Indagan genética del agave para mejorar respuesta al cambio climático
El proyecto sobre la secuenciación genética del agave tequilana weber, variedad azul, permitirá responder mejor a las variaciones generadas por el cambio climático y afrontar enfermedades que afectan la producción del tequila.
Investigadores de la UNAM y universidades de EE.UU. desarrollan un proyecto de secuenciación genética de diversas variantes de agaves. Entre las variedades de estudio destaca el Agave tequilana weber variedad azul. Esto permitirá responder mejor ante las variaciones meteorológicas del cambio climático o afrontar enfermedades que afectan la producción del tequila.
Uno de los propósitos, de acuerdo con el investigador del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, Luis Enrique Eguiarte Fruns, es conocer a fondo por qué la planta produce demasiados azúcares, crece rápido y genera las mejores bebidas.
Ante factores como el calentamiento global y las enfermedades, con el estudio se podrán indagar las bases genéticas de la susceptibilidad o encontrar los genes que ayuden a la sobrevivencia si la temperatura aumenta uno o dos grados, o si los ambientes se vuelven más secos.
Al día de hoy se cuenta con el armado del genoma del agave con el que se produce el tequila. Sin embargo, la información obtenida indica que, aparentemente, la planta que se secuenció es híbrida. Por ello, se desconoce si esta característica prevalece en todos los magueyes tequileros o si lo fue de la información procesada. Ante la incertidumbre, se realizan nuevas pruebas genéticas para revisar la información.
Los agaves son originarios de América y la mayoría tienen su origen en México. Pese a la diversidad genética, la industria sólo utiliza el Agave tequilana weber, variedad azul que, en 2020, se produjo 1.5 millones de toneladas de agave tequilero, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Actualmente, Jalisco produce el 74 % del tequila nacional, pero también participan en esta industria Guanajuato, Nayarit, Michoacán y Sinaloa.