En la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana (UV) los estudiantes analizan la eficacia de distintos fertilizantes en la producción de tomate.

El estudio ocurre en el invernadero de la Facultad donde trabajan con 129 plantas de cuatro variedades. Se trata de las especies saladet híbrido, y las nativas riñón, negro y cebra. 

Los estudiantes combinan los fertilizantes químicos con los orgánicos para lograr buenos frutos frente a retos fitosanitarios y con alternativas sustentables.

Las especies nativas de tomate se caracterizan por tener una mayor adaptabilidad a diversas condiciones. Por otra parte, las híbridas responden a los tratamientos aplicados, y generalmente responden a productos desarrollados por las empresas que las cultivan. 

Entre los resultados del análisis, en las plantas probaron los fertilizantes orgánicos como Promo Best, que aporta fósforo, zinc, cobre, boro y magnesio; Power Root, enriquecido con alfalfa y algas marinas, así como los químicos Nutri Wunder, Turgent-Ca y Push.

El tratamiento combinó productos químicos y orgánicos con mejores resultados de crecimiento y desarrollo.  

En el caso de plagas, se desarrollaron trampas atrapa insectos para combatir la mosca blanca y los trips atraídos por el color. Estos insectos son vectores de bacterias, virus y hongos, por lo que usan extracto de ajo y jabón para su control y erradicación.  

Otro hallazgo fue la poda constante de las plantas para evitar el crecimiento excesivo de las yemas axilares, además de un riego regular pues la fructificación requiere mucha agua.