Reportajes . ...
Comparte
Innovaciones y descubrimientos de AIN Consultores

Desentrañando el misterio de los brotes detenidos en uva de mesa

¿Por qué algunos parrones prosperan mientras otros luchan contra brotes detenidos? Este fenómeno, también conocido por su nombre en inglés “stunt growth”, ha desconcertado a los viticultores durante años, afectando la productividad y calidad de la fruta. Un proyecto innovador que incluyó 25 centros de monitoreo, ha logrado importantes avances para resolver el misterio y ofrecer soluciones prácticas.

Rodrigo Sapiain

Rodrigo Sapiain

Director AIN Consultores


30 de Julio 2024 Rodrigo Sapiain, ingeniero agrónomo, director de AIN Consultores
Desentrañando el misterio de los brotes detenidos en uva de mesa

Algunos de los cuarteles monitoreados se encontraban equipados con cubiertas plásticas.

En los huertos de uvas de mesa, se ha observado una preocupante problemática que afecta sobre todo a las nuevas variedades del mercado. El fenómeno se manifiesta como una detención del crecimiento de los brotes alrededor de los 30 cm, resultando en entrenudos cortos y racimos de uvas más grandes que los propios brotes.

Se han planteado diferentes hipótesis sobre las posibles causas, que se resumen como sigue:

Factores abióticos:

• Las heladas de mayo y agosto pueden generar daños en el sistema de conducción de la vid (xilema y floema), suspendiendo el desarrollo de los brotes hasta que el sistema se normaliza.

• Una alta conductividad eléctrica del suelo puede inhibir el crecimiento de los brotes.

• Bajos niveles de materia orgánica en el suelo reducen su capacidad para retener agua y nutrientes.

• Desacoplamiento entre crecimiento de raíz (portainjerto) y variedad de la vid.

• La deriva de herbicidas puede causar síntomas de enanismo o crecimiento distorsionado.

• El estrés hídrico o nutricional por falta de agua o nutrientes puede resultar en el estancamiento del crecimiento de los brotes.

Factores bióticos:

• Deficiencias o desórdenes nutricionales.

• Una actividad microbiológica insuficiente en el suelo puede limitar la absorción de nutrientes esenciales.

• La presencia de eriófidos u otras plagas y patógenos pueden ser el origen del problema.

Para verificar cuáles de las variables mencionadas tenían verdadera incidencia, AIN, con la colaboración de empresas y especialistas (ver recuadro) diseñó una investigación cuyos datos se registraron mediante el seguimiento en 25 centros de monitoreo. En cada uno de ellos teníamos dos o tres subestaciones, lo cual permitió comparar distintas realidades de suelo, portainjerto, condiciones climáticas, etc., confrontando lotes que presentaban brotes detenidos y otros que no.

Durante la temporada 2022/23 el proyecto contó con puntos de medición en las regiones de Atacama, Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins. Se evaluaron ocho variedades, Allison, Arra 15, Autumn Crisp, Sable Seedless, Sweet Celebration, Sweet Globe, Thompson Seedless y Timco. También se consideraron los patrones Freedom, Harmony, Paulsen 1103, Ramsey y plantas francas sin portainjerto. Los resultados más significativos se entregan en las siguientes líneas.

HELADAS Y ERIÓFIDOS NO, CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA Y MATERIA ORGÁNICA SÍ

La teoría de que las heladas son la causa principal de los brotes detenidos demostró no tener sustento, y que no se puede atribuir únicamente a este factor el déficit de crecimiento de los brotes. Aun con la ocurrencia de heladas, el porcentaje de yemas primarias con vida en cuarteles afectados por detención de brotes resultó notablemente alto, 88,7%; en cuarteles no afectados el valor fue 91,1%. De hecho, la detención del crecimiento también se presenta en zonas de Perú donde las temperaturas mínimas no bajan de 5°C.

