Colombia, en vías de ser un proveedor confiable de palta Hass
Los directores de algunas de las principales empresas de la industria paltera colombiana lo tienen claro. La fruta de ese país se distingue por su sabor, pero hay muchos desafíos pendientes. Determinar el porcentaje correcto de materia seca para cada zona productiva y estimar los volúmenes de producción son dos, pero claves para que los mercados tengan a Colombia como un proveedor confiable.
En una década, la industria del palto Hass colombiano se ha posicionado a nivel global. Sin embargo, el sector no ha dejado de afrontar desafíos comerciales y agronómico. En las siguientes líneas, ejecutivos de algunas de las principales productoras y comercializadoras del país dieron a conocer las medidas que están tomando para enfrentar dichos retos y destacaron que, pese a esto, el sector vislumbra un futuro prometedor.
Carolina Prieto, gerente general de Green West; Omar Díaz, gerente general de Westfalia Fruit Perú & Colombia; Wilson Giraldo, gerente general de Hass Naranjo y Jennifer Patiño, directora de abastecimiento de Cartama fueron los encargados de debatir sobre algunos de los temas más álgidos del sector.
2024 inició con una reducción en los volúmenes de exportación y con la producción de fruta de calibres pequeños a causa del clima. Esto, según Carolina Prieto, gerente general de Green West, afirma que la industria enfrenta un reto comercial grande, porque los mercados hoy están pidiendo equilibrio en los calibres. “Nos están pidiendo fruta más grande y, para poder ser más competitivos, debemos tener algo más equilibrado”.
En ello coincide Omar Díaz, gerente general de Westfalia Perú y Colombia, quien añade que, “no podemos exportar solo tamaños pequeños, los importadores necesitan tamaños consistentes y equilibrados”.
A esto se suma al tema climático que sin duda ha puesto en jaque a muchos productores tras vivir una ‘crisis productiva’ muy fuerte en 2022 a causa de las fuertes y copiosas lluvias, sin embargo, el sector se ha ido recuperando y avanzando en propuestas conjuntas para hacerle frente a un clima cambiante.
De acuerdo con Giraldo, la clave para afrontar los fenómenos climáticos que son recurrentes en un país como Colombia, está en lograr un equilibrio entre el suelo y el árbol. “Debemos tener un suelo bien drenado y un árbol bien nutrido y esto va a depender del clima. Si es época lluvia, se debe nutrir la planta con menos dosis, pero de manera más frecuente, si es en tiempo seco, debemos hacer un ‘drench’ y dirigir el nutriente a la raíz de forma en que el árbol la pueda tomar”.
Sin duda, los manejos en campo son fundamentales para que este sector siga creciendo, pero ¿qué otros factores van a incidir? Ante esta pregunta, Díaz responde: “Debemos hacer todo bien si queremos tener buenos resultados”. Es decir, hacer lo básico: preparar el terreno, tener una buena planta y controlar todos los factores que puedan llegar a intervenir en que esa planta no se desarrolle adecuadamente.
“En Colombia, en la ladera puede haber suelos diferentes en cada parte del terreno y si no hacemos una buena evaluación de todo el terreno y se hace todo igual en todo el campo, la fórmula es clara para perder”, resalta Díaz.
¿CÓMO SER CONFIABLES PARA LOS MERCADOS?
La estabilización de volúmenes es fundamental para que los mercados confíen en la palta colombiana. De acuerdo a Carolina Prieto, lo primero que se necesita es lograr productividades que hagan sostenibles los cultivos. “Lo que veo hacia adelante es que hay una necesidad urgente de crear un paquete tecnológico en la industria para que el que quiera sembrar aguacate sepa realmente que es lo que puede hacer y que no”.
Destaca que, si bien hay experiencias de otros países, los productores colombianos deben hacer su propio camino y dice que, precisamente por ello, todas las empresas están haciendo investigación para ver qué funciona y qué no. “Debemos unirnos y crear un paquete tecnológico para que de aquí en adelante podamos corregir errores y tener un camino más claro”.
Añade que el sector ha fallado al no tener un procedimiento estandarizado o un protocolo para proyectar las cosechas y saber cuántas toneladas se van a tener en cada temporada.
En ello coincide Jennifer Patiño, directora de abastecimiento de Cartama, quien sostiene que no solo es clave poder estimar los volúmenes de producción para tener esa confiabilidad en los mercados, sino que también es necesaria una mayor formalización. “Lamentablemente, no todas las exportadoras están tan formalizadas, ni tienen las condiciones adecuadas para hacer el proceso de exportación y eso hace que la fruta varíe mucho dentro de las mismas exportadoras y que sea más difícil estimar un volumen cuando ni en campo sabemos exactamente cuánto tenemos, ni cuánto nos va a vender el productor o si nos va a vender a nosotros o a otra exportadora”, recalca Patiño.
