Agrovision: “Tenemos un programa de plantación agresivo”
Agrovision tiene 4.100 hectáreas en Olmos, más de la mitad de ellas dedicadas al arándano. Su gerente de Servicios y Desarrollo, Felipe Venegas, dice que el sello distintivo de la compañía ha sido su rápido crecimiento y expansión. “No tenemos ninguna hectárea sin plantar”, dice.
Agrovision Perú se instaló hace diez años en la irrigación. Adquirió el Lote C6 y tiempo después, el C5, ambos en el Ramal Sur. En el transcurso de los años fue haciéndose de otros campos, esta vez ubicados en el Ramal Norte: el A9 –donde hoy tiene cerca de 1.000 hectáreas de arándano ‘premium’– y, luego, el B2a, el B2b y el B1, que pertenecían a Agrícola Chimú. Ninguna otra empresa de Olmos se expandió a tal velocidad.
–Nosotros hemos tenido la consigna de crecer rápido, rápido, con la idea de que toda hectárea se paga sola y de no dejar áreas libres– explica Felipe Venegas, gerente de Servicios y Desarrollo de la compañía. –Y eso nos llevó a tener un programa de siembra muy agresivo. En estos diez años hemos logrado tener el 100% de los campos plantados.
La dimensión de sus campos y el volumen de su producción los ha obligado a requerir de grandes cantidades de trabajadores: en el ‘peak’ de la cosecha de arándanos llegan a contratar hasta 15.000 personas, lo que los hace el mayor empleador del proyecto.
–Como siempre hemos necesitado mucha mano de obra, eso nos ha identificado como una de las empresas líderes en la irrigación– dice Venegas. –Y también nos hemos preocupado por hacer obras para la comunidad.
En esa línea, cuenta el gerente, hace seis años la empresa construyó una carretera de 18 km que viene desde Mórrope a su fundo y que permite facilitar el acceso al proyecto a la gente que viene de Jayanca, Lambayeque, Ferreñafe y Motupe a trabajar en la época de cosecha y que de otra manera tendría que llegar al proyecto desde la ciudad de Olmos.
33.000 TONELADAS DE ARÁNDANO
Agrovision se ha hecho fuerte en arándanos. Actualmente tiene 2.200 ha, principalmente de las variedades Sekoya Pop, Sekoya Beauty y BiancaBlue. También cutiva Ventura, Mágica, Emerald y otras en menores extensiones. Como explicó su director de operaciones, Juan José Gal’Lino, en un reportaje pasado, el camino de la compañía es el del arándano de nueva genética, de mayor resiliencia climática y cada vez más atractivo para los mercados internacionales.
Después de un 2022 en el que registraron 18.000 toneladas de arándano, el año pasado la producción cayó a menos de 14.000 toneladas, debido a los problemas causados por el clima. Felipe Venegas afirma que en la actual campaña alcanzarán un récord histórico: cerca de 33.000 toneladas.
–La campaña viene bien, estamos sacando entre 70 y 80 toneladas por hectárea al día– dice en una entrevista que se realizó a inicios de septiembre.
En contraste con el crecimiento del área de arándanos, la de uva de mesa se ha venido contrayendo en los últimos años. El gerente de Servicios y Desarrollo cuenta que han eliminado algunas variedades, como la Sweet Sapphire, la Sugar Crisp y la Arra 15, “porque no caminaron bien acá y por temas comerciales”. Actualmente se han quedado con 120 ha con Sweet Globe y, en menor medida, Jack’s Salute.
Además tienen 120 ha de paltos, que el año pasado fueron muy golpeadas por las altas temperaturas y, sobre todo, la alta radiación. Si en 2022 tuvieron un rendimiento promedio de 18 t/ha, en 2023 apenas promediaron las 5 t/ha. Sin embargo, la nueva campaña se proyecta bien: la amplitud térmica oscila entre los 28°C de día y los 14°C de noche y eso le está haciendo muy bien al palto (y al resto de cultivos). Las plantas están floreando y todo hace indicar que se volverá a los rendimientos de 18 t/ha.
*Puede revisar nuestro especial “Olmos, a diez años del ‘milagro agrícola’ en el desierto“.