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Rafael Hernández, gerente general de Fedearroz

"Colombia podría llegar a ser una potencia en producción de arroz”

La preocupación por las posibles afectaciones por cuenta del cambio climático es grande y el sector arrocero no es ajeno ello. Por tanto, han optado por hacerle frente con oferta tecnológica, la cual incluye mejoramiento genético, distritos de riego, estaciones meteorológicas y uso de semillas certificadas, entre otras acciones. Así lo dio a conocer el gerente general de Fedearroz, Rafael Hernández quien señaló que todo esto es clave para que los arroceros sean competitivos, aumenten sus productividades y en un futuro generar excedentes para exportación

05 de Septiembre 2024 Ximena González Vidal
"Colombia podría llegar a ser una potencia en producción de arroz”

Centros experimentales para medir el comportamiento de las variedades.

Actualmente el sector arrocero colombiano produce entre 3 y 3,1 millones de toneladas al año, gracias a lo cual se abastece aproximadamente el 95% del mercado nacional, el restante proviene principalmente de EE UU por cuenta del Tratado de Libre Comercio. Sin embargo, de acuerdo con Rafael Hernández Lozano, gerente general de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, el país estaría en la capacidad de abastecer el 100% del mercado e incluso podría llegar a ser una potencia en producción de arroz. “El país podría llegar a producir de 5 a 6 millones de toneladas”

Pero ¿Qué hace falta para lograrlo y cumplir la meta de producción? “Infraestructura vial y distritos de riego”, resalta Hernández. Dice que, en la medida en que el cambio climático es más severo, el sector requiere distritos de riego y más si se tiene en cuenta que en Colombia el 60% o 70% del arroz que se produce es secano (con aguas lluvias). Explica que, por ejemplo, en el departamento del Meta y el Casanare, en los Llanos Orientales hay mucha oferta hídrica pero no hay un solo distrito de riego.

Rafael Hernández Lozano, gerente general de la Federación Nacional de Arroceros.

“Si tuviéramos riego, especialmente en el Casanare, Colombia podría producir arroz para su autoabastecimiento e incluso generar excedentes para exportar”, dice y agrega que, “si el gobierno invirtiera en distritos de riego e infraestructura vial, Colombia sería una potencia en producción de arroz, no en vano estamos clasificados entre los países que pueden ser despensa alimentaria del mundo”.

El línea con esto, el directivo destaca que uno de los retos más relevantes para el sector es sin duda el cambio climático. “Cada vez las sequías van a ser más severas, por eso insistimos en la necesidad de infraestructura de riego, precisamente para que haya una agricultura no solamente arrocera, sino una agricultura en general que sea exitosa”. 

Pero más allá de esto y ante este contexto, Fedearroz ha jugado un papel importante en el desarrollo de nuevas variedades resistentes a las consecuencias del cambio climático. Adicionalmente en colaboración con los agricultores, se han promocionado técnicas de producción agrícolas sostenibles para reducir el consumo de agua y energía, así como aumentar la resiliencia del cultivo frente a los eventos climáticos extremos. Además, la entidad ha promovido la adopción de prácticas agrícolas responsables con el medio ambiente, que minimicen la emisión de gases de efecto invernadero y contribuyan a la lucha contra el cambio climático.

El sector ha implementado estrategias para fomentar la mayor utilización de semilla certificada, la micro nivelación y siembras en surco.

“Sin duda el cambio climático se afronta con oferta tecnológica”, dice Hernández y señala que, por ello, constantemente vienen trabajando en el desarrollo de nuevas variedades que resistan las altas temperaturas y tengan cierta resistencia a la sequía. A la fecha han desarrollado cerca de 40 variedades, de las cuales 9 ya están siendo sembradas. Y cada 2 o 3 años ponen en el mercado nuevas variedades. “Este es un trabajo constante porque el cambio climático exige una mayor dinámica en la investigación genética”.

Además, manifiesta que cuentan con centros experimentales en las diferentes zonas arroceras para medir el comportamiento de las variedades e identificar cuáles tienen mejor desarrollo a nivel a nacional o en determinada región.

Por otro lado, como parte de las acciones que han tomado para que el sector pueda seguir siendo productivo y competitivo, Fedearroz cuenta con una plataforma agroclimática que está alimentada por 58 estaciones meteorológicas en todas las zonas arroceras del país. El directivo manifiesta que la plataforma les permite a los productores planear mejor la fecha de siembra de sus cultivos y prever los rendimientos de acuerdo con la época y las variedades utilizadas. “Eso ha sido muy importante porque con el cambio climático ya no tenemos certeza de cuántos meses son secos y cuántos lluviosos”.

Así mismo, el directivo menciona que, para hacerle frente a este desafío del clima, cuentan desde hace dos años con un Centro de Gestión del Recurso Hídrico donde adelantan estudios relacionados con el uso eficiente del agua. En dicho centro, según Hernández se analizan las distintas propiedades físicas e hídricas del suelo, como textura, retención de humedad, conductividad hidráulica, estabilidad de agregados, entre otras. También se estudian los diferentes tipos de suelo de todas las zonas arroceras del país, permitiendo caracterizarlas por su aptitud hídrica y propiedades físicas.

“Podemos medir, por ejemplo, cuánta retención de humedad puede tener determinado suelo y cuánta humedad se lixivia a través de los suelos de acuerdo a las características físicas y químicas, lo que también permite hacer un adecuado manejo de la fertilización. Este es un centro experimental único en el país”, resalta.

La producción de arroz en Colombia alcanza entre 3 y 3,1 millones de toneladas al año.

¿Qué otras acciones han tomado? Según el gerente general de Fedearroz, también ha sido clave el programa de Adopción Masiva de Tecnología (Amtec), através del cual se ha venido fortaleciendo el sector arrocero colombiano, mediante prácticas innovadoras que permiten la sustancial reducción de costos de producción y el incremento de la productividad.

“Para las zonas de riego ha permitido una disminución en el consumo de agua de hasta el 42%, una reducción de hasta el 50% en el uso de semilla, aumento en el rendimiento entre 1 y 2 toneladas, una disminución en la utilización de fertilizantes y agroquímicos que puede ser del 25 o el 30%”, dice sobre un programa que les ha permitido tener costos de producción más bajos, mejorando la competitividad y dándole cierta seguridad al agricultor frente a los fenómenos climáticos.

Explica que, en el marco del programa Amtec han utilizado estrategias para fomentar la mayor utilización de semilla certificada, la micro nivelación, siembras en surco, recolección a granel, variedades adaptadas al cambio climático y la utilización de drones en la aplicación de pesticidas. Además, se han implementado plataformas tecnológicas para hacer más eficiente el uso de fertilizantes y establecer con mayor precisión las fechas de siembra teniendo en cuenta las predicciones meteorológicas.

“Definitivamente todas estas acciones de cara al cambio climático y la utilización e implementación del programa Amtec son el camino para la competitividad del sector arrocero colombiano”, resalta Hernández. 

 

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