Los resultados sugieren que los eriófidos tampoco son el origen de la detención del crecimiento de los brotes, ya que en el 90% de los cuarteles que sufrieron este problema no se registró presencia de esos ácaros.

La conductividad eléctrica (CE) tuvo una correlación negativa con el crecimiento de los brotes (figura 1). Debe tenerse en cuanta que los niveles de CE en el suelo detectados en los puntos de medición mostraron una relación directa con la pluviometría de las zonas evaluadas, decreciendo de norte a sur.

Se observó que la sintomatología del brote detenido era mayor en zonas con menos precipitaciones y altos niveles de CE en el suelo y muy poco frecuente en las estaciones de la región de O’Higgins, de mayor pluviometría. Esta evidencia respalda la experiencia empírica de que en general los años con inviernos lluviosos tienden a tener mejores brotaciones, lo cual fue clarísimo en la temporada 2023/24.

Por otra parte se estableció un aumento de la probabilidad de brote detenido cuando existen conjuntamente una alta CE acompañada de niveles elevados de magnesio.

Por otro lado, la materia orgánica (m.o.) del suelo mostró una correlación positiva con el crecimiento de los brotes, lo que sugiere que un aumento en el contenido de m.o. favorece su desarrollo. En este sentido, cuesta determinar si los efectos son directos o si son indirectos debido a una mayor actividad microbiológica, clave en un sistema sanos de raíces.

PORTAINJERTOS DISTINTOS TIENEN DIFERENTES COMPORTAMIENTOS

La evaluación de los portainjertos Paulsen, Freedom y Harmony, reveló que, aun cuando las correlaciones entre el crecimiento de brote y la conductividad eléctrica son bajas, sí se logra ver una tendencia de Paulsen a presentar menos problemas de detención de brotes. La resistencia o tolerancia a las sales es clave, y los datos indican que Freedom y Harmony tienen un comportamiento inferior en este aspecto.

En definitiva, la sinergia entre altas conductividades eléctricas y bajos niveles de materia orgánica al presentarse en un cuartel aumenta la probabilidad de ocurrencia de detención de brotes en portainjertos con menor tolerancia a conductividades eléctricas altas.

RESERVAS Y NUTRICIÓN, EL ALIMENTO ESENCIAL

Se realizó un análisis multivariado de componentes principales utilizando parámetros obtenidos del análisis de floración, como nitrógeno (% de N), nitratos (mg de NNO3/kg), amonio (mg de NNH4/kg), zinc (mg de Zn/kg), boro (mg B/kg), y análisis de reservas de arginina en raíz y sarmientos en el momento de brotación. A partir de estos datos se observó una correlación positiva entre el Zn y B foliar y el largo de brotes, sugiriendo que un crecimiento más vigoroso y extenso de los mismos se asocia a un mayor contenido de dichos elementos (figura 3).

 

Los niveles de almidón en raíz muestreados en receso invernal, en conjunto con los niveles de arginina en sarmiento al momento de brotación, tuvieron una proporcionalidad directa en el crecimiento de brote de manera positiva. Sin embargo, al presentar correlaciones positivas tanto en cuarteles con la problemática como en cuarteles con crecimiento normal, solo se puede asegurar que están involucrados en el crecimiento de un brote, pero no necesariamente que esta variable sea la causa del crecimiento detenido.

Los resultados revelaron una fuerte correlación negativa entre el crecimiento de los brotes y el desorden fisiológico conocido como “palo negro”, vale decir que disminuye la probabilidad de su ocurrencia a medida que aumenta el crecimiento de los brotes. Asimismo, a mayores niveles de magnesio (Mg) en la planta, se reduce la predisposición a sufrir este problema.

Con el potasio (K) sucede lo contrario: si aumenta el contenido de K en la planta, también lo hace la probabilidad de aparición de palo negro. Se encuentra reportado que relaciones altas de K/Mg y/o K/calcio (Ca) son indicios del desorden fisiológico, y que aplicaciones foliares de Ca y/o Mg reducen su incidencia.

