El desempeño de las exportaciones peruanas y las expectativas a futuro
Las exportaciones peruanas de uva tuvieron un buen desempeño durante los últimos cinco años. Sin embargo, los efectos del Covid-19 sobre la economía global podrían afectar la campaña que se viene.
En los últimos cinco años, las exportaciones peruanas de uva tuvieron un crecimiento sostenido de 4% en promedio cada año. Gracias a estos resultados, en ese lapso el Perú logró desplazar a Italia del cuarto puesto en el ranking de exportadores globales de uva, con una participación de 7.7%. Si mantiene la tendencia, en unos años podría superar a Estados Unidos, que hoy tiene 8.2% de participación global, y entrar al Top 3 global.
La ventana de exportación de uva en el Perú inicia con la primavera local en la semana 40 (principios de octubre) y culmina junto con el verano en la semana 13 del año siguiente (fines de marzo). Durante la campaña 2019/20, las exportaciones de uva peruana sumaron 364,846 toneladas, por un valor de US$ 924 millones. En comparación con la campaña 2018/19, los envíos cayeron un 3% en volumen, pero crecieron 8% en valor. Al crecer en valor, la uva se mantuvo como el principal producto de la canasta agroexportadora peruana, con un 15% de participación. Una posición que será difícil de sostener ante el imparable crecimiento del arándano, que en el 2019 pasó al segundo lugar y se ubicó a solo un punto porcentual de la uva.
¿QUÉ OCURRIÓ DURANTE LA CAMPAÑA?
En la campaña 2019/20 se usaron estrategias que permitieron mejorar los resultados de las exportaciones. Las empresas atrasaron sus envíos un par de semanas, lo cual permitió que el pico de la campaña peruana, entre las semanas 51 (previa a la Navidad) y 3 (previo a la celebración del Año Nuevo Chino), coincidiera con un incremento natural del precio (producto de una mayor demanda de uva por las fiestas). Entre las semanas señaladas, el precio de la uva fue superior a US$ 2.60/kg, mientras que en otras semanas el precio máximo alcanzado fue de US$ 2.53/kg.
El retraso de los envíos es una decisión estratégica, pues permite incrementar el valor total de las exportaciones. Con esta decisión, de pasar el pico de la semana 52 a la 3, las empresas peruanas están tratando de ganar el pequeño espacio no cubierto por dos grandes rivales: la uva de California (EE.UU.), que termina su campaña en diciembre, y la uva de Chile, que inicia lentamente en enero. Haber entrado en este espacio, permitió al Perú abastecer a Estados Unidos cuando hay una escasez de la fruta y cosechar la mayor demanda de China por la celebración de su Año Nuevo, que es cuando mejores precios.
SIGUE EXISTIENDO UNA ALTA CONCENTRACIÓN
El 70% de las exportaciones peruanas durante la campaña 2019/2020 se concentraron en tres destinos: Estados Unidos (42% de participación), los Países Bajos (15%) y China (14%).
Estados Unidos: Fue el principal destino de las exportaciones de uva peruanas, al recibir 152,902 toneladas valorizadas en US$ 443 millones. En este país, los envíos incrementaron 19% en volumen y 34% en valor, en comparación a la campaña previa. La menor oferta de fruta ocasionó que el precio se elevara en 13%, hasta alcanzar un valor de US$ 2.90/kg.
Entre octubre y marzo, los principales proveedores de uva en EE UU fueron Chile, con 61% de participación en el mercado, y el Perú, con 37%. Durante este periodo, la uva peruana tuvo un precio 23% más alto que la chilena, pues el Perú ofreció nuevas variedades sin semilla, que tienen alta demanda, mientras que Chile siguió enviando variedades tradicionales. Ambos países están pasando por un proceso de reconversión para alinearse con las nuevas preferencias del mercado, aunque el Perú le lleva la delantera en este proceso.
Países Bajos: Las exportaciones peruanas de uva al país europeo sumaron 53,012 toneladas por un valor de US$ 113 millones durante la campaña 2019/20. En comparación al periodo anterior, los envíos cayeron 19% en volumen y 13% en valor. A causa de la contracción de la oferta, el precio de la fruta incrementó 8%, alcanzando un valor de US$ 2.14/kg.
