Entomólogo chileno descubrió el chinche de ojos grandes más antiguo del planeta
Fosilizado en una pieza de ámbar, el científico descubrió el insecto en Myanmar, mientras buscaba información sobre especies subantárticas en lo que alguna vez fueron bosques de araucarias en ese país del sudeste asiático.
El Dr. Eduardo Faúndez Peña, académico de la Universidad de Magallanes, ha encontrado el chinche más antiguo del mundo en un fósil atrapado en ámbar de Myanmar, en el sudeste asiático. El fósil tiene una antigüedad de 99 millones de años y pertenece a la familia Geocoridae, más conocida como chinches de ojos grandes, que son depredadores de otros insectos y se utilizan para control biológico.
El hallazgo proporciona información valiosa sobre la evolución de la familia y se espera que se realice un análisis filogenético para reconstruir la historia de toda la familia. Faúndez espera también encontrar fósiles más ancestrales relacionados con los bosques de araucaria de Chile y las dos especies bien conocidas de chinches de ojos grandes de la zona subantártica.
Faúndez, quien obtuvo su doctorado en Entomología de la North Dakota State University realizó este descubrimiento en el contexto de una investigación llamado Artrópodos en Patagonia meridional: cambio climático y relaciones socio-ecológicas, el cual busca develar las relaciones más ancestrales de aquellos insectos conocidos popularmente como “chinches” que hoy habitan la zona subantártica.
El académico quería buscar ancestros de los chinches subantárticos en los bosques de araucaria de Myanmar, antiguo Birmania, y para ello compró material descartado por las minas de ámbar de ese país. “Pasa mucho que el ámbar de esa zona se vende para joyería”, explica, “pero el ámbar que tiene bichos o cosas así, prácticamente, casi lo desechan, y a veces lo venden por lotes para educación. Entonces, uno compra un lote y no sabe lo que va a venir”.
A fines del siglo XX, la ciencia encontró evidencia de un fósil encontrado en un yacimiento ubicado en Colorado, que fue datado con una antigüedad de 34 millones de años. El que encontró el Dr. Faúndez tiene 99 millones.
Su interés en ese país se explica “porque hace 100 millones de años, los bosques de ahí eran de araucarias, parecidos a los que tenemos en Chile, entonces estaba buscando esas relaciones, y de repente encontré en una de las muestras algo muy raro. Ahí contacté a los otros especialistas que trabajan con esta familia, y entre los tres llegamos a la conclusión de que, en efecto, era un bicho de esta familia, y era algo muy extraño haberlo encontrado en esas circunstancias”, detalla. Lo que le llamó la atención fueron “los ojos del bicho, que tiene los ojos muy grandes, que es algo característico de esta familia”.
La pieza de ámbar que contiene el fósil estudiado procede de Noije Bum, cerca de Tanai Village Hukawng Valley, Kachin State, norte de Myanmar. “Es una familia más antigua de lo que se cree”, explica Faúndez. “La mayoría los conoce como chupa sangre, pero éstos son depredadores. Cazan bichos más chicos y hoy incluso se ocupan para control biológico, es decir, se crían y se sueltan en los campos para que se coman las plagas, para evitar el uso de pesticidas”.