El negocio del arándano, según Giddings Perú
Desde que Giddings Perú iniciara sus operaciones en el país, ha ido creciendo a un ritmo vertiginoso, siguiendo los pasos de la industria de arándanos. Hoy manejan casi 400 ha, entre terceros productores y un campo de explotación propia instalado en Virú. El lugar escogido para este último fue la ladera de un cerro que hasta febrero de este año nunca había sido plantada, y que transformaron por completo. Se trata de un huerto 100% orgánico de 130 ha finales, de las cuales hoy están plantadas 52.
Julio Giddings comenzó en el negocio de los berries hace más de 30 años, pero trabajando en otra empresa líder del sector. Aunque antes de constituir la empresa, en 1993 Julio Giddings ya había iniciado sus primeras producciones de arándanos en Chile y de frambuesas en México y nueve años más tarde, en 2002, funda Giddings en ambos países.
Hoy es una empresa global que además de tener producción en Chile y México, en 2016 se aventura a producir arándanos en Perú y cerezas en noroeste de EE UU, con fruta orientada a mercado asiático. “El fundador de la empresa y actual CEO del holding no es simplemente un inversionista. Julio Giddings es un agrónomo que comenzó desde abajo y conoce el negocio hace décadas. Esa es una particularidad que le permite tener sensibilidad a detalles críticos, los cuales al final impactan en la cultura organizacional y nos tiene muy motivados a todos los que trabajamos aquí, en cada proyecto que emprendemos”, cuenta Francisco Vizquerra, gerente general de Giddings Perú, sobre una firma que se ha ido forjando gracias a alianzas internacionales con otras empresas del sector.
El establecimiento y desarrollo de Giddings Perú lo motiva el crecimiento de la demanda por berries de alta calidad en momentos del año en que los grandes mercados consumidores tenían que conformarse con la limitada oferta (en cantidad y calidad) de los productores tradicionales del hemisferio sur. Primeramente, fueron concertando alianzas con productores locales, hasta que en julio de 2018 concretan la implementación de una operación productiva propia en Virú, a una hora de Trujillo, cuyas primeras 52 ha fueron plantadas en febrero de este año.
CRECIMIENTOS AL 100% TODOS LOS AÑOS
“En Perú hemos ido creciendo casi un 100% todos los años”, confirma Vizquerra. La oferta se ha duplicando cada 365 días, gracias a una planificación agresiva, que concuerda con otros proyectos, de mayor o menor tamaño, que se han realizado en diferentes zonas productivas del país, “aunque eso es algo que ya no sorprende en un rubro como este”, remarca. En concreto, hoy Giddings tiene doce alianzas de largo plazo y ocho alianzas de corto y mediano plazo con productores peruanos. “Les ayudamos a implementar el proyecto y les damos soporte técnico para que puedan sacarlo adelante tanto en el mantenimiento del cultivo como en las operaciones poscosecha. Además, por supuesto, de darles soporte comercial”.
Ya sea con alianzas con terceros como con operación propia, Giddings Perú se ha ido posicionando en diferentes zonas productoras. En la zona norte tienen presencia en Cajamarca, Lambayeque y La Libertad; en el norte de Lima, en Huacho; en el sur, en Cañete, Chincha e Ica y en la sierra de Áncash.
LA ELECCIÓN POR LO ORGÁNICO
El hecho de que la operación de Giddings Perú sea mayoritariamente orgánica no es algo fortuito. Pareciera que las condiciones agroclimáticas son favorables para desarrollar este tipo de agricultura en algunas zonas áridas de la costa. Además, en esta región hay agua y su calidad es la óptima para este cultivo. Sumado a esto, encontramos suelos arenosos sin limitaciones fisico-químicas y tenemos ausencia de lluvias; lo cual combinado con un manejo técnico adecuado, permite obtener alta productividad con fruta de calidad requerida en los mercados. Ahora bien, eso no quiere decir que en la sierra no se pueda hacer agricultura orgánica, señala Andrés Rodríguez, gerente técnico de Giddings Perú.
