La cereza sureña en etapa de consolidación
Confirmando los resultados de temporadas anteriores, los productores de cerezo de La Araucanía a Chile Chico obtuvieron buenos rendimientos y precios atractivos a inicios de 2016, informa el asesor Nelson Gallardo. Estima que, con las variedades adecuadas, esta fruta encuentra buenas condiciones agroclimáticas para expresar su potencial.
Tres factores fueron claves en los buenos resultados obtenidos en cereza desde La Araucanía a Chile Chico en la última temporada: condiciones climáticas en verano, que favorecieron los rendimientos; la merma en la zona central, producto de lluvias y vientos, que significó una menor oferta, y el aprendizaje sostenido de los empresarios motivados al cambio de rubro. Así lo plantea el asesor y especialista en manejo de cerezos Nelson Gallardo, arraigado en la 10ª Región. En Los Lagos, ejemplifica, campos plantados con Regina-Kordia (esta última como polinizante) lograron rendimientos de 12.000 a 15.000 kg/ha en promedio, con porcentajes de 85% de fruta embalada-exportada, en algunos casos con liquidaciones de la venta en China en un rango de 7 a 9 dólares/kg (figura 1).
La cantidad de horas de frío en base 7, describe, fue suficiente para una positiva diferenciación floral. Las benignas temperaturas postprimavera y un verano menos intenso que en 2014/15, se tradujeron en un bajo estrés para la planta y la fruta. Los predios que a esas condiciones sumaron un adecuado aporte hídrico y cumplieron los requerimientos de una cereza de calidad, alcanzaron atractivos porcentajes de fruta de 30 mm hacia arriba, es decir categorías Premium y jumbo. La época de cosecha no varió respecto del año precedente, al menos en las cercanías de Osorno: última semana de enero y primera de febrero.
Como se proyecta la temporada actual
Hasta inicios de septiembre de 2016, en la 10ª Región el frío invernal superaba en un 15% al acumulado en el mismo periodo de 2015 (figura 2), a diferencia de la zona norte, donde esta variable registraba un déficit. Por tanto, Nelson Gallardo visualiza una buena diferenciación floral y una brotación normal, esperando una primavera positiva para el crecimiento y cuaja de la fruta, antecedentes que impulsan nuevas plantaciones.
De acuerdo a información recogida por Redagrícola, se están instalando proyectos de mayor envergadura en la zona sur de empresas como Prize, Cerasus, Ranco Cherries y Rucaray-Wapri.
–¿Cómo afectará esa presencia al desarrollo del rubro y qué significará en temas como la competencia de mano de obra, por ejemplo?
–Es una señal bastante clara del interés por hacer nuevos negocios en esta zona por parte de actores especializados en fruticultura, donde la variable recursos humanos ya tiene que haber sido evaluada y proyectada su solución. Diseños peatonales y el uso de portainjertos con control de vigor deben factores en la toma de decisión para cuantificar jornadas y su maximización operativa. Además, existen desarrollos de nuevas máquinas que facilitarán las labores de cosecha en el futuro inmediato, o con el desplazamiento o migración de fuerza laboral. Respecto a la evolución productiva, no soy adivino, pero a la tasa actual de plantación está pronosticado que, de aquí a unos cinco años, las 300 ha que tenemos hoy probablemente pasarán a 2.000-2.500 ha.
En cuanto a servicios de postcosecha, hasta ahora el packing de cerezas más cercano, de Huertos Collipulli, se encuentra en Malleco, 9ª Región, a unos 350 km de Osorno. Con el crecimiento esperado, Nelson Gallardo cree que esta situación va a cambiar: “planta, acá en la zona, va a haber”, enfatiza.
El manejo técnico está básicamente dominado, pero no admite descuidos
El especialista trae a colación los principales puntos críticos de la cereza en época tardía: posibilidades de granizo en flor y en cosecha, condiciones climáticas favorables para ataques fungosos, lluvias con el cambio de estación (primavera a averano). Así y todo, resalta que la fruta, con las variedades adecuadas, encuentra la mejor condición agroclimática en la zona sur para expresar sus cualidades organolépticas y genéticamente aptas para viajes largos.
