El creciente interés por la utilización de fertilizantes ecológicos como es el caso de los biofertilizantes y bioestimulantes ha presentado un favorable desarrollo, tomando en cuenta, la creciente demanda por productos orgánicos a nivel mundial y nacional, donde nuestro país, destina cada vez más hectáreas de tierras para este tipo de práctica agrícola.

Alpha Desert es un biofertilizante 100% nacional, el cual nace en la región de Antofagasta a través de fondos concursables, entregados en el año 2013 por el gobierno regional a la Universidad de Antofagasta, mediante el proyecto FIC R denominado “Producción de biofertilizantes a partir de biomasa microalgal para productos agrícolas en la región de Antofagasta”. Dentro de sus principales cualidades podemos señalar que nuestro producto es elaborado mediante hidrolisis enzimática de microalgas marinas con gran potencial aminoacidico cultivadas a nivel piloto en el norte de Chile, aprovechando las condiciones lumínicas y de espacio disponibles en la región.

Por su parte, las microalgas corresponden a microorganismos celulares fotosintéticos aislados de las costas del norte de chile por investigadores expertos, con vasta trayectoria en el aislamiento, mantenimiento y escalamiento de cepas microalgales con alto potencial bioactivo, todos ellos pertenecientes a la Universidad de Antofagasta. Estas microalgas para ser utilizadas como materia prima de nuestro biofertilzante, fue necesario escalarlas hasta un nivel piloto, logrando así dos plantas de producción masiva en la región de 50 m3 cada una. Por este motivo y gracias a las condiciones de la zona la producción de ALPHA DESERT es constante durante todo el año.

La principal ventaja de ALPHA DESERT se centra en la obtención de aminoácidos y fitohormonas mediante hidrolisis enzimática, técnica mediante la cual se obtiene la mayor cantidad de aminoácidos libres biológicamente activos (esto quiere decir que se obtienen en las mismas condiciones bioquímicas en que las utilizan los seres vivos en sus ciclos biosintéticos) a diferencia de otros tipos de hidrolisis mediante ácidos o bases utilizados tradicionalmente para la producción de otros biofertilizantes, los cuales son métodos altamente invasivos que durante el proceso degradan las células destruyendo aminoácidos y produciendo además compuestos nocivos para las plantas.

Dentro de las principales ventajas de la aplicación de aminoácidos biológicamente activos podemos mencionar constituyen junto con los carbohidratos y lípidos, el tercer grupo de sustancias vegetales para los organismos, tanto de origen animal, como vegetal. Por su parte las proteínas son compuestos orgánicos nitrogenados de alto peso molecular formados por aminoácidos como unidades estructurales, los que se unen entre sí mediante enlaces peptídicos. Las proteínas en si constituyen un grupo muy diverso, sin embargo el número de aminoácidos existentes son unos 20. Las diferentes proteínas se constituyen por configuraciones definidas de aminoácidos las cuales poseen propiedades fisiológicas muy específicas.

Las plantas y los organismos vegetales en general sintetizan los aminoácidos a través de reacciones enzimáticas denominados procesos de aminación y transaminación. El primero de ellos se produce a partir de sales de amonio y ácidos orgánicos obtenidos por fotosíntesis, mientras que el segundo permite la producción de aminoácidos a partir de otros preexistentes. Por este motivo se hace imprescindible la presencia de aminoácidos para la correcta síntesis de proteínas del organismo vegetal. Dentro de los aminoácidos más importantes en nutrición vegetas podemos mencionar los siguientes: Glicina (precursor de clorofila), Prolina e Hidroxiprolina (Regulacion del equilibrio hídrico, mejor capacidad frente al estrés por bajas temperaturas), glutámico (estimula los procesos de crecimiento de los meristemos radiculares, foliares y florales), arginina (precursor de las poliaminas, necesarias para desencadenar la multiplicación celular, crecimiento de las raíces).

La validación de este producto se llevó a cabo mediante pruebas experimentales definidas principalmente en tres etapas dentro de las cuales la primera se enfocó en el acondicionamiento de la biomasa microalgal para la producción del biofertilizante. La segunda etapa consistió en la determinación del mejor método para la obtención del hidrolizado microalgal con diferentes tipos y concentraciones de enzimas hasta lograr el mayor grado de hidrolisis (GH). Finalmente el último paso consistió en validar los resultados obtenidos mediante pruebas experimentales, las cuales fueron realizadas en cultivos hidropónicos correspondientes a sistemas NFT, utilizando diferentes concentraciones de biofertilizantes durante todo su desarrollo. La cosecha de las lechugas se realizó, midiendo largo y peso de la raíz, además del número, largo y peso de las hojas. Se promediaron los valores correspondientes a cada sistema, para comparar el efecto de la adición del producto sobre la cosecha de los sistemas, donde se resumen las diferencias respecto al control, como se muestra en la tabla adjunta.