El primer campo de gestión exclusivamente propia de Giddings en Perú, comenzó a implementarse en junio del 2018 y hasta febrero de este año nunca se había plantado algo allí. “Se podría decir que era un ecosistema más limitado o simple”, sostiene Rodríguez. “Sin embargo, con nuestra presencia, ese ecosistema va nutriéndose e irá apareciendo nueva flora y fauna allí e iremos aprendiendo a convivir con ella”, añade. En concreto, al hacer agricultura orgánica es ilógico pensar en lograrlo teniendo un impacto negativo sobre el ecosistema. Más bien, el trabajo se basa en gestionarlo de tal forma que el cultivo esté preparado para convivir como parte del mismo, sin perjudicarlo. En el peor de los casos, conducirlo a que no haya desequilibrios.
En esta primera etapa de cultivo, las principales plagas son los insectos de follaje como Heliothis y mosca blanca, mientras que Alternaria y Botrytis son las principales enfermedades, sobre todo cuando la humedad relativa aumenta y se tienen más días nublados. En manejo orgánico incluso hay algunas plagas que en algunas etapas del cultivo pueden ser dañinas, a su vez pueden ser de ayuda en otras fases del cultivo. “Por ejemplo, especialmente en algunas variedades, hay épocas en que podemos permitir que Heliothis pueda eliminar los ápices. Eso ayuda a que la planta emita brotes laterales y aumente los puntos de fructificación, lo cual repercute en una mayor producción”, explica el gerente técnico.
MORAS Y CEREZAS SE PODRÍAN SUMAR AL PORTAFOLIO
Vizquerra confirma que esta no será la única operación propia de Giddings en Perú. De hecho, en esta misma superficie aún podrían seguir creciendo. “En zonas aledañas estamos consolidando acuerdos para adquirir tierras”, cuenta. “También estamos evaluando crecer en otras regiones que tienen características óptimas para el desarrollo de las especies de nuestro portafolio corporativo”, afirma el gerente general. Sin embargo, ese crecimiento del que habla Vizquerra también se seguirá dando con alianzas con empresas que producen otros cultivos o con aquellas que ya mantienen acuerdos y desean aumentar su superficie. “Esa es la estrategia como hemos ido creciendo aquí en Perú y continuará siendo relevante en nuestro desarrollo a futuro”, remarca.
Y esa estrategia pasa también por incluir nuevos cultivos al portafolio. Hasta ahora Giddings Perú se ha especializado en la producción y comercialización de arándanos, a diferencia de la casa matriz y la filial de México, que producen también mora, frambuesa y cerezas (esta última es producida por Cerasus, en Chile y EE UU). Sin embargo, Giddings Perú ya está haciendo pruebas con moras y cerezas. “Los ensayos con cerezas llevan un año y en este tiempo nos hemos centrado en el comportamiento de la planta”, explica Vizquerra y sobre la mora dice que “hay una oportunidad muy interesante para Perú si se logra sacar fruta más temprano que México. Ese es el reto”, finaliza el gerente general.
EN VIRÚ APUNTAN A PRODUCIR FRUTA TEMPRANA Y DE ALTA CALIDAD
Buena parte de la estrategia de crecimiento de Giddings en Perú se ha basado en buscar zonas productivas con climas diferenciados. Asimismo, buscan manejos diferenciados, por ejemplo, invirtiendo fuertemente en las últimas tendencias de nutrición vegetal, buscando nuevas alternativas para que la planta tenga una mayor capacidad de producir azúcares y transportarlos hacia los frutos o probando nuevas estrategias para aumentar la firmeza de la fruta y accediendo a genética moderna.
No es un misterio que los compradores internacionales están prefiriendo todos los beneficios del clima peruano, sumándole a ello fruta con excelente sabor y apariencia. “En Giddings Fruit y Giddings Perú buscamos, tener esa capacidad de diferenciación”, sostiene el gerente general. Y eso es lo que quieren conseguir en el fundo Napo, en Virú, que tiene un perfil térmico y de humedad distinto a otros predios que están en este mismo departamento a menor altura y al menos 10 kilómetros más cerca a la costa.