Cabe hacer notar que, como se señaló anteriormente, un alto nivel de Mg en el suelo sumado a una alta CE aumentaría la probabilidad de detención de brote, pero que el aumento de Mg en la planta en combinación con un menor contenido de K disminuiría la posibilidad de ocurrencia de palo negro.

De la información de los análisis foliares obtenida en los predios, es relevante señalar que se desprende la necesidad de revisar los programas nutricionales de potasio y zinc:

Potasio: 55,5% de las muestras se encontraba fuera de rango y un 44,5% en el rango adecuado (figura 4).

Zinc: se encontró una deficiencia generalizada. Hoy el rango está mayoritariamente entre 25 y 70 ppm, siendo 60 ppm el mínimo aceptable (figura 5).

OTROS ASPECTOS: PORCENTAJE DE BROTACIÓN, TECHOS, PEDREGOSIDAD

La figura 6 grafica la evolución del crecimiento de los brotes en los cuarteles en que se dio el fenómeno de detención, categorizados como “malos”, en comparación a cuarteles sin el problema (“buenos”). La imagen revela una ralentización desde la semana 46 (aproximadamente floración) en adelante. Sin embargo, todas las variedades alcanzaron un alto porcentaje de brotación, entre 58 y 80%, de donde se desprende que la detención no es provocada por un déficit de brotación.

Algunos de los cuarteles monitoreados se encontraban equipados con cubiertas plásticas y otros sin ellas. Los sectores bajo techo mostraron un mayor crecimiento de los brotes que los descubiertos. Asimismo, ofrecieron una temperatura ambiental promedio más alta de hasta 2°C, creando un ambiente favorable para el desarrollo de las plantas.

Bajo plástico el calibre de la fruta fue 1 mm superior. Sin embargo, las cubiertas resultan un “arma de doble filo”, ya que en los cuarteles equipados con ellas se verificaron aumentos de defectos como manchas (12,1% más) y estrías (9,8% más).

En muchos casos los sectores pedregosos presentan menos problemas que aquellos con baja pedregosidad, probablemente porque los suelos más livianos tienen mejor drenaje, más oxígeno, menos sales en general, y el monitoreo indicó mayores temperaturas para ellos. Se trata de factores posiblemente relacionados con sistemas radicales más sanos, activos y con mayor capacidad de absorción de nutrientes.

PRINCIPALES CONCLUSIONES A PARTIR DE LOS DATOS OBTENIDOS

Los aspectos más importantes que se determinaron en el proyecto son los siguientes:

Brotación: el problema de crecimiento detenido de las plantas identificado en los cuarteles que se monitorearon no se debe a una brotación deficiente. Los factores que podrían estar contribuyendo a esta situación parecen hallarse relacionados con las condiciones del suelo y la nutrición de las plantas.

Suelo: no existe una sola variable como causa única. Se ha identificado una correlación entre los niveles de conductividad eléctrica (CE) y el desarrollo de los brotes: a medida que aumenta la CE, hay una mayor incidencia de la detención. Además, se ha observado una relación negativa entre la presencia de niveles elevados de Mg en el suelo y el desarrollo de los brotes. Ambos factores interactúan con la materia orgánica, la cual tiene un efecto positivo.

Nutrición: la presencia en la planta de Zn, B y niveles de nitratos en floración ejercería una influencia directa sobre el desarrollo de los brotes, sugiriendo que una disminución en la disponibilidad de estos nutrientes podría tener consecuencias negativas en su calidad y longitud.

Desórdenes fisiológicos: el crecimiento detenido, aunque relevante, no se presenta como el único factor determinante para incrementar la susceptibilidad al palo negro. Para que la probabilidad de incidencia de esta problemática aumente, se requiere la presencia de niveles elevados de potasio durante la etapa de floración, combinados con niveles reducidos de magnesio en la planta. Cuando dichas condiciones específicas ocurren en conjunto, la proliferación del palo negro parece verse favorecida.

