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Casos de éxito de Chile y Argentina

La carrera por la cereza ultra temprana en la que Perú busca dar el salto

Los últimos dos años, Ovalle y Mendoza se han disputado quién consigue cosechar la cereza más temprana del hemisferio sur, para así obtener los mejores precios posibles en el mes de octubre. Siendo zonas complejas por clima, agua y suelo, ¿cómo lo consiguieron? Acá entregamos algunas de las pistas, contadas por sus protagonistas.

07 de Mayo 2024 Miguel Patiño
La carrera por la cereza ultra temprana en la que Perú busca dar el salto

La cereza es un cultivo muy complejo, de alta inversión, pero de altísimos retornos. Así lo ha evidenciado la fruticultura chilena, que vive un ‘boom’ de plantaciones y exportaciones: durante la reciente temporada 2023/24, marcada por factores climáticos, logró repetir los envíos por más de 82 millones de cajas (5 kg) enviadas a China, su principal mercado de destino.

El gigante asiático representa más del 90% de los envíos para Chile, que se ha transformado en el principal proveedor de cerezas para las celebraciones del Año Nuevo Chino (ANC), donde la cereza no es solo considerada una fruta de alta calidad, sino también un obsequio para familiares y personas queridas para desear prosperidad en el nuevo ciclo.

En el ‘peak’ de arribos de esta fruta ocurre generalmente entre la última semana de enero y la primera de febrero (la fecha del ANC varía cada año), un kilo de cereza puede ser comprado en precios que rondan los US$12 dentro de los principales mercados chinos.

Sin embargo, los precios más altos los alcanzan aquellos arribos que logran llegar al mercado durante octubre, ya que al no haber oferta de fruta de otros países, dicha fruta no tiene competencia y puede alcanzar precios de entre US$ 150 a US$ 220 (dependiendo del calibre) por cada caja de 5 kg, como ocurrió la temporada reciente.

OVALLE LIDERA LA CARRERA

La expectación por el arribo de los primeros contenedores es tal, que se podría coparar con el recibimiento que experiementan las bandas de pop o rock o una estrella del cine. En 2023/24, el primer productor en llegar a China fue Agroindustrial Valle Arriba, que con sus cerca de 30 ha de cerezos en Ovalle (a unos 500 kilómetros al norte de Santiago), consiguió cosechar el 13 de octubre de 2023 (la cosecha comercial más temprana de la que se tenga registro en esa zona), para luego llegar en 3 días a China por vía aérea, en una operación que contamos en detalle en Redagrícola Chile.

¿Cómo se gestó esta cosecha? Jorge Astudillo, gerente de producción de Agroindustrial Valle Arriba, ha liderado esta gesta los últimos 7 años, y en la última temporada lo gestionó pese a las complejas condiciones climáticas que se presentaron con el Fenómeno El Niño, con un invierno más cálido a lo esperado (que impidió la acumulación de frío necesario en el cultivo), pero con un inicio de primavera más cálida, que en algunas variedades de cereza permitió compensar la terminación de la fruta. 

A nivel de manejo, Astudillo detalla que, para poder salir como primores, en Ovalle siempre deben aplicar cianamida para generar el rompimiento de dormancia en torno al 15 de julio, como fecha tope, para poder aprovechar la ventana comercial. Eso se debe a una fenología muy marcada de la cereza producida en Ovalle.

“Yo tengo 60 días desde plena flor a cosecha; en torno a 100 o 105 días desde la cianamida hasta la cosecha, eso en condiciones normales”, detalla sobre cómo se ha comportado su producción durante los últimos 6 o 7 años. 

La zona de Ovalle donde esta empresa produce se llama Tabalí, y se encuentra en un valle con influencia marina, a unos 40 kilómetros de la costa, y destaca por su clima templado, con poca variabilidad climática. Cuenta además con un largo historial de ensayos -desde los años 90-, hasta que agrícolas como Valle Arriba o Agrícola Sutil dieron con la receta y la zona ideal del norte de Chile para producir este fruto.

BAJO REQUERIMIENTO DE FRÍO, PERO INDISPENSABLE

La casi nula acumulación de frío durante el invierno de 2023, en contraste a las usuales 150 horas de frío que suelen acumular, fueron una prueba más para demostrar que su acumulación, ya sea en horas o en porciones dependiendo del modelo de medición, son esenciales para el cultivo de cerezas, incluso en aquellas variedades de cerezas de menores requerimientos. 

De hecho, la baja acumulación de frío tuvo un impacto significativo, ya que estimaron una caída en la producción en torno a 20% respecto a la campaña anterior, pasando desde 12.000 kg/ha hasta entre 8.000 kg/ha y 10.000 kg/ha para esta temporada. 

Pese a esto, lo ocurrido permitió además a Astudillo ratificar el uso de sombra artificial con el que cuenta en su huerto, que “es una garantía para poder suplir el invierno cuando no tiene las condiciones ideales”, destaca y subraya que salir temprano siempre debe ir de la mano con mantener la calidad, porque “hay una imagen del país que está exportando su fruta”, añadiendo que “no podemos abrir el mercado con una fruta que no vaya en condiciones, que no tenga el color adecuado, grados Brix o la firmeza. Por lo tanto, es un mensaje también para todos los que somos tempranos. Debemos aprovechar esta ventana de buenos precios, pero con la mejor fruta posible”.

