Hojas de granadilla, posible alternativa terapéutica contra la diabetes
Este tipo de investigaciones ayudaría a los cultivadores a aprovechar los residuos de estas plantas, que hoy se están perdiendo y que podrían tener un valor agregado que potencie esta industria.
Equipo Redagrícola
Los residuos de las hojas de granadilla, que se pierden en los cultivos después de que los agricultores cortan las plantas para sacar el fruto, podrían tener un valor agregado muy importante para la salud humana, ya que algunos de sus compuestos químicos, llamados flavonoides, tienen propiedades que ayudan a disminuir los niveles de glucosa en la sangre, la cual, al aumentarse, puede resultar en diabetes.
Así lo revela un estudio pionero en este campo que se está llevando a cabo en la Universidad Nacional de Colombia UNAL y que está liderado por la profesora Marcela Aragón, del Departamento de Farmacia, con la ayuda de los Grupos de Investigación Productos Marinos y de Aprovechamiento de Frutas, y Productos Medicinales a Base de Productos Naturales (TECPRONA).
De acuerdo con dicha investigación, los flavonoides son compuestos químicos que se encuentran en las hojas de diversas plantas y que han demostrado propiedades como ayudar a que los músculos absorban más fácilmente la glucosa presente en la sangre, ayudando a que no se acumule y aumente su concentración, y también estimulan la liberación de insulina, hormona que regula el nivel de glucosa, la cual se produce en las células beta del páncreas.
En ese sentido, los investigadores descubrieron que en ratones de laboratorio los flavonoides eran efectivos para disminuir los niveles de glucosa en la sangre.
“En estos animales se utilizó una curva de tolerancia a la glucosa, la misma que se realiza en humanos y que consiste en tomar una muestra de sangre en ayuno, luego se bebe un jugo lleno de azúcar, y después se práctica de nuevo la prueba para ver los cambios”, explica Aragón.
Compuesto natural con proyección
Según lo revela la Agencia de Noticias UNAL, se realizó un estudio de caso control, en el cual se utilizaron 30 ratones: a 10 de ellos se les administró un extracto de las hojas de la planta, que luego de ser tratada en el laboratorio tenía presentes flavonoides de tipo C-glicosilados, mientras que a otros 10 se les suministró el fármaco metformina, utilizado para tratar la diabetes, y a los 10 últimos no se les dio nada.
“Para la investigación se reunieron 20 kilos de hojas recolectadas en Anolaima (Cundinamarca), y en Algeciras (Huila)”, afirma la investigadora.
El extracto se convierte en un sistema autoemulsificable, el cual consiste en la mezcla de sustancias como tensoactivos o emulsionantes –que sirven, precisamente, para generar una emulsión–; también incluye lípidos y un polímero que permite la mucopenetración, que facilita que el intestino de los ratones absorba líquido y llegue a la sangre, disminuyendo los niveles de glucosa.
Según la experta, los ratones a los que se les suministró el extracto de hojas de granadilla presentaron una disminución del 80% en glucosa con respecto a los animales sin tratamiento, lo cual muestra el potencial que estos compuestos naturales pueden tener en un futuro en estudios con humanos, que hasta ahora no se han realizado en ningún lugar del mundo.
Vale destacar que, para obtener los extractos ricos en flavonoides se utilizan solventes como agua caliente o mezclas de etanol y agua, luego se aplican métodos de extracción como ultrasonido –vibraciones sónicas sobre las hojas que permiten obtener en mayor proporción estos compuestos químicos.
“Para que este proceso se realice en seres humanos, el sistema autoemulsificante tendría que ser utilizado en cápsulas parecidas a las de vitamina E, de manera que pueda ser digerido y que el estómago lo convierta en una emulsión, disminuyendo la glucosa en la sangre y estimulando la liberación de insulina en células del páncreas”, anota la investigadora.
Este tipo de investigaciones resultan fundamentales para lograr en un futuro tener mejores métodos de acción y medicación contra esta enfermedad. Además, ayudaría a los cultivadores a aprovechar los residuos de estas plantas, que hoy se están perdiendo y que podrían tener un valor agregado que potencie esta industria.