Arequipa, entre valles y oportunidades para impulsar su agroexportación
Para que Arequipa despunte como tierra agrícola, el proyecto de irrigación Majes Siguas asoma como una instancia necesaria. Potencial agroexportador hay, de hecho, han ido despuntando ‘nuevos’ cultivos en la región el palto y la uva de mesa.
Por Renato Manrique
La actividad agrícola en la región Arequipa se caracteriza desde hace varias décadas por el predominio del minifundio, en promedio de 2 hectáreas por predio. Pese a ello, se destaca, por la alta productividad que se logra en muchos de sus cultivos, que según expertos se debe por la magnífica composición de sus tierras y excelentes condiciones climáticas.
En opinión de Hernán Vela, presidente del Comité Agrícola de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa el minifundio es realmente el mayor problema de la agricultura en Arequipa. “No es posible hacer agricultura en pequeña área y eso pasa en todo el mundo. Parte del gran problema que existe en el Perú es que el 85% de los fundos están por debajo de las 10 hectáreas, en Arequipa por más de 15 años estamos entre 1.8 y 2 hectáreas. Creo que es uno de los más bajos del país, si no es el más bajo”, explica.
Mientras que las empresas medianas o grandes que se dedican a la agricultura o la agroindustria son escasas, básicamente acopian y alquilan terrenos, con excepción de Agrícola Pampa Baja que tiene sus propios campos. “La mayoría de empresas que están en Arequipa lo que hacen es contratar mediante pagos a los agricultores para que les proporcionen frutas y hortalizas. Son acopiadores, hacen contrato con los agricultores, les pagan con precios establecidos y comienzan a colectar para la exportación”, comenta Vela.
Sumado a la limitante que representa el minifundio, -señala- en las últimas campañas los productores en Arequipa no han estado ajenos a la problemática local e internacional, pues se han visto afectados por los sobrecostos de la mano de obra y los altos costos de los insumos agrícolas. “Esos son los factores externos que han golpeado al sector, o sea desgraciadamente la mano de obra sigue subiendo, así como los fertilizantes como consecuencias de todo lo que pasó en el tiempo reciente en el mundo”, dice.
POTENCIAL PARA LA AGROEXPORTACIÓN
En las últimas décadas los productores y agricultores de Arequipa, con la aparición de los Tratados de Libre Comercio, han incursionado en los cultivos de exportación tales como: páprika, olivo, cochinilla, alcachofa, uva, palta y granada. Así, de acuerdo a Hernán Vela, por ejemplo la palta y la uva, son cultivos que han crecido mucho, siendo los productos más exportados de la región sureña.
En ese punto, es preciso indicar que salvo el arroz que es el que cultivo que tiene más área sembrada (20.000 hectáreas), los demás productos con superficie considerable están orientados a la exportación. “Luego viene la palta con más de 10.000 hectáreas, porque en los últimos años ha sido un crecimiento vertiginoso. Luego la uva que tiene unas 6.000 hectáreas. Y de ahí los cultivos clásicos como la cebolla con cerca de 6.000 y el ajo con 5.000 hectáreas”, subraya y menciona que en menor proporción para quinua, trigo, zapallo y otros cultivos.
Precisamente, uno de los cultivos hacia el cual más han migrado en esta región, por su alta rentabilidad es la palta, cuyos precios altos en las últimas campañas han hecho que los agricultores decidan sembrar este frutal. Asimismo, Vela resalta que un factor determinante para apostar por este fruto, es el clima favorable de la zona. “En realidad, el clima es adecuado para sembrar frutas y hortalizas, pues es seco, no hay frío intenso y presenta bajas precipitaciones”, expresa.
MAJES II: ¿FUTURO PROMETEDOR?
Tras idas y contramarchas, el Gobierno Regional de Arequipa y la concesionaria Angostura Siguas S.A. firmaron en julio del 2022 la adenda al contrato de concesión de Majes Siguas II, lo que permitirá reactivar la construcción de este proyecto de irrigación, que involucra una inversión de US$ 654 millones. Asimismo, con el destrabe de esta obra, luego de 4 años, se logró acordar la incorporación de un cambio tecnológico en el sistema de conducción y distribución (mayor cantidad de tomas de agua, permite pasar de tecnología de canales abiertos a riego tecnificado). El reinicio de las obras permitirá culminar con el desarrollo de este proyecto para la irrigación de 38.500 hectáreas de tierras de cultivo, además de potenciar el desarrollo agrícola del país.
Pese a ese anuncio, los cambios constantes de autoridades del gobierno regional y de las autoridades autónomas del Proyecto Majes (Autodema), parecen seguir entrampando este ambicioso proyecto. Para el gerente general de Agrícola Pampa Baja dependerá mucho de una rápida decisión política el sacar a flote Majes Siguas II.
