Colombia dio un paso significativo hacia la sostenibilidad energética gracias a la pronta puesta en marcha de la primera planta termoeléctrica que utiliza cascarilla de arroz como fuente de energía. La iniciativa fue liderada por el Grupo Diana, que tiene el objetivo de reducir la huella de carbono y optimizar el aprovechamiento de residuos agrícolas.

Este proyecto está ubicado en su planta de producción en Yopal, Casanare, y cuenta con una capacidad instalada de 7,1 megavatios, que permiten a la empresa autogenerar el 100% de su consumo energético y, además, aportar excedentes al sistema eléctrico a nivel regional. 

Este hito posiciona a Colombia como referente en el uso de biomasa para la producción de energía renovable. El principal insumo de la planta es la cascarilla de arroz, un subproducto que históricamente ha sido tratado como un desecho, representa aproximadamente el 20% del peso total del grano. 

El proceso implica la combustión controlada de la cascarilla de arroz en calderas especialmente diseñadas, generando vapor que acciona turbinas para producir electricidad. Este sistema garantiza una alta eficiencia energética y una reducción significativa de emisiones contaminantes.

Gracias a esta tecnología, se lograría una reducción de más de 18.000 toneladas de CO₂ al año, sin contar que este proyecto al generar energía eléctrica no produce emisiones de gases de efecto invernadero, siguiendo los lineamientos de la economía circular con tal de mitigar el cambio climático.