innovak Global, empresa que a fines de los años setenta e inicios de los ochentas, era conocida como Productos Químicos de Chihuahua.

“El primer contacto con Innovak Global lo tuve porque me invitaron a conocer y a probar en huertos de la zona un quelato a base de zinc. Al poco tiempo conocí lo que era Promesol y los primeros pasos que daba este producto en Chihuahua”, recuerda, sobre una herramienta que ha cumplido recientemente 50 años y que Gameros lleva usando desde hace 40 años en huertos de manzanos que, en su día, tuvieron serios problemas de compactación y salinidad.

“Cuando llegué a esa zona me encontré plantaciones con 200 árboles por hectárea. No se podía plantar más que eso por los problemas que teníamos en los suelos. Sin embargo, tras usarlo constantemente, hoy podemos ver plantaciones superintensivas, con 3.000 árboles por hectárea”, grafica el ingeniero Gameros sobre cómo ha cambiado el paisaje agrícola de la región gracias al uso de Promesol.

Esos primeros años, el único punto negativo del producto era su formato de presentación, en tambores de 200 litros, que hacía muy complicado su traslado hasta las fincas. “El producto se entregaba así porque debíamos aplicar dosis de 100 litros por hectárea”, recuerda, sobre algo que cambió cuando Innovak Global decidió hacer una nueva concentración del producto.

Tras trabajar varios años con los productos de Innovak Global, el ingeniero Gameros pasó a integrar el equipo de especialistas de Innovak Global, una labor que viene realizando desde hace 18 años, trabajando con agricultores de diferentes cultivos, asesorándolos técnicamente.

“Gracias a mi trabajo he podido notar los contrastes de suelos que hay en Chihuahua. En esta zona del país tenemos suelos muy buenos, otros que no son tan buenos y también tenemos suelos pésimos. De hecho, trabajé con una empresa que tenía varias huertas con suelos pésimos, y como ya había escuchado que Promesol era un acondicionador de suelos, inicié una serie de pruebas con el producto. Hubo un cambio notable, porque tras haber hecho las primeras pruebas, ya notamos que los árboles habían cambiado mucho”, explica el especialista y destaca que, en aquellos terrenos donde se había aplicado Promesol había un mayor crecimiento de raíces.

“Nuestros suelos en Chihuahua son suelos desérticos, con 0.5% de materia orgánica y la mayoría requieren de un acondicionados de suelos y, sin duda, ese acondicionador es Promesol”, resalta el ingeniero agrónomo.

Con el uso de Promesol, el ingeniero Gameros destaca que los cambios fueron altamente significativos en los huertos de manzanos donde se aplicó el producto: los árboles cambiaron de aspecto y los rendimientos productivos fueron mayores. “En cosa de dos años los árboles del vecino se veían muy mal, pero los del agricultor que sí había aplicado Promesol tenían un aspecto totalmente diferente y se veían muy bien”, cuenta, sobre un producto que aumenta la granulometría y porosidad del suelo. Además, gracias a su aplicación, había una mayor circulación de oxígeno y una penetración más rápida del agua. “Eso es algo que hacía y sigue haciendo Promesol. Yo fui descubriendo sus beneficios hace 40 años”.

Adicional a esto, un aspecto aún más relevante es que, gracias a Promesol, se ha logrado tener un mayor crecimiento radicular, tanto la cantidad como la calidad de las raíces mejora sustancialmente con Promesol.

CAMBIOS SIGNIFICATIVOS DESDE LA PRIMERA APLICACIÓN

La revolución de Promesol llegó cuando Innovak Global decide hacer un producto más concentrado (5x). Ello, porque hasta entonces los productores aplicaban entre 100 l/ha y 150 l/ha del producto. Este cambio fue significativo, ya que gracias a la nueva concentración del producto las aplicaciones pasaron a ser entre 10 l/ha a 20 l/ha.

“Para definir qué cantidad debemos aplicar en cada suelo recurrimos al uso del penetrómetro. Pero no hay una regla universal y lo que sí sabemos y hemos notado es que, después de aplicado el Promesol 5X, por ejemplo, tras quince días ya vemos cambios significativos en el suelo”, sostiene el experto. 

Por otro lado, el asesor indica que, si ya se plantó en un suelo que no es el adecuado para el desarrollo del cultivo, se tienen solo dos opciones, “la primera es ir por aplicaciones químicas, la segunda es tirar la huerta”, dice. Sin embargo, con las aplicaciones de Promesol se ha dado un giro de 180 grados. “Antes, las producciones en manzano empezaban al séptimo u octavo año y bordeaban las 20 toneladas por hectárea. Hoy eso ha cambiado radicalmente. Las producciones se inician al cuarto o quinto año y se están cosechando 40 o 50 toneladas por hectárea. Si los suelos no cumplen con los requerimientos necesarios nunca vamos a llegar a eso, y aquí Promesol es la solución”, afirma el ingeniero Gameros,  ya que si el campo está plantado sobre suelos compactados, se logrará cosechar un 50% de la fruta. “Con Promesol, los resultados son fantásticos, ya que pueden obtener mejoras de hasta un 25% en la cosecha”, afirma.

Tras más de cuatro décadas haciendo uso de Promesol, el ingeniero Alberto Gameros es un convencido de las bondades de este producto. Y el manzano es uno de tanto cultivos donde se ha podido comprobar la eficacia de Promesol. “Lo seguiré recomendando a todos los productores que tengan problemas de compactación en sus suelos”, afirma. “Sigo teniendo confianza en los productos que tiene Innovak Global, he visto su desempeño y es lo primero que tengo en mi bodega”, finaliza.