En los Países Bajos, Sudáfrica fue el principal proveedor durante los meses de la campaña hasta marzo, con un 46% de participación, seguido del Perú, con 21%. En este mercado, la uva peruana tuvo un precio 14% más bajo que la sudafricana.
China: Es un caso excepcional entre los destinos peruanos, pues las exportaciones de uva al país asiático durante la campaña 2019/20 alcanzaron 48,907 toneladas por un valor de US$ 116 millones. En este caso, los envíos de la fruta cayeron 27% en volumen y 18% en valor, ocasionado principalmente por los menores envíos realizados los últimos meses de la campaña a raíz del brote del Covid-19. En este país la caída de la oferta, ocasionó un incremento en los precios de 12% respecto a la campaña pasada, alcanzando una cotización promedio de US$ 2.37/kg.
Entre octubre y marzo, el Perú fue el principal proveedor de China, con 48% de participación, seguido de Sudáfrica, con un 17%. Respecto de los precios, la fruta peruana alcanzó un valor 79% más alto que el sudafricano. Este comportamiento singular en China, se debe a que el Perú tiene la ventaja de ser uno de los pocos proveedores del país asiático durante los primeros meses del año, lo cual le permite obtener mejores precios para su producto.
SURGIERON DESTINOS ATRACTIVOS
El incremento de la oferta peruana y chilena en los últimos años ha empujado continuamente los precios de la uva a la baja. El punto más bajo se consiguió en la campaña 2018/19, cuando el kilogramo de uva se cotizó en US$ 2.25. En comparación, durante la campaña 2019/20, los precios mostraron una ligera recuperación, sin embargo, aún está muy lejos de recuperar los US$ 3.00/kg al que cotizaba unas temporadas antes.
EE UU es el mercado más atractivo. En la temporada peruana no solo incrementó su demanda por la fruta, también ofreció uno de los mejores precios para la uva del Perú. Sin embargo, no fue el único destino atractivo. En Asia se empieza a perfilar Corea del Sur como un mercado interesante. Durante la campaña 2019/20, las exportaciones a este país sumaron 9,143 toneladas por un valor de US$ 25 millones; un incremento de 10% en volumen y 20% en valor respecto de la campaña previa. El buen dinamismo en el país asiático, permitió que escale tres posiciones y se ubique octavo mayor destino para la uva peruana, con un precio promedio de US$ 2.72 por kilogramo, 7% por encima del promedio de la campaña 2019/20 y 9% más alto que en la campaña previa.
En Europa, hay dos países que también vale la pena mencionar por los altos precios que pagaron durante la campaña 2019/20. El primero es Noruega, mercado al que se enviaron 250 toneladas de uva por un valor de US$ 795,000. En comparación al periodo anterior, los envíos al país europeo cayeron 63% en volumen y valor. Si bien el resultado es poco favorecedor, Noruega es el mercado que pagó el precio más alto por la uva: US$ 3.18/kg. El segundo mercado europeo con precios más altos fue el Reino Unido: US$ 2.77/kg, 9% más que el precio promedio. En comparación al periodo anterior, los envíos a Reino Unido cayeron 9% en valor y volumen.
¿QUÉ NOS DEPARA EL FUTURO?
Durante los últimos años, las exportaciones peruanas de uva tuvieron un buen desempeño. A pesar que los volúmenes enviados se mantuvieron estables, las empresas peruanas aprovecharon las oportunidades que ofrecieron los mercados para incrementar el valor del producto.
Estos resultados podrían no repetirse, debido a la incertidumbre mundial ocasionada por el Covid-19. Si bien la enfermedad se descubrió a fines del 2019, no fue hasta mediados de febrero del 2020 que empezó a impactar en la economía mundial. La campaña 2019/20 no se vio afectada, debido a que estaba en sus meses de cierre. Sin embargo, es posible que la campaña 2020/21 sí sea impactada por el virus.
El contexto mundial está obligando a los consumidores a cambiar sus hábitos y reevaluar sus prioridades. En el caso del mercado de alimentos, se empieza a optar por productos que contribuyen a mejorar la salud; como los cítricos, que ayudan a reforzar el sistema inmunológico y prevenir enfermedades respiratorias.
