Empresa chilena de tecnología de atmósfera modificada da el salto a China
La firma lleva nueve años trabajando en los principales polos productivos de Perú y este año abrirá una oficina en Guangzhou para poner un pie en China y también en Asia, ofreciendo su tecnología patentada en envases y servicios personalizados para cada productor.

Paclife, la innovadora empresa chilena, continúa expandiendo sus soluciones y productos de postcosecha. El pasado 24 de abril, la compañía organizó una conferencia que reunió a productores y exportadores de diversas especies del país para compartir los avances de la firma y del sector.
Durante el evento, los expertos en envases con atmósfera modificada activa, que preservan los productos de forma natural por más tiempo, presentaron emocionantes novedades sobre el futuro de Paclife.
Entre los principales anuncios, destacaron su próxima incursión en el mercado chino, donde llevarán sus soluciones personalizadas y productos patentados, no solo al gigante asiático, sino también a otros países de Asia y Oceanía.
“A raíz de todo el crecimiento que hoy estamos teniendo a nivel nacional, en Perú, y la fortaleza que hemos registrado en México y en España, creemos que es una buena oportunidad llegar a China a través de asesorías técnicas. Ese es nuestro principal objetivo, entregar nuestro paquete tecnológico que incluye el envase de atmósfera modificada”, señaló a Redagrícola Cristian Parra, jefe comercial global de Paclife.
Añadió que van a tener varios focos en China, con la idea de manejar todas las marcas que tienen en su conjunto y posicionarse, “para que después los recibidores nos reconozcan, y soliciten nuestros envases por sus características y atributos”.
El primer paso será abrir una oficina en Guangzhou, donde pretenden atender directamente la fruta doméstica de China, que en una primera instancia son cuatro de las frutas más importantes para ese mercado: arándanos, cerezas, kiwis y carozos.
“China cuenta con una serie de desafíos en términos de postcosecha, porque aún es muy incipiente en esa área, así como países aledaños. El 56% de lo que importa China como fruta fresca es durian, que viene principalmente de Tailandia y Vietnam, que también exporta pitahaya a China, entonces hay mucha fruta que va a este país a la que queremos llegar con nuestra tecnología”, comenta Parra.
Pero dar este paso, no fue al azar, sino que se han preparado con ensayos durante dos años, con excelentes resultados.
“La postcosecha en esa región todavía sigue un proceso tradicional, ya que se requieren de dos a tres días para llegar al cliente final. Sin embargo, si en ese trayecto podemos incorporar una tecnología más avanzada que la que actualmente utilizan, el fruto llegará en mejores condiciones, con mayor calidad y, además, con la garantía de inocuidad alimentaria, lo que es fundamental para nosotros”, detalla.
La decisión de establecer una oficina en Guangzhou se debe a su importancia como hub internacional y puerto clave de entrada al país, fundamental para la logística. Desde el inicio, los materiales y productos serán desarrollados y fabricados en Chile, aprovechando las ventajas que ofrece China, como sus costos de traslado reducidos y la facilidad de acceder a clientes en diversas zonas del país.
Según Parra, la presencia en China no solo representa una oportunidad para el país, sino también para toda la región asiática y de Oceanía. “El objetivo es llegar con una oferta diferente, especialmente para frutos climatéricos, que son nuestra especialidad. La matriz polimérica de nuestro envase está diseñada con aditivos que controlan el etileno, la principal fitohormona que regula la senescencia de frutas y vegetales”, comenta.
CONSOLIDACIÓN EN PERÚ
En el evento, celebrado en el Club de la Unión de Curicó, se pudieron apreciar charlas de destacados especialistas en postcosecha como Luis Luchsinger, así como también expertos en algunos de los principales frutales producidos en el país como Carlos Cruzat del Comité del Kiwi o Jorge Astudillo, productor de cerezas tempranas en el norte de Chile y Argentina. La reunión tuvo además la presencia de marcas que generan sinergias con la industria, como Morgan impresores, Envapack, Sanifruit y la exportadora Teno Fruit.
Otro de los temas que se abordaron en la conferencia, además del salto de Paclife hacia el otro lado del planeta, es que la compañía lleva más de nueve años trabajando en Perú, con un equipo estable de I+D y técnicos en maquinaria que están trabajando en el país, consolidando la operación de la empresa en uno de los países que más ha crecido en términos agrícolas y que se ha posicionado como líder mundial en la producción de arándanos y uva de mesa.
Si bien su casa matriz en Perú está en Lima, Paclife cuenta con personal calificado en Piura e Ica, con un movimiento constante con todas las áreas de producción de la empresa para ofrecer sus soluciones y tecnologías personalizadas.
Patricio Rebolledo, Gerente Comercial de Paclife Perú, destaca que el rápido posicionamiento de la empresa en Perú se debe a la calidad e innovación de sus productos y servicios. “Nuestros envases son inteligentes y tienen como objetivo ralentizar la respiración de la fruta, lo que extiende su vida útil. Esto nos ha permitido realizar envíos exitosos a mercados como China, Europa y Estados Unidos, un mercado más cercano pero que igualmente requiere envases que optimicen la calidad del fruto”. Rebolledo añade que “lo más importante para nosotros es evitar la pérdida de peso por deshidratación, porque perder peso en la fruta es perder dinero”.

Para el encargado comercial de Paclife en Perú, uno de los desafíos que vemos en aquel país es que cada vez más empresas están avanzando a la automatización, “porque siendo Perú un monstruo productivo, las empresas cada vez más están transformando sus procesos hacia la automatización, y ahí nosotros vemos una oportunidad con nuestro sistema ‘Flow Pack’, tanto en atmósfera modificada como en macroperforados, y tenemos máquinas suficientes para poder suplir esa demanda”.
Este movimiento, señala, responde a que “las empresas en Perú son pioneras, siempre en busca de soluciones óptimas, y todas están en el camino de la automatización. Es una industria ya madura”. Además, destaca que Perú está logrando una fruta de gran calidad y condición, lo que se ve potenciado por “la apertura de mente que están demostrando para incorporar tecnologías, las cuales son vitales para asegurar un buen cumplimiento y un retorno óptimo de su fruta. Esto es clave, ya que se envía a mercados lejanos y la fruta debe llegar con la misma frescura que si hubiera sido cosechada el día anterior”.