Por su parte Hernán Vela puntualiza que el proyecto de irrigación Majes Siguas II al estar orientado íntegramente para la agroexportación, no se debe repetir los errores de Majes I cuando se destinaban 5 hectáreas a cada agricultor. “En esa época el proyecto estaba diseñado para la agroexportación, pero los agricultores se dedicaron a sembrar sin orientación cultivos como papa, ajo y cebolla compitiendo con los agricultores de los otros valles de Arequipa hasta que muchos de ellos tuvieron que retirarse”, recuerda.
Visto eso, puntualiza que este proyecto se ha planteado desde una visión inmobiliaria, por lo debería funcionar con un formato de producción de 50 a 200 hectáreas. “Esto está diseñado para las grandes empresas. Igualmente, es una gran oportunidad para la asociatividad, si tengo un pequeño capital, me junto con algunos productores o agricultores y hacemos una sociedad, ¿no? Y comienzas a trabajar, pues empresarialmente para abaratar costos logísticos, acceso a tecnología, compra de insumos, etc.”, subraya Vela.
De llevarse a cabo el proyecto Majes II con la prontitud que anhelan los arequipeños, se abre una gran oportunidad de desarrollar nuevos cultivos en la zona como cereza, uvas, cítricos, nogales, pecanos, entre otros. Además, Paredes apunta que la palta sale en una ventana distinta de la que sale Barranca Trujillo y Chiclayo. “Sale una ventana o más anticipada o más tardía, por este mismo tema del frío. Entonces sería una complementación. No es que vendría a añadir a la sobreoferta, digamos que se dice que va a haber de palta, sino que saldría en las colas de la oferta peruana. ¿Cuál es el potencial de sembrar palta ahí? Es enorme. Siempre y cuando no salgamos en las mismas semanas que sale el resto del país, y se puede lograr”, subraya.
Asimismo, la zona de la Pampa de Majes tiene una característica que no tiene ningún otro valle, que es tener temperaturas por debajo de 13°C en las noches, en el verano. “Digamos que en Ica, en Chiclayo, en Trujillo, el árbol no puede descansar en las noches porque las temperaturas están entre los 13 y 17°C, entonces los árboles siguen trabajando. En Arequipa los árboles descansan en la noche, con lo cual acumulan azúcares. En otras palabras, acumulan sabor, color y durabilidad del fruto”, resalta el empresario. “Por ejemplo la mandarina agarra un color, un brix más intenso. La granada agarra un color que no se ve en otra zona. El sabor que agarra la uva es diferente al resto del país. Quizás Nazca pueda compararse algo, pero salvo eso, no hay una zona como esa con su ventaja climática”, resalta.
Si bien hay una gran ventaja climática en la zona, uno de los temas que preocupa y que se arrastra desde el proyecto inicial es que se han dejado de hacer inversiones en el mantenimiento de la infraestructura de riego que está a cargo de Autodema. “Este proyecto que ya lleva cerca de 40 años funcionando viene abasteciendo cerca de 23.000 hectáreas, pero el agua que transcurre por los túneles y canales que van de la costa del Atlántico al Pacífico para abastecernos, se ha ido desgastando, no se les ha hecho un mantenimiento adecuado. Entonces cuando se lance Majes II, tiene que hacer un mantenimiento de toda la infraestructura, de no ser así el proyecto estará en riesgo”, puntualiza.
LA APUESTA DE AGRÍCOLA PAMPA BAJA POR AREQUIPA
La empresa fundada por Octavio Paredes hace más de 20 años, está dedicada al negocio de la agroexportación y la explotación lechera. Y tiene campos propios en Majes (Arequipa) con 1.288 hectáreas y 1.100 en Olmos (Lambayeque). Al respecto, Juan Carlos Paredes, gerente de la compañía recuerda que en el año 1998 compraron las tierras, pero al año siguiente se instaló el sistema de riego y partir del año 2000 empezaron a producir hortalizas y frutas. “Todo fue poco a poco con el apoyo de la banca local, del extranjero y ya para el año 2011 ya teníamos todo irrigado”, asevera.
Aunque actualmente es la principal agroexportadora de la región Arequipa, refiere que la principal dificultad que tuvieron en sus inicios en la zona fue la adaptación al clima y al suelo de la zona. “La zona de Pampa Baja está alejada a 20 kilómetros de la pampa de Majes. No tenemos vecinos, es un desierto. Entonces la situación de clima también es diferente, un poco porque estamos a 1.100 metros sobre el nivel del mar. Y entonces, todo lo que es la prospección agronómica, varietal, de patrones, de manejo de suelos, todo lo que es el know how propio de cualquier valle, no existía”, señala.
