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Investigación en EE UU

Buenas noticias para el control de Drosophila suzukii

Investigadores de la Michigan State University han obtenido resultados muy positivos en el control de la plaga, usando nematodos entomopatógenos. Este trabajo abre la opción a contar con herramientas más sustentables para el control de Drosophila.

07 de Junio 2022 Equipo Redagrícola
Buenas noticias para el control de Drosophila suzukii

También conocida como mosca de las alas manchadas, afecta a cultivos de arándanos y cerezas. 

Rodrigo Pizarro Yáñez

Desde que viajó desde su Asia natal, hasta que se fue estableciendo en diferentes países, Drosophila suzukii ha significado un verdadero dolor de cabeza para los productores frutícolas de ‘medio mundo’. Su rápido desarrollo, desde la puesta de huevos, ocasiona que los agricultores deban realizar varias aplicaciones de insecticidas durante la temporada. Sin embargo, en la búsqueda de alternativas sustentables de control, en EE UU investigadores del APHIS liberaron a la avispa parasitoide Ganaspis brasiliensis para su control en huertos de arándanos. En Chile, en tanto, en una experiencia similar, científicos del INIA La Cruz liberaron a inicios de enero Pachycrepoideus vindemmiae, en campos de berries de Panquehue, Región de Valparaíso. Se trata de otra pequeña avispa que se convirtió en el primer esfuerzo de control biológico para enfrentar la invasión de la mosca de las alas manchadas. Nuevas formas de control son necesarias para combatir de forma sustentable a esta dañina plaga. Así lo entienden también en la Michigan State University (MSU), de EE UU, donde el Dr. Rufus Isaacs lidera un trabajo que involucra a diferentes especialistas del Departamento de Entomología, con el objetivo de controlar esta plaga en el cultivo del arándano y que también afecta a las cerezas. Para ello, los especialistas de esta casa de estudios identificaron que se podría trabajar con nematodos entomopatógenos, en una experiencia única para el control de D. suzukii, que hoy está a cargo de la Dra. Marisol Quintanilla-Tornel, nematóloga y responsable del Programa de Nematología del Departamento de Entomología de la MSU.

Dra. Marisol Quintanilla-Tornel, investigadora de la MSU.

“Esta plaga es un tremendo dolor de cabeza para los productores, quienes tienen que aplicar, como mínimo, cada dos semanas y hay casos en que aplican todas las semanas. Esto causa que se desarrolle resistencia a insecticidas y reduce su efectividad.  Es un desafío controlar esta plaga, porque la multiplicación y desarrollo del insecto es muy rápido desde que pone los huevos”, sostiene la experta.

EL RETO DEL CONTROL SUSTENTABLE

El desafío para los investigadores de la MSU pasaba por buscar una herramienta de control sustentable que sea capaz de suprimir las poblaciones de D. suzukii, y que permita a los productores ‘escapar’ de las frecuentes aplicaciones de agroquímicos. “Creo que con esta plaga siempre habrá aplicaciones de químicos, porque es un problema muy serio, pero lo que podemos hacer es tratar de reducir el número de esas aplicaciones”, precisa. Para poder conseguirlo, la Dra. Quintanilla-Tornel está realizando un trabajo con nematodos entomopatógenos. “En un comienzo no era muy positiva al respecto, porque este es un insecto que se reproduce muy rápido y está dentro de la fruta”, precisa. Además, otro tema que preocupaba a la especialista era cómo podrían llegar hasta la fruta los nematodos entomopatógenos. “Lo que hemos podido comprobar es que este tipo de nematodos se las arregla bastante bien, especialmente cuando la pupa está en el suelo y hemos tenido resultados bastante buenos, sobre todo con una especie de nematodo en concreto: Steinernema feltiae”, añade. Tras diez meses de estudio, los investigadores de la MSU han hecho dos pruebas en laboratorio (en fruta y separada de la fruta) y tres testeos en campo, trabajos que se repetirán en una segunda temporada, a partir de este verano. Y si bien S. feltiae no es el único nematodo que han estudiado, las pruebas con otros nematodos entomopatógenos han sido del todo satisfactorias. Así, en laboratorio S. feltiae ha sido el más afectivo a tal punto que los otros no tenían ninguna diferencia con el control. Si bien la Dra. Quintanilla-Tornel era escéptica al trabajo con nematodos entomopatógenos, “porque había visto varios fracasos en el control de plagas”, su percepción cambió al comprobar los resultados con S. feltiae. “Otros funcionan bien en laboratorio, pero cuando se llevan al campo, ya no son efectivos y eso no ha pasado con S. feltiae, sino todo lo contario, los resultados han sido súper positivos”.

Larvas de D. suzukii en frutos de frambuesa.

DOS SEMANAS DE CONTROL

La especialista cuenta que el control usando este nematodo dura aproximadamente dos semanas, donde se ve una población más baja de la plaga. “Se necesitarán más aplicaciones, pero no durante todo el año, sino en la época de mayor vulnerabilidad de la fruta, sobre todo cuando la fruta está madurando”, precisa la experta y añade que para un óptimo control de la plaga se necesita una alta población de nematodos, que se encargarán de encontrar a la plaga, parasitarla y matarla. Sin embargo, rápidamente las poblaciones de estos nematodos colapsan, porque, por ejemplo, se les acaba la comida o se deshidratan. “Si es que quedan algunos individuos vivos, vuelven a un equilibrio muy bajo. Hay tan pocos nematodos, que el control no es tan significativo. Esa segunda aplicación es lo que estamos evaluando. Vimos que durante dos semanas la población de insectos baja y luego vuelve a subir. Es decir, tras dos semanas, hemos visto que no hay control y, por eso es que debe volver a aplicarse”, explica. Sobre las épocas de aplicación, la especialista cuenta que es un tema que siguen investigando, pero lo recomendable es iniciarlas cuando las frutas están iniciando el proceso de maduración. El trabajo de investigación, si bien está hoy en día enfocado en arándanos, abre la opción a que S. feltiae pueda controlar D. suzukii en cerezos, otro cultivo de importancia en Michigan.

MANO A MANO CON LA INDUSTRIA HORTOFRUTÍCOLA

“Todo el trabajo de investigación que hacemos en la MSU está muy conectado con los problemas reales de la industria, de lo contrario no habría interés”, cuenta la Dra. Marisol Quintanilla-Tornel, quien lleva cinco años trabajando en la MSU, donde ha recibido más de 100 propuestas de trabajos de investigación y recibido un importante financiamiento para el desarrollo de diferentes líneas de trabajo en frutales (cerezas, arándanos y manzanas), cultivos hortícolas (como zanahorias, papas y otros) y cultivos extensivos (principalmente soja, maíz y remolacha).

CONTROLAR OTRAS PLAGAS

Pero, ¿hay posibilidades de que este tipo de nematodos puedan controlar otras plagas? “Claro. Estamos investigando varios insectos que son comunes en diferentes cultivos frutícolas. El secreto es que cualquier plaga que tenga una pupa en el suelo o algo disponible para que el nematodo pueda entrar. Si el insecto no baja al suelo es más complicado, aunque estamos pensando diferentes soluciones para llevar los nematodos a la fruta o plantas, aplicando con algún tipo de gel, que no se seque rápidamente para que los nematodos puedan sobrevivir”, explica. Es un cultivo importante. Si es que este resultado es bueno también será aplicado en otras frutas donde los ataques de D. suzukii son importantes, como son otros berries y también en cerezas.

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