–¿El cáncer bacteriano no resulta problemático?
–Pseudomonas syringae, que ocasiona cáncer bacteriano, siempre puede estar presente. Hay que tener un muy buen programa de control preventivo y curativo. En la zona, tomando las precauciones de manejo, los árboles conviven con el cáncer; es como el resfriado: uno se enferma, pero sigue.
Los vientos, agrega, no alcanzan el nivel de Chile Chico, aunque suele ser necesario contrarrestarlo mediante el uso de mallas o sistemas arbóreos como cortinas o setos.
–¿Qué patrones tienes plantados?
–Para las variedades no autofértiles se recomienda como alternativa en la compra de plantas a los viveros especializados, la injertación sobre portainjertos Maxma 14, Gisela 5 y Gisela 6, dependiendo del sector y las condiciones edafoclimáticas del lugar a plantar. En los últimos dos, el periodo juvenil o precocidad frutal de la madera no es tan marcada como en la zona central, debido a las características físicas y propiedades químicas de los suelos trumaos volcánicos. Sin embargo, requieren de un muy buen manejo nutricional para compensar la contracción que se genera en el cuello de la planta a causa de incompatibilidad entre la variedad y el portainjerto. Con la utilización de ambos patrones Gisela, se han conseguido buenos resultados con los manejos respectivos. Maxma 14 se está introduciendo y masificando y es una alternativa para algunos productores, pero esta decisión pasa por el correspondiente estudio del sitio de plantación.
Que no todo es tan fácil queda demostrado por la experiencia de larga data de un grupo de pequeños productores que reúnen alrededor de 20 hectáreas en Tralcao, cerca de Valdivia. Su experiencia, luego de un trabajo tesonero, puede considerarse exitosa, pero enfrentaron últimamente un problema de deshidratación del pedicelo que perjudicó el precio de su fruta en China. Ahora planifican unirse a productores de Los Ríos para mejorar su manejo técnico con el apoyo de Sercotec-Copeval y la asesoría de Nelson Gallardo como experto local. El desafío para alcanzar un mayor retorno pasará por diseñar un programa fitosanitario más exhaustivo (control de hongos) adaptado a la zona y un perfeccionamiento de la logística de frío.
La tarea que viene: afinar el manejo
Si bien la producción de fruta de cereza fresca exportable en el sur ya pasó hace rato del terreno de las exploraciones al de las realizaciones comprobadas, todavía hay aspectos técnicos importantes por evaluar.
Por ejemplo, aunque aún no se aprecia una gran superficie con cobertores plásticos, se trata de una variable incluida en todos los nuevos proyectos.
–Eso viene: los sistemas de protección para dar seguridad ante las precipitaciones –corrobora el entrevistado–. En todo caso, se debe tener en cuenta que el ambiente de las plantas cambia bajo techo. Todavía hay mucho que aprender del comportamiento de Regina o Kordia, que son de sotobosque alemán-checo, frente a una condición de 1 o 2°C más, porque probablemente encuentren una expresión arbórea de mayor vigor. Necesitamos entender su fisiología bajo cubierta. No es la misma respuesta que una Lapins, proveniente del ambiente más seco de Columbia Británica, Canadá. Regina viene de un ambiente húmedo y al ponerla bajo plástico cambiamos aquello a lo cual están genéticamente acostumbradas; vamos a ver cómo responden.
Otro aspecto por investigar, agrega, se refiere a los antecedentes respecto del rol de árboles nativos como hospederos de Botrytis cinerea, y que podrían ser una fuente de infección para huertos de cerezo aledaños.
Asimismo, el ingeniero agrónomo indica que pronto iniciará ensayos de validación del uso de fitorreguladores de apoyo a la cuaja para aumentar la confiabilidad de las flores de variedades como Kordia y Regina.
Quedan muchos ajustes por hacer, claro, pero lo importante, subraya Gallardo, es que los huertos ya están mostrando sus altas producciones.
–Al mejorar la logística de cosecha y los elementos que conlleva el lineamiento de procesos –sintetiza–, la apuesta es la ventaja comparativa y competitiva de producir fruta con muy buen color, calibre, sabor y condición a mercados lejanos en una fecha de muy poca oferta.