Cultivo sin suelo, la ‘receta’ para tener altas producciones en fresa
Los rendimientos de los productores de fresa del Perú están lejos de los grandes productores del planeta. Se podrían incrementar, si es que se emplean sistemas de cultivo sin suelo, por ejemplo, en columnas, que ha sido testeado por investigadores de la Universidad Nacional Agraria La Molina.
La forma tradicional de cultivar fresa en el Perú genera rendimientos bajos. El rendimiento promedio nacional de fresa fue de 15.5 t/ha en la campaña 2018-2019, según informaciones del Ministerio de Agricultura, siendo la región Lima la que concentró mayor número de hectáreas (2,518) de un total de 2,688 hectáreas cultivadas en todo el país (lo que representa el 93.7%). Los rendimientos de producción de fresa están muy por debajo a los rendimientos obtenidos en otros países. Por ejemplo, en EE UU, el rendimiento promedio fue de 56.8 t/ha en la campaña 2017, siendo California el estado mayor productor, con un rendimiento promedio de 76.6 t/ha, según datos del NASS. Estos altos rendimientos se logran principalmente por la tecnología que se aplica: variedades patentadas, variedades de días neutros, plasticultura y riego por goteo. En el Perú, muy pocas empresas agroexportadoras también aplican esta tecnología, produciendo fresa para exportarla como fruta congelada.
Una opción para incrementar los rendimientos de fresa en el Perú es el cultivo sin suelo o hidroponía, la cual es una técnica que permite cultivar y producir plantas sin emplear suelo o tierra. Con la técnica se obtienen fresas de excelente calidad y sanidad, y se asegura un uso más eficiente del agua y fertilizantes. Los rendimientos por unidad de área cultivada son más altos, por la mayor densidad y la elevada productividad por planta. Existen diferentes sistemas de cultivo sin suelo, entre los sistemas que destacan, y que son más apropiados para cultivar fresa, están el sistema de riego por goteo con sacos de cultivo, canaletas elevadas y el sistema de columnas.
Se ha demostrado que el suelo se puede obviar para la producción de diferentes cultivos, como viene ocurriendo actualmente con la producción de arándanos en sustratos, aprovechándose superficies de suelos no aptos para la agricultura como suelos salino sódicos o con alta pendiente. Pero lo que no se puede obviar es el clima y debe considerarse como primer factor importante para la producción de fresa, así como otros berries.
CLIMA, CLAVE PARA LA PRODUCCIÓN
Dos componentes climáticos importantes para la producción de un gran número de cultivos son los componentes fotoperíodo y termoperíodo. A través del fotoperíodo las plantas responden a la duración del día, la cual dependerá de las estaciones del año, generalmente días cortos ocurren en las estaciones otoño-invierno, y días largos, en las estaciones primavera-verano. Las plantas también responden a los ciclos diarios de las temperaturas diurnas y nocturnas o termoperíodo. El fotoperíodo afecta el crecimiento y desarrollo de la planta de fresa. Los días largos (de 12 a 16 horas) inducen la producción de estolones, hojas más grandes con peciolos más largos; los días cortos inhiben el crecimiento de estolones, generar hojas más pequeñas con peciolos más cortos.
Con respecto al termoperíodo, las altas temperaturas promueven el crecimiento vegetativo y estolones en lugar de la floración, por esta razón, las variedades de fresa de días cortos (inician la floración en respuesta a duraciones del día menores de 12 horas o a temperaturas por debajo de 12o C.) no se deben cultivar en el verano. En cambio, las variedades de fresa de días neutros (son insensibles a la duración del día), florean y fructifican en respuesta a temperaturas cálidas después de un período de enfriamiento; florean y cuajan cuando las temperaturas caen dentro del rango de 20º a 29ºC. Bajo condiciones cálidas, los frutos sufren pérdida de sabor, aumenta el grado de suavidad y rápida maduración. Cuando las temperaturas no son adecuadas para el cultivo, las flores pueden desarrollar de forma irregular, afectando el número de estambres, y menor producción de polen.
En el país, los productores de fresa cultivan mayormente variedades de días cortos que variedades patentadas de días neutros, principalmente por razones de costos. Las variedades de fresa de días cortos necesitan acumular horas frío para florear y dar excelente fructificación. La temperatura afecta los rendimientos y la calidad de los frutos, principalmente el sabor y la firmeza. Para el crecimiento óptimo del cultivo se requieren temperaturas diurnas de 24 a 25o C; para el desarrollo floral y, por lo tanto, la floración, el cultivo de fresa responde a temperaturas nocturnas de 15 a 18o C. Estas temperaturas se pueden alcanzar en lugares con altitudes de 800 a 1,500 msnm. En lugares donde las temperaturas son menores a 10º C, el polen ya no es viable, por esta razón un componente clave en la producción de fresa es considerar las temperaturas de la zona donde se desea cultivarla.
VENTAJAS DEL SISTEMA DE CULTIVO EN COLUMNAS
El sistema de cultivo en columnas se caracteriza por el crecimiento vertical de las plantas en macetas apiladas o en columnas que contienen un sustrato liviano. Permite una alta producción de plantas por unidad de área, pero está restringido solo para plantas de porte pequeño que toleren estar colgadas y que tengan sistema radicular no muy extenso. Las plantas que crecen en un sistema vertical deben estar bien iluminadas por la luz del sol, de lo contrario tendrían una menor tasa fotosintética, afectando su rendimiento. Para lograr una buena iluminación en una instalación de columnas, se recomienda que el distanciamiento entre filas sea de 1.0 a 1.2 m. y la separación entre columnas de 0.9 a 1.0 m. Así, en 100 m2 se pueden tener 100 columnas (de 1.7 m de alto como máximo), donde se pueden cultivar 32 plantas.
Las columnas pueden ser tubos de PVC de 6 a 8” de diámetro, mangas plásticas de 8 micras de espesor y de 30 cm de diámetro, o macetas de termopor (poliuretano expandido) de 3.5 litros de capacidad o más, apiladas unos sobres otras, sostenidas por un tubo que las atraviesa por la parte central.
Para este tipo de sistema se utilizan sustratos livianos y porosos; de preferencia de fácil disponibilidad para no elevar los costos de producción. El sustrato debe permitir un máximo crecimiento y desarrollo radicular, lo cual permitirá obtener una planta vigorosa. Otra característica importante del sustrato es que sea químicamente inerte, es decir, que no reaccione con la solución nutritiva, de lo contrario podría afectar la disponibilidad de los nutrientes minerales o provocar alguna toxicidad.
MÁS SOBRE EL SISTEMA DE RIEGO
El sistema de riego funciona de la siguiente manera: la solución nutritiva preparada y almacenada en el tanque es enviada por medio de la electrobomba hacia tuberías de polietileno de 16 mm de diámetro que corren sobre las columnas; sobre cada una de ellas, se colocan de un gotero conectado a una cruceta de 4 salidas, las cuales van unidas a microtubos de 3 mm de diámetro; de tal forma que se tendrán 4 salidas por columna. Los microtubos se anclan, desde arriba hacia abajo, en las macetas 1, 2, 3 y 4, de tal forma que, cuando se rieguen las plantas, el sustrato contenido en las 8 macetas.
Dependiendo del tipo de sustrato, se han obtenido rendimientos que fluctúan entre 400 a 500 g por planta. Con los resultados obtenidos se estima una producción de 80 a 100 t/ha, es decir, un rendimiento muy superior al obtenido en suelo con la forma tradicional de cultivo.
Referencias
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NASS (National Agricultural Statistics Service, United States Department of Agriculture
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Anuario Estadístico de Producción Agrícola. Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI).