Respecto de las exportaciones, se han visto afectados mercados tales como Corea del Sur, Japón, Italia y Estados Unidos, siendo este último el principal destino de las flores colombianas, con el 80% de las ventas totales del sector. Así mismo, Colombia en el 2019 exportó 1.500 millones de dólares a 100 países y el 60% de esos envíos se realizaron durante el primer semestre del año.

FLORICULTORES REPORTAN PÉRDIDAS MILLONARIAS

Los floricultores de la Sabana de Bogotá, la mayor zona producción de flores en Colombia, estiman que las pérdidas diarias rondan los 2 millones de dólares en vistas a la cancelación de órdenes fijas de exportación, debido al cierre de algunas fronteras ante la emergencia sanitaria del COVID-19.

Adicionalmente, el Grupo Intergremial de Ornamentales (GIO) reportó una caída de hasta del 80% en las órdenes fijas de pedidos en los mercados internacionales y una reducción en las ventas de ornamentales del 60% en el país.

Es importante resaltar que GIO representa en la actualidad a 663 productores y comercializadores de flores, follajes y plantas ornamentales en el país, que generan en 2.829 hectáreas el 30% de la producción ornamental en Colombia y más de 25.000 empleos directos.

140 MIL TRABAJADORES DEPENDEN DE LAS FLORES

Para Augusto Solano, presidente de Asocolflores, una de las principales preocupaciones del sector es que se aproxima el Día de las Madres, una de las fechas más importantes para las exportaciones de flores en el año, junto con la celebración de San Valentín. “Tenemos que sortear serias dificultades. De nuestro esfuerzo sectorial, gremial y del direccionamiento estratégico depende el trabajo formal de 140 mil hombres y mujeres del país. Estamos haciendo un ejercicio juicioso para manejar los flujos de caja frente a la evidente reducción de las ventas que incluye importantes conversaciones con el Gobierno en búsqueda de fórmulas para mitigar la crisis. En este sector nuestros clientes realizan los pagos a 30 o 60 días, razón por la que inclusive buena parte de las ventas de San Valentín aún no se han recibido”, puntualizó el dirigente gremial.

Es importante destacar que la floricultura colombiana afronta un gran desafío ante la emergencia del Coronavirus, ya que más del 95% de su producción es para la exportación, y además es una actividad que demanda de mano de obra intensiva y los costos laborales representan más del 50% de los costos de operación, situación que genera una gran exigencia de flujo de caja pues los salarios no se pueden diferir.

Debido al trabajo de Asocolflores, el gremio logró la autorización de excepción ante el Gobierno Nacional para poder operar durante esta emergencia, a un nivel muy bajo. “Hoy en día se están exportando en menor medida, vía aérea y marítima, flores a Estados Unidos, cual es el mercado que mejor funciona y seguimos exportando a Japón y a Corea del Sur. A Canadá algo y esporádicamente a Europa”, comenta Augusto Solano, presidente del gremio floricultor.

Las flores son un cultivo que, aunque el productor no esté exportando, no se puede abandonar. De otra forma, posteriormente a la emergencia, estará todo perdido en el predio y debe empezar nuevamente el proceso. Entonces, los productores deben darle un mantenimiento fitosanitario y cultural, para que las plantas estén en condiciones de producir más adelante, cuando se retomen las exportaciones.

Según Augusto Solano, presidente de Asocolflores, hay especies que necesariamente deben cosecharse y su destino, en caso de no poderlas exportar, será transformarlas en Compost para que sirva como sustrato. Esa labor implica un trabajo y un costo adicional, ya que no solo se pierde la venta, sino que el producto tiene que incurrir en un nuevo gasto. Así mismo, el dirigente gremial enfatiza que, como la floricultura no tiene parámetros estandarizados y cada cultivo es diferente, las pérdidas y/o ganancias que se generen en esta coyuntura dependen de las medidas tomadas por cada empresa.

Finalmente, Asocolflores está promoviendo en estos tiempos de crisis una campaña para comunicarle a los consumidores el impacto emocional de las flores, ya que según el gremio está comprobado que estas traen alegría, armonía y energía positiva, en momentos en que el encierro y el confinamiento pueden traer emociones negativas.

GRANDES PRODUCTORES SIGUEN OPERANDO

El ingeniero agroindustrial y experto en floricultura, Daniel Rosales, dialogó con Redagrícola Colombia sobre la manera como los grandes floricultores vienen afrontando la emergencia sanitaria.

• Dentro de los pedidos que aún circulan, ¿qué flores predominan o qué está pidiendo el mercado para el porcentaje de negocio que se mantiene operando? o ¿actualmente está parado por completo?

• DR: Los tipos de órdenes que más se pueden mover son las de supermercados, ya que estas representan un volumen muy grande en las ventas, en mercados como Estados Unidos, donde los buques y los pedidos especiales mandan la parada. Estamos tratando de atender los mercados con las especificaciones que lleguen, incluso la de mezcla de productos en un mismo ramo, o pedidos solidos por caja en la mayor diversidad de productos.

 Los clientes pequeños si pueden presentar una parada completa de sus operaciones por el volumen que mueven y por los clientes, cuyo consumo hace insostenible con lo complicado de los fletes de transporte.

• ¿Cuánto es lo mínimo que hay que invertir por hectárea para mantener vivo los cultivos, aunque no haya venta? ¿Qué labores son indispensables?

• DR: La inversión es específica para cada producto y a la proporción en que se esté sembrando. Las labores indispensables comienzan desde el alistamiento del material vegetal hasta su cosecha. Para las producciones actuales es indispensable sostener el riego de cada una de las camas, y su manejo sanitario, ya sea de control cultural o químico, siendo este último una opción en caso de que la primera no sea posible. Adicionalmente, es indispensable un equipo que mantenga el estado sanitario de sus camas al día y que no requiera de un programa de control químico de plagas y enfermedades muy grande, es aquí donde está la ganancia, soportar y reforzar las labores como limpieza, deshojes, deshierbes, control manual de afectaciones en mildiu polvoso, mildiu velloso, Heterosporium y barrido de caminos entre camas; hacen que se puedan mantener las producciones con el máximo de aprovechamiento y con un costo óptimo de operación.

FLORES HOLANDESAS EN RIESGO

Debido a la emergencia sanitaria ocasionada por el COVID-19 en el mundo, floricultores holandeses se están viendo obligados a destruir millones de flores cada día, entre las que sobresalen de tulipanes, rosas, crisantemos, entre otras. Es importante destacar que Holanda y Colombia encabezan la lista de los principales productores de flores en el mundo.

Factores como el cierre de los mercados y comercios, así como el confinamiento ordenado de la población en varios países de Europa, acarrean consecuencias “dramáticas” para los floricultores holandeses, quienes han tenido que destruir entre el 70% y el 80% de la producción.