Equipo de AIN Consultores

APRENDIZAJES DEL PROYECTO: HACIA UNA VITICULTURA RESILIENTE

Luego de dos temporadas de realizado el estudio, hemos validado en terreno prácticas y manejos inspirados en sus resultados. Hoy los principales cambios en nuestras recomendaciones se fundamentan en mantener un suelo “sano” desde un punto de vista físico, químico y biológico. Un manejo de riego que busque desplazar sales y oxigenar el suelo es un factor crítico.

El pensar en un plan de nutrición más que uno de fertilización constituye otro punto crítico, en este sentido hemos aumentado el aporte de materia orgánica líquida y biostimulantes vía riego, bajando por otro lado el aporte de fertilizantes químicos, principalmente fósforo, potasio y nitrógeno.

Adicionalmente, el apoyo al crecimiento inicial de los brotes con bioestimulantes y nutrientes desde punta verde nos ha dado muy buenos resultados. Por último, el mantener las plantas en equilibrio, sin estrés, constituye la base para conseguir plantas resilientes.

La materia orgánica y un suelo vivo resultan vitales para un viñedo saludable. Un suelo rico en materia orgánica mejora la estructura, retiene mejor el agua y proporciona nutrientes esenciales. La alta actividad microbiológica promueve raíces y plantas más sanas.

El fenómeno se manifiesta como una detención del crecimiento de los brotes alrededor de los 30 cm, resultando en entrenudos cortos y racimos de uvas más grandes que los propios brotes.

Un suelo vivo tiene menos propensión a problemas de brotes detenidos, destacando la importancia de prácticas que fomenten un ecosistema del suelo saludable.

Este proyecto nos ha conducido a varias prácticas agronómicas que consideramos cruciales:

• Activación temprana de raíces: incorporación de materia orgánica líquida vía sistema de riego y apoyo foliar con aminoácidos y algas.

• Uso de nutrientes específicos: aplicaciones foliares de zinc, magnesio y calcio para mejorar la nutrición de las plantas.

• Evitar el uso de citoquininas sintéticas, pues pueden favorecer el desarrollo de brotes secundarios (laterales y feminelas), lo cual es contraproducente.

Para abordar la problemática de los brotes detenidos, se recomienda:

• Mantener bajos los niveles de conductividad eléctrica del suelo, idealmente menos de 1,5 dS/m.

• Mantener sistemas con buen nivel de drenaje y oxigenación.

• Asegurar buenas reservas de almidón en raíces.

• Evitar la competencia con brotes durante los primeros años del huerto.

• Maximizar la fotosíntesis manteniendo las hojas verdes y activas.

• Enfocar esfuerzos en otoño para hacer reservas, lavar sales y oxigenar los suelos.

• Evitar el uso de etileno u otros defoliantes y manejos de riego que lleven a las plantas a niveles de estrés altos.

• Implementar un sistema de raíces activas todo el año.

• Promover la actividad microbiológica del suelo a través de exudados de las plantas.

• Reconocer la relación entre niveles de precipitaciones, materia orgánica y la problemática de detención de brotes.

Agradecimientos
Empresas cuya colaboración permitió realizar este proyecto de I+D colaborativo:
Univiveros, Vivero El Tambo, Vivero Nueva Vid, Agrícola San José, Gesex, Exportadora Subsole, El Maitenal, Exser, Provex, SunWorld, SNFL, Grapa y Agrícola Convento Viejo. Especial agradecimiento a Francisco Amar y Cecilia Peppi.

Suscríbete a nuestro

Newsletter

newsletter

Lo Más Leído

Select your currency

NEWSLETTER

Gracias por registrar tu correo

Registrate

* indicates required
Newsletters