Control de la polilla del tomate tiene mejores resultados dentro de una estrategia de Manejo Integrado de Plagas
Si bien el control de esta plaga se ha realizado hace años a través del control químico, la inclusión del biocontrol y otros manejos son clave para contar con una estrategia completa, que entregue las mejores herramientas para combatir este insecto.

Biologicals Latam
La polilla del tomate (Tuta absoluta) es una de las plagas más devastadoras que afecta a plantas de tomate y sus frutos. Originaria de Sudamérica, este insecto ha invadido áreas productivas de Europa, África y Asia, causando importantes daños económicos. Por esta razón, su manejo se ha basado en el control químico, pese a los problemas de residuos medioambientales y resistencia que generan.
Los principales daños de esta plaga los realizan las larvas, que penetran las hojas a medida que van creando galerías en ellas. Este proceso afecta negativamente la tasa fotosintética de la planta y puede causar pérdidas de hasta un 100% en cultivos industriales, por lo que su control es de suma importancia.
Si bien el tomate es su principal hospedero, T. absoluta se puede alimentar y desarrollar en otras solanáceas como la papa, así como de otras familias botánicas, incluidos 15 cultivos de importancia económica y malezas.
En un paper publicado en la revista Journal of Integrated Pest Management, un grupo de investigadores revisaron la biología de la plaga y realizaron estudios de caso con las diferentes herramientas disponibles para su control.
ESTRATEGIAS PARA SU CONTROL
Si bien se han descrito los problemas del control químico de esta plaga, relacionados principalmente a la generación de resistencia, sigue siendo la principal forma de abordarla. Inicialmente, el control de Tuta absoluta fue con la aplicación de organofosforados. En la década de 1990 se introdujeron abamectina, acilurea, reguladores del crecimiento de los insectos, tenbufenozida y clorfenapir.
A través de los años, el insecticida clorantraniliprol, preferido por más de la mitad de los agricultores por su capacidad para controlar plagas de leptidópteros, generó una resistencia que se extendió por varias zonas de Europa, por lo que fue necesario buscar otras estrategias.
En cuanto al control biológico, el éxito de una especie invasiva va a depender de varios factores, entre los que se encuentra su historia de vida, habilidad de adaptación a diferentes climas, la competencia con especies nativas y el impacto de los enemigos naturales sobre la población de la plaga.
Existen varias especies de enemigos naturales capaces de controlar a Tuta absoluta. Estudios en Brasil indicaron que tres depredadores zoofitófagos de míridos serían buenos candidatos para controlar Tuta absoluta debido a su facilidad para establecerse en el cultivo de tomate, su alto índice de depredación y los daños limitados sobre las plantas y frutos de tomate.
Debido a que Tuta absoluta tiene cinco estados de desarrollo (huevo, larva, pupa, prepupa y adulto), su control se puede realizar con parásitos para distintos niveles de desarrollo. Se han identificado más de quince especies de artrópodos capaces de depredar a esta plaga en estado adulto, mientras que para huevos y larvas, Trichogramma pretiosum y Apanteles sp. se han usado para el manejo. En Brasil, T. pretiosum se encuentra registrada para su uso en el país, donde actualmente hay nueve productos comerciales que usan a este parasitoide de huevos como biocontrolador de la polilla del tomate.
Casos en Argentina con Trichogrammatoidea bactrae Nagaraja y en Colombia con Trichogramma cacoeciae Marchal, han mostrado tasas de parasitismo de huevos superiores al 70%. También en Colombia, un estudio evaluó la eficacia de combinar estrategias amigables con el medioambiente. Usando el agente de biocontrol A. gelechiivoris y trampas de feromonas sexuales, obtuvieron mejores resultados de los que habían logrado con control químico.
El Manejo Integrado de Plagas (MIP), que incluye medidas de control biológico y la rotación de insecticidas con diferentes modos de acción, parece ser la mejor forma para controlar Tuta absoluta. A través de varios ejemplos de distintos estudios, este paper concluye que los esfuerzos mundiales para controlar la polilla del tomate están dirigidos a usar herramientas amigables con el medio ambiente, además de preferir insecticidas químicos específicos, control biológico, el uso de feromonas, e incluso proponen el desarrollo de variedades de tomate resistentes.
Además, los investigadores exponen la necesidad de hacer una transferencia de tecnologías a los productores que se enfoque en capacitaciones para aumentar la adopción de estrategias sostenibles en el campo. “Es importante tener en cuenta la logística de la transferencia de conocimientos, como el uso de palabras comunes, ajustadas a la educación de cada agricultor, y la utilización de recursos didácticos adecuados”, concluye la publicación.
Puede revisar el paper completo en este enlace.