HOJAS SIN FRUTA POR MÁS TIEMPO

El crecimiento de la producción en zonas tempranas para la cereza cada vez más hacia el norte de Chile, o zonas centrales del país apoyadas por tecnología para adelantarse, han mostrado también otro fenómeno: el largo tiempo que los cerezos permanecen con hojas pero sin fruta luego de ser cosechados en octubre, a diferencia de las de la zona central o sur, cuyas cosechas principalmente ocurren en diciembre.

La Dra. Karen Sagredo, académica de la Universidad de Chile, sostiene que este ingreso con fuerza de producciones tempranas viene acompañado también de procesos mucho más largos, diferentes y más complejos, lo que implica “un trabajo más de relojería”.

Respecto a la fisiología de la cereza y su diferente comportamiento entre zonas centrales y al norte de Chile, la Dra. Sagredo añade que, por las condiciones de estrés que se encuentran en zonas tempranas, existe mayor posibilidad de tener floraciones adelantadas, incluso en marzo y, en esas condiciones “flor que te parece en marzo es cereza que perdiste”.

Por ello la especialista explica que “hay que ser súper cuidadoso en que en todos estos trabajos de manejar la planta, de proveerle las condiciones, pero no sobre estimular ni tampoco estresar, porque algunos creen que no hay que estimular con nitrógeno ni nada, pero si viene una sequía o por problemas de riego, si empiezas a regar para reponerle toda el agua que no le diste a la planta, se sobreestimulan y pueden florecer”.

En el caso de Ovalle en específico, donde el árbol está casi seis meses con hojas y sin frutas, es “mucho más complejo”, aunque la Dra. Sagredo señala que todo lo que se ha plantado y produce en la zona, si bien son variedades seleccionadas, tampoco están en una zona de condiciones favorables, porque si bien pueden ser cultivares con menores requerimientos de frío -que a su vez tienden a tener un mayor requisito de calor-, ello podría dar la sensación de que es la zona perfecta, pero no es un frutal ‘calado’ para esa zona de la región de Coquimbo.

“El sistema no está diseñado para eso”, explica, apuntando precisamente a hojas que no deberían estar tanto tiempo ahí. “Pareciera que le estamos pidiendo al cerezo que se comporte como un almendro, y no son para eso, las hojas del cerezo son súper sensibles a las abscisiones”, describe. De todas formas, e incluso en aquellos casos extremos con las zonas ultra tempranas, la experta sugiere evitar, en la medida de lo posible, las situaciones de estrés, aún más entendiendo las condiciones extremas de verano que se esperan en las principales zonas productivas.

“Hay que resguardar estos cultivos porque el cerezo no es para temperaturas altas, su hoja no puede tolerar fácilmente una temperatura de 35°C, con radiaciones de más 2.000 micromoles PAR, entonces tanta energía para el cerezo es mucho estrés”, precisa.

Cerezas variedad Royal Lynn de Zeiger, las más tempranas del huerto mendocino, comenzaron su cosecha el 19 de octubre. Están protegidas por coberturas antilluvia y antigranizo.

EXPERIENCIA MENDOCINA

Si bien Chile es el principal productor de cerezas del hemisferio sur y en general el más temprano, en la temporada 2022/23 fue Mendoza (Argentina) quien produjo la cereza más temprana. Fue la empresa familiar Güizzo Frutas Frescas la que llegó primero en la carrera, en un ‘sprint’ grandioso dentro de una carrera de largo aliento, que es la temporada de cerezas en la región.

Los Güizzo producen 300 toneladas de cerezas frescas por temporada principalmente en su huerto de 35 ha ubicado en el oasis norte de Mendoza, región de Argentina que produce 4.300 toneladas en total.

Esta ciudad, la más temprana también de Argentina, reparte en un 60% para exportación y 40% para el mercado doméstico, durante nueve semanas continuas, desde la semana 42 hasta la 50, a diferencia de Chile que exporta casi la totalidad de su cereza. 

La clave de los Güizzo: es la única empresa agrícola en Mendoza en proteger sus cultivos contra heladas, granizo y lluvias. Pero no solo hecho, además el plástico les ha permitido adelantar la fecha de sus cultivos.

La estrategia de la empresa está enfocada también en probar variedades y manejos hasta conseguir los mejores resultados posibles, para luego llenar los vasos comunicantes del mercado local, “que está limpio” durante octubre, como señaló a Redagrícola Fernando Güizzo.

USO DE TECNOLOGÍA  

Gran parte del éxito que han conseguido los Güizzo para posicionarse como los productores de cereza más tempranos de Argentina, tiene que ver con el uso de tecnología, ya que dependiendo de dónde esté el huerto, Mendoza puede enfrentar granizos, heladas y hasta 50 mm de lluvia solo en los meses de cosecha de la cereza temprana y de media estación (noviembre-diciembre), algo muy perjudicial para la fruta que es muy delicada. 

Otro ’pero’ son los fuertes vientos que pueden azotar los huertos e incluso afectar las estructuras de cobertura. Según describe Güizzo, hay momentos en que pueden encontrarse con fuertes vientos que ingresan desde los frentes del Pacífico, cuando llueve en los valles centrales de Chile y nieva en la cordillera.

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