Recurrieron a las instituciones agrarias para el manejo agrícola, pero estas utilizaban técnicas desfasadas por lo que les tomo casi ocho años tomarle la mano. “Entre que plantáramos las variedades, plantáramos los patrones, descartáramos, viéramos cual caminaba, cual no caminaba y empezamos a hacer una plantación bastante ya más extensiva. Eso es lo que más nos demoró”. Por eso, en el ínterin qué sembraron cebolla, páprika y zapallo para exportación, cultivos de ciclo corto que eran para tener caja necesaria y para seguir avanzando en la frontera agrícola.
Posteriormente, junto a su padre Octavio viajaron a muchas ferias porque vieron que la demanda de alimentos, especialmente de frutales del hemisferio sur para cerrar ventanas comerciales, iba a ser enorme. “Por esas épocas se comenzó a crecer mucho más. Entonces a raíz de eso, la gente miró que se hizo un centro de empaque, un packing grande en las tierras de la empresa, entonces mucha gente ya comenzó a ver, dijo esto está pasando, les está funcionando a estos señores Paredes por algo”, apunta.
¿Y con qué productos de agroexportación comenzaron? Paredes manifiesta que empezaron con uva y palta. Y de ahí pasaron a la granada y finalmente los cítricos. “Los cítricos fue lo último con lo que entramos, nosotros tenemos plantas de seis años”. Y explica que se animaron a poner cítricos porque diez años atrás de gran supermercado los visitaron y les dijeron que compraba mucho cítrico de Chile, Argentina y Uruguay, pero que no compraban de Perú debido a que no alcanzaba el color externo de la cáscara ideal. “Y cuando miraron nuestras pruebas dijeron: ¿cómo obtienen este color? Entonces le dijimos el diferencial térmico de Arequipa es diferente”, subraya.
Consultado por qué no hay muchas plantaciones de uva de mesa, señala que en los campos que tienen en Arequipa, el 40% es de este frutal. “Y no es más, porque también queremos diversificar en varios productos extra. ¿Y por qué no hay grandes inversiones de uva? Porque no hay extensiones grandes en Arequipa. Cuando salga Majes II, los cultivos que van a predominar ahí, serán cítricos y uva de mesa”, prevé, acorde al mayor hectareaje que se contempla en el proyecto.
PÁPRIKA DE AREQUIPA PARA EUROPA Y EE UU
Agrícola Kamuk está en el negocio de la agroindustria por casi 20 años, manejando aproximadamente 200 hectáreas de cultivo con distintos productos, tradicionalmente con capsicums (páprika) y quinua. En esa línea, Gastón Castillo, Gerente de Operaciones de la compañía dice que tienen como principal cultivo a la páprika. “Entonces desde un inicio básicamente fue un océano azul este mercado de la páprika para nosotros, cuando recién pudimos ingresar a Europa no estaba muy desarrollado el tema acá en Perú. Así, decidimos ir para adelante con el producto y tenemos bastante experiencia”, explica.
Así también, recientemente han ampliado su oferta a productos frescos como la palta, uva y granada, exportando a clientes en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. Castillo precisa que cuando antes tenían 150 hectáreas de paprika tenía cerca de la mitad de quinua, que era su cultivo de rotación. “Sin embargo, después de la pandemia con lo complicaciones que hubo en los mercados, de ahí para adelante decidimos acopiar. Entonces ya no sembramos quinua, solo la acopiamos, así como también la uva y la granada. Ahora, además de capsicums, tenemos cultivos de palta con 20 hectáreas, que ya van por el cuarto año”, refiere.
Con respecto a las últimas tres campañas de páprika señala que fueron complejas debido a la variabilidad climática y presencia de virus. “El clima está bastante cambiado en la zona y además la zona es endémica, hay bastante presencia de virus. Entonces en los últimos tres años ha llovido mucho en verano en la zona del Pedregal, cosa que no es normal, además que la zona se ha vuelto endémica esto ha generado fuerte presencia del virus TSWV (peste negra) transmitido por trips y ha repercutido que haya merma de producción”, asevera.
Para contrarrestar este problema fitosanitario en la zona que hace que se decolore el pimiento y no logre la condición ´premium´, decidieron hacer rotación de moléculas y aplicaciones preventivas. Cabe señalar que los mercados de destino a los que envían principalmente la páprika deshidratada son España y Estados Unidos. “Y también enviamos algo de páprika a México”, Asimismo, producen un poco de chile guajillo y chile ancho, “son pedidos muy puntuales que nos hacen”.
Acerca de la posibilidad que se ponga en marcha el proyecto Majes Siguas II, Castillo indica que le daría competitividad a la región Arequipa. “Una de las limitantes que hay acá en la zona son las extensiones de tierra disponibles, a veces yo tengo que estar alquilando parcelas de 5 hectáreas que están alejadas, lo que me genera sobrecostos operativos. Entonces yo creo que si sale este proyecto que es tan esperado la zona tendría mucho mayor presencia en el tema de la agricultura, como lo es el norte”, reflexiona.