Durante los primeros cuatro meses del año, el principal exportador de uva fue Chile, con 47% de participación. Su campaña se inicia en enero y termina en mayo, por lo que su ventana de exportación coincidió con los meses más críticos de la pandemia, convirtiéndolo en un buen ejemplo para analizar cómo podría afectarse el mercado de uva.
La campaña chilena tuvo un inicio lento. Las empresas optaron por retrasar sus envíos hasta la segunda quincena de enero, con el objetivo de evitar cruzarse con el cierre de las campañas de California y el Perú. Es así que, en diciembre, las exportaciones tempranas de uva chilenas apenas sumaron 4,471 toneladas por US$ 6.5 millones, 35% menos en volumen y 32% menos en valor.
La decisión tomada al inicio fue una de las más acertadas. El pánico ocasionado por la pandemia hizo que la demanda mundial incrementara drásticamente, en un momento donde pocos países podían proveer del producto. Gracias a esta situación, el precio de la uva y de otros productos se elevó. En el mes de enero, las exportaciones chilenas de uva sumaron 49,537 toneladas por un valor de US$ 75.3 millones, un incremento de 6% en volumen que gracias a los mejores precios significó un crecimiento de 20% en valor. En febrero, con la enfermedad invadiendo Europa y generando pánico en todo el planeta, los envíos saltaron hasta 115,427 toneladas por un valor de US$156.6 millones. Con 8% de incremento en volumen, los mayores precios permitieron crecer 14% en valor.
Para marzo, sin embargo, con la pandemia ya en América y el mundo entero amenazado, la situación se empezó a normalizar. Los consumidores, que en un inicio demandaban mayores volúmenes de uva, ahora estaban controlando su consumo ante el anuncio de una posible crisis global y los precios regresaron a los del 2019. Durante este mes, las exportaciones chilenas de uva sumaron 203,463 toneladas por un valor de US$ 265.1 millones, lo que significó un crecimiento de solo 2% en volumen y valor.
Con las restricciones sociales para evitar el contagio, en abril se evidenció el estancamiento económico global. El ingreso de las familias se vio afectado y el consumo cayó drásticamente. Durante este mes, las exportaciones de uva chilena fueron 232,062 toneladas por un valor de US$ 312.3 millones, lo que significó una caída de 10% en volumen y 5% en valor. Si bien en algunos días se conocerán las cifras de mayo, la campaña terminará en azul, pero la tendencia en el consumo de uva es a la baja.
Durante los últimos meses, el país que estaba pagando un mayor precio por la uva chilena fue Corea del Sur (US$ 1.89/kg), con una cotización 41% por encima del promedio. Detrás se ubicó el Reino Unido (US$ 1.48/kg y 10% por encima del promedio) y China (US$ 1.46/kg y 8% por encima del promedio).
EL FUTURO DE LA CAMPAÑA PERUANA
Es claro que, durante los primeros meses del año, hubo un impacto positivo impulsado por el pánico que surgió ante la pandemia. Sin embargo, este fue menguando con el correr del tiempo. A partir de marzo, muchos países a nivel internacional entraron en recesión económica, lo cual ocasionó una reducción de ingresos y, por lo tanto, una contracción del consumo. ¿Cómo enfrentarán la reactivación económica? Es lo que definirá el éxito de la nueva campaña peruana, que está por iniciar en octubre. Y el mercado que hay que mirar con más atención es EE UU, pues es el principal destino peruano.
Si bien muchos estiman que nada volverá a la normalidad hasta encontrar una vacuna, lo que posiblemente se dé después de marzo del 2021, el futuro aún es incierto. Dado que la vacuna estará disponible después que culmine la campaña 2020/21 del Perú, se presenta un escenario poco alentador y habrá que aprovechar la recuperación de los países asiáticos, que no solo están retomando sus actividades, sino que son los que están pagando precios más altos por la fruta. Descubrir las oportunidades será el reto mayor para los agroexportadores peruanos. Se cuenta con un mejor producto, más orientado al mercado, pero habrá que esmerarse en vender.