“Aquí tenemos una planta más equilibrada porque no tiene tanto estrés abiótico, por ejemplo, de brisas salinas. En estas condiciones tenemos un delta térmico potencial más alto, que podría ser de 1,5ºC de mayor diferencia respecto a otros predios de la costa. Puede que parezca una cifra insignificante, pero ese 1,5ºC pesa mucho. Estamos apuntando a producir fruta temprana, en alta productivdad por hectárea y con mejor calidad, cosa que no es posible en huertos que están más cercanos a la costa, ya que tienen una alta probabilidad de tener más días nublados que nosotros. Nuestro objetivo es producir fruta temprana con calidad y condición diferenciada. Así es que seremos sosteniblemente competitivos”, explica Rodríguez.
LA PRODUCCIÓN ORGÁNICA VA PRINCIPALMENTE A EE UU
Hoy por hoy, la fruta orgánica que Giddings Perú produce en el país se envía mayoritariamente a EE UU porque al día de hoy es el mercado que más la aprecia. “Los consumidores de EE UU, en importantes proporciones y durante gran parte del año, están dispuestos a pagar más por fruta orgánica de origen peruano. En algunos momentos de año no la requieren porque tienen oferta local. Sin embargo, cuando ocurra un gran aumento de la oferta orgánica temprana del hemisferio sur, eso cambiará y los márgenes se reducirán. Sin embargo, nuestra cultura de producir fruta orgánica y sana, no cambiará. La seguiremos ofreciendo al mercado priorizando a quien más la aprecie”, subraya Vizquerra.
Black Venture Farms, genética propia
Desarrollo de nuevas variedades en cuatro berries, a través de mejoramiento genético. Asimismo, se encarga de la evaluación y desarrollo de selecciones avanzadas de otros programas a través de acuerdos. Además, se encarga de la adquisición de nuevas variedades de otros programas de mejoramiento genético. Black Venture Farms, una subsidiaria propiedad de Giddings, cuenta con un laboratorio de cultivo de tejido para el almacenamiento y multiplicación de selecciones y variedades avanzadas.
GENÉTICA ESCOGIDA PARA LA PRIMERA ETAPA
El fundo Napo tiene un total de 130 ha, de las cuales en febrero se plantaron 52 ha, principalmente variedad Ventura, cuyas plantas fueron importadas directamente desde el vivero Fall Creek en Oregon, EE UU. Las hectáreas restantes se plantarán a fines de año. Mientras tanto, se avanza en la preparación del terreno y en terminar todos los servicios del fundo. “Además, estamos terminando de estudiar el mix de variedades que vamos a incorporar”, confirma Vizquerra. Pero la elección no es un asunto sencillo.
La elección de Ventura se hizo pensando en su productividad comprobada en Perú, así como su buena apariencia y calibre. “La fruta de buen calibre, impacta positivamente en la productividad, pero sobre todo hace más amigable y eficiente el trabajo del cosechador, lo cual es un factor crítico para ser competitivos”, sostiene Vizquerra. “Biloxi también es muy productiva, pero suele tener menor calibre y creemos que se ha ganado injustamente un mal prestigio de sabor. Hemos participado en producción de Biloxi que se ha vendido en China a precios excelentes por su calidad, sabor y apariencia. De forma natural, en algunas zonas sí se logra cosechar Biloxi de buen sabor”, complementa Rodríguez y subraya que el éxito con esta variedad depende de la combinación de factores como clima, suelo, agua y manejo. “He visto productores que sacan 4 TM/ha de fruta de pequeño calibre sobre todo por limitaciones técnicas, pero también hay muy buenos productores que obtienen excelentes productividades (por encima de 25TM/ha) de fruta con buen calibre y sabor”, remarca. Pero, más que Biloxi producida en el norte, centro o sur; lo que se debe buscar es un clima seco y con mayor delta térmico para poder tener fruta con baja acidez y apariencia destacable.
Actualmente, Ventura es una variedad reconocida por su alto calibre, productividad y apariencia escepcional, con Giddings recibiendo la fruta y el manejo agronómico adecuado, esperamos lograr tambien un sabor y dulzura que el mercado distinga. “En mi opinión, Ventura es la variedad de arándano que produce la fruta más bonita que hay. Además, si gestionamos una nutrición y manejo adecuado a cada zona, deberíamos ser capaces de sacarle el mejor sabor”, explica Rodríguez.