Empresa Multiplicadora de Semillas: Uniformidad y Economía en Riego por Aspersión
“Tenemos un cabezal de riego a partir de agua de pozo y con eso abastecemos todo el campo mediante goteo. Como no podemos contar con una pluviometría que en ciertos períodos del año ayude a mantener la humedad del suelo y a través del sistema por goteo tampoco se puede, usamos el riego por aspersión para preparar suelo e implantar los cultivos en condiciones de humedad adecuada. Después, durante los primeros estados de desarrollo este método nos permite también levantar un poco la humedad ambiente”.
Mariela Ubeda, supervisora general del campo, indica que los aspersores tradicionales –también llamados rotadores o de impacto, debido a su particular golpe permanente al chorro que sale a través de una boquilla– no los tenían del todo conformes. Se producían apozamientos y distribución dispareja del agua, “lo que obviamente genera problemas desde la preparación del suelo en adelante. Por ejemplo, tú no puedes ingresar la maquinaria porque hay sectores que están muy húmedos, luego se producen diferentes grados de compactación en las mesas, las que quedan desniveladas. Al final tienes plantas más bajas y más altas en algunas partes”.
Dados los altos requerimientos de la producción de semillas de hortalizas, se necesita un riego muy balanceado al inicio, que genere las condiciones ideales de germinación. Ello llevó a Maraseed a reemplazar sus aspersores tradicionales por el aspersor Xcel Woobler de Senniger (EE.UU.). Este último forma parte de una familia de equipos que se diferencian de las tecnologías convencionales por lograr una aplicación más pareja, con tasas de 85 a 90% de uniformidad en campo. Ello evita la necesidad de dar un tiempo adicional de funcionamiento para emparejar la aplicación. Por tanto, existe un importante ahorro de agua y energía.
Adicionalmente, obtiene caudales adecuados a muy bajas presiones, de 1 a 1,38 bares, lo cual se traduce en un ahorro de alrededor de un tercio en energía, según estiman los distribuidores de los equipos. “Cuando llega la cuenta de luz y de agua te das cuenta del cambio”, señala Gustavo Harfagar, de Tecnoagro. Por ejemplo, el riego instalado en Maraseed opera a 1,38 bares para entregar un caudal de 341 litros/hora por boquilla. Como referencia, un aspersor de impacto trabaja corrientemente entre 2,5 y 3 bares.
De acuerdo a lo señalado por sus representantes en Chile, el aspersor Xcel Wobbler alcanza un alto estándar en el control de heladas, ya que genera una lluvia constante en forma de domo o paraguas, resistente a la deriva del viento, abarcando casi simultáneamente toda la superficie bajo su alcance. Es posible aplicar la lámina que corresponda según la temperatura bajo cero que se requiera contrarrestar y, puesto que opera a una muy baja presión, necesita equipos menos robustos en su bombeo, menores espesores de tuberías, y no precisa de elevadores en galvanizado, lo cual se traduce en economías en la implementación y funcionamiento del sistema antiheladas.
Salvador Morales, supervisor de riego en Maraseed Curacaví, señala: “Tenemos mucha brisa, y cuando estábamos regando a campo abierto se llevaba todo el riego a un costado, pero ahora está bastante parejo, porque son chispazos de gotas que van cayendo y no se retienen en el aire”.
Con el equipo, de costo similar a los convencionales, es posible solicitar de manera gratuita el software WinSIPP2 para visualizar la uniformidad de aplicación del aspersor antes de instalar el sistema. El programa solicita llenar algunos datos a partir de una base técnica de conocimientos relativamente simples. Con ellos compara distintos espaciados, modelos de aspersores, tamaños de boquillas (caudales) y presiones de funcionamiento para determinar la mejor combinación en el caso en particular. Se debe tener en consideración, en todo caso, que pueden existir diferencias en las velocidades de infiltración de la lámina de agua aplicada, dependiendo de las características físico-hídricas del suelo, aspecto importante de considerar en el diseño, sea cual sea el emisor que se proyecte utilizar.
Los aspersores se fabrican con termoplásticos de alta resistencia y larga duración. Tienen garantía de dos años y se estima un tiempo de servicio superior a las 15 temporadas. Las boquillas, por su parte, debieran reemplazarse no antes de cinco años, dependiendo de la intensidad de utilización.
Además del uso al que se destina en Maraseed, en Chile el aspersor Xcel Wobbler ya se utiliza (para riego o control de heladas) en arándanos, duraznos, manzanos, paltos, cultivos de alta densidad, como papa y hortalizas, viveros agrícolas, viveros forestales, semilleros de maíz e invernaderos.