La temporada de cerezas tendrá un comenzar amargo en California, Estados Unidos, luego de las lluvias de marzo y abril que afectaron la polinización, luego de un verano anormalmente cálido el año pasado, que creó la tormenta perfecta para los productores.

Por ello, medios locales reportaran que por lo menos en aquel estado producirían “la mitad de lo que la industria podría producir”, según James Chinchiolo, vicepresidente de los cereceros del condado de San Joaquín (california, EEE UU) y propietario de Lodi Blooms en entrevista con CBS.

De acuerdo a el medio norteamericano CBS, se estima que de las casi 8 mil ha (19,000 acres) de cultivos de cerezas en el Condado de San Joaquín, el 43% ha resultado dañado, un golpe importante al ser este condado el que produce casi el 80% de todas las cerezas del estado de California.

Al tratarse de una fruta sensible a las partiduras, sobre todo si el agua parmanece en ellas durante mucho tiempo-, incluso ya se habla de activar la alerta de desastre para el sector.

“Siempre que el Secretario del USDA declara un desastre, la asistencia puede consistir en subvenciones para los productores o, más probablemente en este caso, en préstamos a bajo interés para nuestra comunidad de productores”, declaró Kamal Bagri, Comisionado de Agricultura del Condado de San Joaquín a CBS.

De acuerdo a las proyecciones, el condado estima una pérdida financiera de casi 98 millones de dólares por la menor producción de este carozo.