Añade además que, respecto a la estabilidad, existen muchas empresas que desaparecen rápido y eso hace un ruido en el sector que no es bueno para la industria. “Además, debemos mejorar con el ICA la habilitación de predios para otros mercados. Tenemos mucho potencial en EE UU, Chile, Asia a donde podemos sacar un buen volumen de fruta, pero no contamos con todos los predios habilitados”.
¿OPORTUNIDADES EN EE UU?
Para la ejecutiva de Cartama, EE UU es un mercado ‘top’ al que se debe apostar. “La clave está en que nos escojan sobre otro origen, hay muchos lugares donde todavía no comen Hass y muchos lugares como, por ejemplo, el noreste de EE UU donde podemos llegar mucho más rápido que México”, precisa.
“Hay que ser consistentes: EE UU es un mercado de programas organizados donde necesitamos saber cuánto les podemos vender, qué semanas les podemos vender, es decir, estimar muy bien esos volúmenes y cumplir. Tenemos que demostrar que Colombia puede tener aguacate las 52 semanas del año”, recalca la gerente de Green West y añade que se deben mirar mercados donde se llegue en 5 o 7 días para llevar fruta fresca y de calidad.
Por su parte, Wilson Giraldo, gerente de Hass Naranjo, menciona que sin duda mercados hay, pero dice que hace falta un poco más de seriedad como productores para satisfacer las necesidades de las exportadoras. “Debemos preocuparnos por nuestro origen, muchas veces sacamos aguacate de baja calidad, con poca materia seca y eso afecta el origen Colombia”.
INVESTIGACIONES PARA MEJORAR LA CALIDAD
Los ejecutivos también destacaron la importancia de la investigación y los análisis para lograr obtener fruta de calidad. Omar Diaz de Westfalia menciona que su compañía inició recientemente un proyecto para la construcción de un laboratorio de análisis microbiológico para las fincas y que esperan esté listo a inicios del próximo año. Hoy tienen un protocolo implementado para las fincas propias y de productores asociados en el que tienen un plan bastante agresivo de control de enfermedades con productos amigables con el medio ambiente.
Jennifer Patiño de Cartama señala que también cuentan con importantes avances en investigación, sobre todo en fisiología y nutrición y continúan trabajando en cuanto a la presencia del cadmio en los suelos. “Empezamos un proyecto para analizar cuáles son las fuentes y los productos de donde sale el cadmio y cómo podemos bajar sus niveles en el suelo, adicionalmente estamos investigando sobre la caída de los frutos y cómo eso impacta en la calidad”.
Green West no se queda atrás. Hoy están realizando un mapa de calor de las zonas que más incidencia de cadmio tienen. “Estamos trabajando para mapearlas muy bien. También trabajamos en el desarrollo de máquinas de infrarrojo u otras tecnologías que usen inteligencia artificial para la identificación y el cálculo de porcentaje de materia seca”.
En Hass Naranjo tienen trabajos con casas comerciales para lograr cada vez más un equilibrio entre suelo, árbol y parte foliar. “Se viene trabajando en la fisiología del árbol, en ver cómo y en qué momento aportar cada uno de los nutrientes y cuál es el manejo más adecuado del suelo y de las malezas”.
Por otra parte, otra de las inquietudes de los asistentes a la conferencia fue la apuesta por la formalización de los productores. Ante ello, Jennifer Patiño señala que, los productores son muy importantes para Cartama y destaca que la formalización es la clave a través de la asociatividad. “Hemos evidenciado que la calidad de la fruta sobresale en los productores pequeños porque son ellos mismos los que están pendientes del cultivo y, por tanto, hacen que todos los procesos de mantenimiento sean en el momento justo; por eso creo que las asociaciones y los pequeños productores tienen muchos beneficios principalmente en la calidad de la fruta”.
¿CUÁL ES LA HOJA DE RUTA PARA LOGRAR MAYOR PRECISIÓN EN LAS ESTIMACIONES DE VOLÚMENES DE PRODUCCIÓN?
Frente a esto, Prieto manifiesta que lo primero es trabajar en conjunto y ver a través de Corpohass cómo lo está haciendo cada productor y qué se ha investigado sobre el tema.
“Creo que el camino está en unificar criterios, sentarnos a hablar y a discutir sobre cómo lo está haciendo cada uno y sacar datos, por ejemplo, calcular la desviación en una temporada, y si todos lo hacemos unidos vamos a tener una muestra bastante significativa”, dice Prieto.
Ser competitivos implica un gran trabajo e ir resolviendo los retos uno a uno, sobre todo si la industria desea seguir creciendo.
“Tenemos una industria supremamente prometedora, con unos retos muy interesantes, pero creo que todas las industrias tienen retos. Somos un gremio unido que está aprendiendo, pero para seguir adelante es necesario que seamos optimistas, estemos unidos y hagamos el trabajo de la mejor manera para demostrarle al mundo todas las fortalezas que tiene nuestra Hass”, dice Carolina Prieto.
Para Wilson Giraldo es clave comprometerse como productores y empacadores para llevar a los mercados fruta de la mejor calidad. “Si hacemos las cosas bien, el sector va a salir adelante”, concluye Omar Díaz.