“No podemos consolidar nuestra cerezas si no pensamos en calidad” fue el llamado de Jorge Astudillo, asesor y productor de cerezas tempranas, para dar inicio al cuarto seminario de Cerezas Primores en Ovalle, Región de Coquimbo.

El evento permitió sacar algunas conclusiones de lo que pasó la campaña recién pasada, que enfrentó desafíos como la mosca de la fruta, que obligó a la gran mayoría de los productores de la región a exportar hacia otros destinos -debido a la imposibilidad de viajar por avión a China para cumplir con el tratamiento de frío-, impactando en los retornos a los que ya estaban acostumbrados en la zona.

Pero no fue sólo eso, ya que durante el evento tanto charlistas como actores de la industria comentaron que la llegada de los primores naturales de la zona desde Ovalle a China de alguna forma marcan el ánimo que tendrá la temporada, como un metrónomo que lleva el ritmo en una banda musical.

El hecho de que campañas anteriores los chinos se abalanzaran sobre los pallets con cajas de cerezas primores y pagaran en dólares cifras cercanas a los 3 dígitos a durante la tercera o cuarta semana de octubre, mientras que esta campaña hubiera reclamos desde los recibidores por cerezas blandas obtenidas de macrotúneles de la zona central de Chile, fue como una especie de señal o presagio para lo que ocurrió finalmente en la temporada 2024/25.

Por ello el llamado a la calidad, ya que Astudillo apunta a que la mosca de la fruta es un fenómeno pasajero y la idea es que la región sea la punta de lanza que abra el mercado y genere expectativas para la fruta que llegará para el año nuevo Chino.

De hecho, Claudia Soler, directora ejecutiva del Comité de Cerezas de Frutas de Chile, anticipó en su presentación que sostendrán reuniones con autoridades chinas durante el año para solicitar la reducción del radio de cuarentena que exigen ante detecciones de masca de la fruta, que actualmente sitúan en 27 km, mientras que los demás países solicitan medidas cuarentenarias por 7,5 km.

Soler además aprovechó la instancia para detallar las cifras generales de la campaña: se registró un crecimiento en los envíos de 51% respecto al periodo anterior, con 626.014 toneladas de cerezas frescas al mundo, principalmente a China. Esto se tradujo en 125,2 millones de cajas exportadas.

COLABORACIÓN REGIONAL

Jorge Astudillo, que además de ser asesor y productor en Ovalle y en Mendoza (Argentina), es uno de los impulsores e ideólogos de este seminario anual sobre el valioso cultivo, comentó en el evento que la zona debe apuntar a ser líder en producción temprana: “Tenemos la experiencia suficiente, genética disponible, buenos profesionales trabajando. No podemos pensar en hacer cerezas sino pensamos en calidad, y para eso tenemos que innovar, correr riesgos y quizás incorporar paquetes tecnológicos”.

Astudillo señaló también que la colaboración es clave para los cereceros de la zona, ya sea con el INIA, con las universidades, Indap o la misma municipalidad, “porque toda la comunidad se puede ver beneficiada, pensando también en aquellos campos que cuentan con agua pero con cultivos no tan rentables”, apuntando a que “lo más probable es que Ovalle vaya transformándose, y esa modernización es parte del desarrollo”.

Comentó también en su presentación sobre aquellos productores que están en transición hacia el cerezo, que “hacer uva pisquera para la zona es muy sencillo, pero no podemos hacer cerezas ‘pisqueras’, hay que invertir, hay que meterle cabeza y hay que ser responsables con el manejo. Una uva de mesa se parece mucho más al cerezo porque en plena temporada las decisiones que se van tomando son prácticamente semanales, pero creo que en la colaboración e instancias como estas es donde se da la conversación constructiva y vamos logrando generar las transferencias técnicas necesarias”.

Finalmente, sugirió que como zona “tenemos que poner nuestro sello de cerezas primores, naturales, para que no haya ningún tipo de duda que la fruta que viene de acá es distinta”.

SER TEMPRANO CON VARIEDADES TEMPRANAS

El economista y académico de la Universidad Católica, Juan Pablo Subercaseaux, hizo un análisis sobre la producción de cerezas en Ovalle, donde apuntó a que la zona “tiene que transitar desde variedades que no han funcionado bien por motivos razonables, como horas frío o fechas de cosecha, hacia variedades que sí sean factibles de producir más y mejor, lo más temprano posible”.

Esto luego de que expusiera un análisis que arrojó que por lo menos el 40% de las variedades plantadas en la zona no corresponden a cultivares tempranos.

“Me preocupa mucho que el 40% esté plantado con variedades con problemas graves o productivos en esta zona. Lapins, que es la segunda variedad más plantada, no tiene nada que hacer acá”, señalando a que es una variedad de media estación que se cosecha el 15 a 20 de noviembre en la región, donde ya está compitiendo con Lapins de la zona central. “Ahí no tiene nada que hacer, y como está más apretado el negocio, ya no va a tener los retornos que tenía antes”.

La buena noticia, señaló, es la gran cantidad de test block que hay en la región, que superan alcanzan el 20% de la superficie. “Lo que quiere decir que se están probando muchas variedades y que hay que estar atento a cuáles son las mejores variedades para la región, que son variedades tempranas, con bajo requerimiento de frío y obviamente que obtengan buena venta y sean atractivas para el mercado chino”.

Respecto a la producción de Chile en general, Subercaseaux señaló que “cada productor tiene hacer el cálculo y convencerse de que sacando menos kilos va a ganar más plata, porque si pasamos de 15 ton/ha a 10 ton/ha, vamos a estar más cerca de las 80 millones de cajas de la temporada anterior y no las 120 millones de la campaña que pasó recién, yo por ahí veo la solución y para eso hay que convencer, porque todos ganamos si todos producimos menos”.

Cerró su presentación señalando que “hay que hacer un esfuerzo a nivel nacional de enfocarnos al calibre, porque enfocarnos en cantidad no va a servir. La realidad es objetiva y los datos están sobre la mesa, y hay que convencerse de que hay que enfrentar años difíciles con una buena estrategia para que la cereza se mantenga como una exportación importante de nuestro país”.