Cada año se pierden hasta el 40% de las colmenas de abejas en Colombia
Aunque algunos países han implementado medidas regulatorias para restringir el uso de ciertos plaguicidas, como los neonicotinoides, en Colombia se requieren mayores esfuerzos regulatorios y una comprensión más profunda de los efectos de los plaguicidas en los polinizadores.

Un estudio publicado recientemente dio a conocer que, cada año se pierden en Colombia hasta el 40% de las colmenas de abejas, una situación que también se replica en otras partes del mundo y que pone en riesgo la seguridad alimentaria y la estabilidad de los ecosistemas. Así lo advierte Andre Riveros, experto en polinizadores y profesor de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario.
Ante este contexto, el experto destaca que, “la protección de las abejas desempeña un papel crucial en la polinización de una amplia variedad de cultivos, que van desde frutas como mango, lulo y kiwi, hasta alimentos básicos como café y tomate. Sin embargo, a pesar de su importancia, las poblaciones de abejas enfrentan desafíos significativos, como enfermedades y la exposición a plaguicidas”, comenta Riveros.
Aunque algunos países han implementado medidas regulatorias para restringir el uso de ciertos plaguicidas, como los neonicotinoides, Riveros dice que, en Colombia se requieren mayores esfuerzos regulatorios y una comprensión más profunda de los efectos de los plaguicidas en los polinizadores.
Suplemento para proteger el cerebro de las abejas y otros polinizadores
Vale recordar que hace un año, la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido otorgó a la Universidad del Rosario la primera patente internacional, una fórmula nutracéutica desarrollada para proteger el cerebro de las abejas y otros polinizadores afectados por insecticidas neurotóxicos.
“Este logro liderado por investigadores de la Universidad de Rosario, en alianza con la Universidad de Arizona de EE UU y la Pontificia Universidad Javeriana, marcó un antes y un después en nuestra historia institucional y en los esfuerzos globales por conservar la biodiversidad”, dijo el profesor Riveros.
La fórmula, basada en flavonoides derivados de plantas, ha demostrado mejorar la memoria, el aprendizaje, la motricidad y la resistencia inmunológica de especies clave para la polinización como la abeja melífera (Apis mellifera) y las abejorras (Bombus impatiens).
“Una abeja que no recuerda dónde está la colmena, que no identifica las flores o que no puede defenderse de patógenos, está condenada a desaparecer. Nuestra fórmula reduce estos efectos, protege su cerebro y les permite sobrevivir”, explica Riveros, investigador principal de la patente.
Durante este primer año, la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad ha fortalecido y ampliado el alcance de esta investigación mediante una alianza con el Centro de Estudio de Enfermedades Autoinmunes (CREA) de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud. Esta colaboración busca profundizar en los efectos que las composiciones tienen sobre la salud integral de las abejas y ampliar el rango de validación científica.
De igual forma, con la maestría en Ingeniería Biomédica, en convenio con la Universidad Escuela Colombia de Ingeniería Julio Garavito, se adelanta una línea de investigación enfocada en optimizar el sistema de administración de este suplemento nutracéutico, buscando facilitar su dosificación y eficacia en condiciones reales de campo.
“Desde la ingeniería biomédica y las aplicaciones nanotecnológicas, estamos explorando rutas que conectan la salud humana con la salud de nuestros polinizadores. Estos enfoques transdisciplinares son necesarios y urgentes porque en este ecosistema complejo e interdependiente participamos todos, y toda solución que integre ciencia, tecnología y biodiversidad es un paso hacia nuestra propia sostenibilidad”, explica Diana Consuelo Rodríguez, co-directora de esta maestría.
Así mismo, se mantienen conversaciones activas con empresas nacionales e internacionales interesadas en el uso estratégico y comercial de esta tecnología, abriendo oportunidades para la transferencia de conocimiento desde la academia hacia el sector productivo.
“Esta patente es más que un logro legal: es una apuesta científica por el futuro de los ecosistemas, la agricultura y la humanidad. Y es una muestra del compromiso de la universidad con la ciencia que transforma realidades”, concluye Riveros. Con esta patente, la Universidad del Rosario reafirma su papel como institución líder en investigación interdisciplinaria, innovación responsable y compromiso con la conservación de la vida.
MÁS DE 200.000 ESPECIES DE ABEJAS
En el mundo existen más de 20.000 especies de abejas y en Colombia se estima que hay más de 1.000. Entre las más destacadas en la agricultura se encuentran la abeja de la miel y las abejorras. Mientras que la abeja de la miel desempeña un papel importante como principal polinizador en una amplia variedad de cultivos, las abejorras son indispensables en invernaderos, especialmente en América del Norte y Europa.