Daymsa apuesta por la bioestimulación y nutrición especializada en Perú
Con presencia en más de 50 países, la transnacional española busca crecer a doble dígito en el mercado peruano en los próximos años, apoyada en su portafolio de bioestimulantes, biocontrol, mejoradores de suelo y correctores de carencias. Conversamos con Jaime Inurritegui, gerente general de Daymsa en Perú, sobre la estrategia de crecimiento de la empresa, el valor de la bioestimulación y nutrición especializada, el cada vez más importante papel del biocontrol en la agroindustria y la importancia de entender a fondo las necesidades del productor para ofrecer soluciones técnicas competitivas.

“Bioestimulación y nutrición especializada” es la propuesta de valor principal que hoy ofrece Daymsa en el Perú, dice Jaime Inurritegui, gerente general de la empresa en el país, desde hace once meses. Daymsa, de origen española, es reconocida por su amplio portafolio en soluciones especializadas en bioestimulación y bicontrol, así como la producción de ácidos húmicos y fúlvicos gracias a sus yacimientos de leonardita. Con presencia en más de 50 países, Daymsa busca consolidarse en el competitivo mercado peruano de insumos agrícolas, apostando por un crecimiento a doble dígito. “Nos enfocamos en un negocio muy especializado. No solo vendemos productos, entregamos soluciones técnicas para maximizar el rendimiento y la calidad exportable de los cultivos de nuestros clientes. Queremos ser socios estratégicos de los productores”, dice Inurritegui.
Inurritegui no es ajeno a la agroindustria peruana. Con quince años de experiencia en el sector, ha pasado por posiciones de alta dirección en empresas como Agrícola Hoja Redonda, Frusan Agro, Camposol, Gandules y Agroindustrial Huamaní. “Durante toda mi carrera estuve del lado del cliente, viendo de cerca las necesidades de las agroexportadoras, su presión por rendimientos, calidad y costos competitivos. Ahora me toca aportar soluciones desde otra parte de la cadena de valor”, dice.
Ese conocimiento profundo de las dinámicas del agroexportador –desde las finanzas hasta la gestión productiva– le permite dialogar en un mismo lenguaje con los gerentes de las principales compañías del país. “Conozco a muchos de ellos; nos reunimos con frecuencia, y esa cercanía nos ayuda a generar confianza y concretar negocios. Este 2025 proyectamos un crecimiento de doble dígito y esperamos alcanzar resultados aún más significativos en 2026”, señala.

LA HORA DEL BIOCONTROL 
El modelo de negocio de Daymsa en el Perú ha sido claro desde el inicio: trabajar directamente con los fundos, sin intermediarios, y ofrecer productos de especialidad, por sobre los commodities. “Este sector es muy competitivo, con poca regulación y una guerra de precios constante. Nuestra respuesta ha sido diferenciarnos por el conocimiento técnico y por la calidad de nuestros productos, fabricados en nuestra planta en Zaragoza, España. Controlamos nuestra materia prima, lo que garantiza homogeneidad en cada lote. Eso es algo que no todos pueden ofrecer”, dice el gerente.
La empresa ha logrado posicionar su producto estrella, Naturamin®WSP, un bioestimulante recomendado para momentos de alta exigencia energética del cultivo, como brotación, estrés hídrico o heladas. “Es el mejor bioestimulante a base de aminoácidos en el Perú”, dice Inurritegui. Pero Daymsa no se limita a un solo producto. Su portafolio incluye más de 30 soluciones agrupadas en cuatro familias: bioestimulantes (productos que ayudan a reducir el estrés de la planta, favoreciendo cuaja y permanencia de fruta); mejoradores de suelo (ácidos húmicos y fúlvicos que contribuyen a la descompactación del suelo y a una mejor estructura radicular); correctores de carencias (soluciones de zinc, magnesio, manganeso y otros micronutrientes); y biocontrol (productos como Nematon®, un nematicida de alta eficacia, además de soluciones contra chanchito, oídio y otras plagas de importancia económica).
Inurritegui pone énfasis en el crecimiento del biocontrol en Perú. “El biocontrol está desplazando a los agroquímicos en varios cultivos, porque los mercados internacionales exigen cada vez más certificaciones y tolerancias cero a residuos químicos. Nuestros productos permiten controlar plagas con alta eficacia y sin dejar trazas, algo clave para la exportación”, dice. La estrategia de Daymsa en biocontrol se centra en el norte del país, donde las condiciones climáticas hacen necesario un mayor presupuesto fitosanitario. “Ahora estamos expandiendo nuestra presencia hacia Ica y el resto del litoral. Hay oportunidades en todas las zonas productivas, pero los arándanos y la uva de mesa, con su fuerte impulso en genética y variedades patentadas, son los cultivos que más demandan soluciones de bioestimulación, nutrición y protección especializadas”.

CRECIMIENTO CON ENFOQUE TÉCNICO
Para lograr sus metas de crecimiento, Daymsa apuesta por su equipo técnico-comercial, que trabaja codo a codo con el productor. “No se trata solo de recomendar un producto. Primero escuchamos al cliente, entendemos sus ‘áreas de dolor’, hacemos ensayos en campo y validamos resultados. Al final, el cliente toma su decisión en función de costo-beneficio, que no siempre es elegir lo más barato, sino lo más competitivo”, enfatiza Inurritegui.
El acompañamiento puede durar desde un mes hasta toda la campaña, dependiendo del tipo de ensayo. “Contamos con el respaldo técnico de nuestra matriz en España y trabajamos en conjunto con asesores técnicos de renombre internacional. Esto nos permite brindar soluciones integrales y de alto nivel”, dice.
Para Inurritegui, el productor agroexportador enfrenta una ecuación compleja: debe maximizar rendimientos por hectárea, asegurar altos porcentajes de fruta exportable y lograr un precio competitivo. “El precio está atado a la calidad, y la calidad depende de la nutrición, del manejo del campo y de la sanidad del cultivo. Si logramos que el cliente obtenga fruta de mejor calibre y condición, indirectamente le ayudamos a obtener un mejor precio”, dice.
La apuesta por productos de calidad también implica educar al cliente. El mercado estaría lleno de opciones más baratas, incluso de origen dudoso. Pero a la larga, elegir soluciones de baja calidad terminaría impactando negativamente en la producción. “El objetivo de Daymsa es mostrar que un producto de especialidad, bien aplicado, es más rentable para nuestros clientes”.
El optimismo es claro. Con más áreas en producción de arándano y uva, y con la sustitución varietal que no para en ambos cultivos, Daymsa ve espacio para un crecimiento acelerado en los próximos años. “Tenemos un portafolio robusto, un equipo muy preparado y un mercado que sigue expandiéndose. Esperamos incrementar el market share en las grandes y medianas empresas, consolidando nuestra posición como socio estratégico del agroexportador peruano”, concluye Inurritegui.