Arysta LifeScience introdujo al maíz en Chile el fertilizante microgranulado Microstar PZ^®, de la empresa francesa De Sangosse, producto clasificado como “starter” o “arrancador” de los cultivos. Aporta fósforo, nitrógeno, azufre, y zinc a la semilla, en una innovadora concepción cuyos fundamentos técnicos explica Antonio Wosjszko, gerente de proyectos y asuntos regulatorios para Latinoamérica de la compañía:

-Un fertilizante como el fósforo, que no podía utilizarse en contacto con la semilla por su fitotoxicidad, hoy sí se puede usar de esa forma. Además la formulación posee la “tecnología de protección del fósforo”, TPP, la cual evita o bloquea la acción de cualquier catión del suelo en cuanto a interferir e insolubilizar el P, de manera de hacer dicho elemento 100% asimilable. Entonces Microstar PZ^® posee dos ventajas, la asimilación, por un lado, y el contacto con la semilla por otro. Así, esta ni bien empieza a germinar ya dispone del fertilizante, en tanto que la aplicación de un producto tradicional obliga a distanciarla unos 10-12 cm del P, para evitar un impacto dañino sobre la planta. Al permitir la toma de los nutrientes desde el comienzo de la germinación, se logra rápidamente el desarrollo de la planta y la formación del sistema radicular. No cambia la fertilización posterior, que se lleva a cabo de la forma acostumbrada, sino que reemplaza la que se emplea para la germinación inicial.

APLICACIÓN INTEGRADA EN EL PROCESO DE SIEMBRA 

-¿Cómo se aplica Microstar?

-La dosis de uso en el caso del maíz es de 20 kg/ha. Como la mayoría de las máquinas sembradoras tienen equipamiento para dosis altas, de 80, 100 o 200 kg/ha, al requerirse solamente 20 kg, se necesita un microgranulador, como los que se ocupan para insecticidas de suelo. Sin embargo no se puede mezclar con el insecticida, porque son partículas de peso específico diferente, es decir tienen que ir en dos contenedores separados. Microstar se distribuye por encima de la semilla y después se tapa el surco como usualmente se hace. Todo se realiza en un mismo proceso, no es necesaria una adaptación de la máquina, solo agregar el microgranulador que va a administrar el producto. Por supuesto en una aplicación al voleo se perdería todo el efecto que promocionamos.

-¿Cómo es su comportamiento en distintos tipos de suelo?

-En los de alta capacidad de insolubilización del fósforo, como aquellos muy alcalinos o muy ácidos, el producto anda bien, gracias a la tecnología TPP. Además al estar en contacto con el fertilizante, la semilla lo toma de inmediato y su crecimiento se da rápidamente pese al frío de siembras tempranas. Estas a veces se llegan a hacer con temperaturas de suelo de 7 a 8ºC, situación en la que, sin Microstar, la planta tarda mucho en desarrollarse y generar su sistema radicular.

-¿Lo han probado en los suelos ácidos del sur?

-La tecnología de protección hace que el fósforo no se insolubilice en las condiciones de los suelos del sur.

LOS BENEFICIOS VAN MUCHO MÁS ALLÁ DEL MAÍZ

-¿Hay evaluaciones en Chile?

-Hace algunos años ya que estamos probando, esta va a ser la primera temporada de ventas aquí, con producto originado en Francia. A partir de 2016 va a venir de Argentina, porque estamos montando una planta en Pergamino, provincia de Buenos Aires.

-¿Microstar se recomienda solo para maíz?

-No, el mercado al cual nos estamos dirigiendo en Chile es maíz, primero, pero luego vendrá remolacha, después especies hortícolas de siembra directa y continuaremos en otro tipo de cultivos. También es posible usarlo en trigo, por ejemplo, como se hace en Francia, con una dosis aumentada a 30 kg/ha, pero el efecto sigue siempre el mismo: colocar la semilla junto con el fertilizante sin que haya un efecto de fitotoxicidad, obteniendo un aprovechamiento inicial. No es una historia muy compleja, el tema es tener la tecnología para poder mezclar el fertilizante en la semilla, lo que antes no se lograba.