Bioativador biológico Bachumus Eco de AGROTECHNOLOGY: La nutrición como base de una buena salud vegetal
Claudia Agurto A., Gerente General, Agrotechnology S.A.
La importancia del suelo como base de la nutrición para las plantas es algo conocido desde siempre, sin embargo, el efecto que una buena nutrición tiene sobre la sanidad de estas, es algo que no se considera habitualmente.
Las enfermedades de las plantas son el principal factor limitante en la producción agrícola; la mayoría de los agricultores usan grandes cantidades de productos químicos para intentar controlarlas, sin ser conscientes que la nutrición mineral tiene un papel fundamental en la lucha contra ellas.
Las plantas que están sometidas a un estrés nutricional, serán más susceptibles a las enfermedades, mientras que las plantas que reciben una nutrición adecuada y equilibrada serán mucho más tolerantes o resistentes a éstas. La capacidad de una planta para expresar su resistencia genética a una enfermedad en particular, se ve afectada por la nutrición mineral; algunos nutrientes tienen una mayor incidencia que otros; las diferentes formas del N, el pH del suelo, y la disponibilidad de los nutrientes desempeñan un papel importante en el manejo de las enfermedades. Prácticas como la incorporación de enmiendas orgánicas, el encalado del suelo para ajustar el pH, el riego, la labranza, el uso de estimulantes, entre otros son determinantes en el efecto productivo y en el control de la expresión de las enfermedades.
El suelo es un ecosistema donde interactúan no sólo componentes físicos y químicos, sino también una serie de componentes biológicos (macro y microrganismos), que viven en él y lo modifican de una manera constante y dinámica; todas las relaciones entre ellos son complejas y relevantes en la determinación de las propiedades del suelo, y lógicamente en el establecimiento de las comunidades vegetales (Martínez, Gutierrez y Novo, 2010).
Los organismos del suelo son en gran parte responsables de las propiedades como la estructura y la fertilidad en términos de ciclo de nutrientes y definen las concentraciones de C y N en términos de Biomasa (Bakken, 1997).
Los suelos agrícolas de nuestro país han sido sometido por años a la aplicación de diferentes cantidades de fertilizantes químicos, como también a un laboreo intensivo, todo esto enfocado a la obtención de altos rendimientos, sin embargo, no se ha tenido en cuenta el efecto que estos manejos tienen sobre los componentes microbiológicos del suelo. Estos manejos han llevado a una pérdida constante en la fertilidad de los suelos, no afectando solamente los rendimientos, sino también dejando expuestas a las plantas a un sin número de enfermedades, dejando abiertos una serie de nichos ecológicos, donde los patógenos tienen una posibilidad mayor de establecerse.
El uso de productos que tienen la capacidad de devolver al suelo su estado natural de fertilidad biológica, equilibrando la nutrición de las plantas, y de esta forma permitiendo que estas logren su potencial productivo, es una práctica que hoy en día está siendo aceptada por productores y asesores, quienes ya se han dado cuenta de que un manejo químico tradicional no entrega una solución efectiva y perdurable en el tiempo.
Los bioactivadores de suelo, con complementos microbiológicos, resultan de gran importancia para equilibrar y mantener esta fertilidad y por lo tanto mantener una condición de suelo que permita que las plantas puedan expresar su mayor potencial productivo en el tiempo, y también asegurar que en el suelo exista una población microbiana saprófita que tenga la capacidad de biorregular por competencia a la población patógena.
En AGROTECHNOLOGY, estamos convencidos de que la respuesta productiva está en el suelo, y conscientes de esto hemos manejado desde ya hace 10 años una propuesta productiva, basada en el restablecimiento de la fertilidad biológica como base para desarrollar un sistema radicular sano y adecuado, que tenga la capacidad de exploración en todo el perfil, que pueda optimizar la absorción de nutrientes, y por ende la capacidad de expresar una vegetación equilibrada que sustente una alta producción con la calidad necesaria para satisfacer las necesidades de los mercados extranjeros y locales. Nuestro sistema usa como base el uso de un bioativador biológico llamado Bachumus Eco, producido mediante un proceso de fermentación de materiales vegetales con un pool de microrganismos de alto valor agronómico. Bachumus Eco no sólo actúa acondicionando el bulbo radicular al estatus más adecuado de absorción de nutrientes, y el movimiento del agua y oxígeno, sino que tiene la capacidad de modificar de una manera altamente eficiente la condición biológica del suelo permitiendo el restablecimiento del ecosistema natural de este.
Más de 90 ensayos productivos en distintas especies frutales y hortícolas, en distintas zonas agroclimáticas de nuestro país, han demostrado que su efecto es consistente y visible desde la primera temporada de uso.
Especies como Uva de mesa, arándanos, cerezos, paltos manzanos, nogales, tomates, lechugas y papas son algunos de los cultivos donde su efecto productivo ha marcado diferencias consistentes en la producción, en la obtención de material de poda y en la expresión del sistema radicular.
Problemáticas como suelos limitantes y desgastados, con una pérdida de fertilidad constante que limitan el potencial productivo; alternancias de producción, problemas radiculares (cantidad y sanidad), como también desbalances nutricionales, son algunos de los casos en los cuales Bachumus Eco ha demostrado ser una alternativa real y consistente en su respuesta.
Ensayos realizados en la zona norte de nuestro país, en uva de mesa han reportado aumentos productivos desde el 15 al 35%; estos producidos por un aumento de peso en los racimos y por el desplazamiento en la curva de calibres, generando ROI (retornos a la inversión) del orden del 10 a 27 veces.