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Producción en Biobío

Agrícola Hüne ajusta su estrategia en arándanos a los nuevos escenarios

El ingeniero agrónomo y productor agrícola Ernesto Hüne proyecta que los retornos del arándano serán cada vez más estrechos por el aplanamiento de la oferta, y que se convertirá en un negocio “normal”. Por lo tanto, está llevando adelante fórmulas para evitar costos innecesarios y aumentar los rendimientos, entre ellas la introducción de nuevas variedades, alianzas empresariales, la tecnificación del fertirriego, la diferenciación del empaque por calibres, y prácticas innovadoras para alinear los intereses de los trabajadores con los de la empresa, por dar algunos ejemplos.

04 de Diciembre 2017 Francisco Fabres

La estrategia arandanera de Agrícola Hüne, en Los Ángeles, Biobío, está adaptándose a lo que, estiman, será la tendencia del mercado mundial: una estabilización del volumen de la oferta durante el año y, por consiguiente, un alejamiento de los precios más altos que se alcanzaban en los periodos de baja en el año.

Ernesto Hüne.

Ernesto Hüne analiza los espacios de mercado que había a nivel internacional –de mediados de marzo a mediados de abril, uno; de fines de septiembre a comienzos de noviembre, el otro (figura 1)–. Los chilenos, indica, trataban de adelantarse o atrasarse para alcanzar algo de estas ventanas a través de metodologías como la utilización de túneles o el uso de variedades tardías.

Pero a continuación remarca en el gráfico las flechas en las etapas en las cuales se irá insertando y llenando el vacío la creciente producción peruana, que gracias a sus condiciones climáticas puede elegir su fecha de salida: “la oportunidad de cosecha en Perú está dada por el manejo, por poda y por riego”. Mientras más éxito tenga en hacerlo, más se aplanará la oferta. “¿Qué va a pasar? Se acabaron los buenos precios”, pronostica el ingeniero agrónomo y empresario del agro.

CON MÁRGENES ESTRECHOS, EL NEGOCIO VA A DEPENDER DE LOS KILOS

En esas condiciones, plantea una estrategia basada en controlar los costos de producción y aumentar los rendimientos. Por lo tanto, pone en entredicho ciertos gastos, al menos para sus condiciones:

Figura 1. El “efecto Perú” en el mercado internacional del arándano.

–En Chile la justificación del túnel era adelantar la producción 15 días. Pero si vas a tener a Perú metido, ¿para qué vas a gastar en túneles y cuánta cosa? Vas a vender al mismo precio que en tu temporada, no tiene sentido hacer esas inversiones, porque el mercado se va a transformar en una cosa plana. Dicen que hay que esperar un valor parejo, de 3 a 3,3 dólares/kg y no los US$5 o 6 que había de retorno a productor. El arándano va a ser un commodity. Por lo tanto, los costos no deben superar los US$2 a 2,5. Con un margen de US$0,5/kg hay que ser eficiente y el negocio va a depender de los kilos, porque existen costos fijos. El costo variable principal es la cosecha, prácticamente un dólar. El otro dólar y algo más se lo lleva todo el manejo, el riego, la fertilización, la poda, la energía eléctrica, control de heladas, control de malezas, fitosanidad, los supervisores, los vehículos, maquinaria, packing, etc.

–Otra razón para poner cubiertas plásticas es proteger de las precipitaciones y permitir la cosecha aun con lluvia.

–Tienen esa ventaja, pero no justifica la inversión, al menos en esta zona. Más al sur el gran riesgo es la pluviosidad de verano. Muchos han puesto techos por hilera, algo más chiquitos que los del cerezo. Para adelantar ya no tiene importancia, pero sí para cosechar las variedades cubiertas en días lluviosos.

Ernesto Hüne analiza las ventajas y desventajas de la producción de arándano en la provincia de Biobío, comparada con las otras áreas del país. A su juicio todavía hay más gente disponible para las labores que hacia el norte. Por otra parte, el clima admite una paleta de variedades para cosechar de noviembre a marzo, “con características de clima no tan favorables como en el norte, pero no tan negativas como en el sur” pues las precipitaciones estivales son mucho menores.

–El arándano del sur se puso para aprovechar la ventana tardía, por eso muchos fruticultores compraron allá. Efectivamente el mismo cultivar en Osorno se cosecha 10 a 15 días después que en Los Ángeles, pero aquí puedo poner otras variedades también tardías, sin correr el riesgo de lluvias. Y la disponibilidad de agua es otra gran ventaja. Acá hay una cultura del riego, que constituye un requisito de la fruticultura. Solo el canal del Laja-Diguillín cubre 70.000 ha. En el sur tienen que tener derechos de los esteros, deben hacer tranques acumuladores, bombear agua; no hay un sistema de riego habilitado, diría yo: una gran limitación.

El sistema de aspersión para el control de heladas implica un fuerte consumo de agua en momentos en que el canal Laja- Diguillín está sin caudal.

POZO PROFUNDO PARA COMPLEMENTAR EL RIEGO Y EL CONTROL DE HELADAS

El riego presurizado no solamente es una condición para garantizar el correcto suministro de agua sin depender de la variabilidad de las lluvias y con mínima pérdida del recurso. También sirve de importante instrumento para dosificar la nutrición:

–Nosotros lo hacemos todo con fertilizantes solubles y cada vez que se riega se fertiliza, en el periodo que corresponde hacerlo. Ahora estamos incorporando las mezclas preparadas que ofrece el mercado, en reemplazo del sistema antiguo en que comprábamos los ingredientes por separado y en la caseta de riego dosificábamos cada uno de acuerdo al programa. Las mezclas no estaban disponibles para fruticultura, pero ya varias empresas las están ofreciendo preparadas a pedido, de acuerdo al plan de fertilización, para disolverlas en el predio.

A futuro, Hüne ve que los proyectos nuevos, especialmente los más grandes, incorporarán los estanques necesarios para usar fertilizantes líquidos con el fin de facilitar la logística y evitar las pérdidas provocadas por “el amigo de lo ajeno”.

La nutrición y el riego de cada cuartel se programan y controlan utilizando un software, a partir de los informes con análisis foliares mensuales desde octubre. Se diferencian las fórmulas y oportunidades de aplicación por variedad, de acuerdo a sus requerimientos y desarrollo fenológico.

Los campos de Agrícola Hüne se abastecen de recursos hídricos del canal del Laja-Diguillín y de un pozo profundo. Este último cubre el 100% de las necesidades a principios de primavera, hasta que empieza a llegar el agua del canal. Desde ese momento su uso es complementario.

Un pozo de 60 metros de profundidad capaz de entregar 54 litros por segundo suple las necesidades del control de heladas y complementa el suministro hídrico en las épocas críticas de riego.
La programación del riego y la fertirrigación se controlan con un software especializado.

Antes de la perforación para obtener el agua subterránea ocurría que el caudal del canal era consumido por las bombas y había que esperar a que se rellenara. En algunos momentos los intervalos eran de media hora: 30 minutos de espera para 30 de riego. El pozo, de 60 metros, entrega 54 litros/segundo, cantidad suficiente para cumplir también los requerimientos del control de heladas mediante aspersores instalado en 5 hectáreas de variedades tempranas (Star, Jewel y Camelia). Estos eventos climáticos se concentran en agosto y septiembre, justamente la época en que el canal está vacío.

EL MIX DE VARIEDADES ESTÁ TENIENDO CAMBIOS

El cuadro 2 muestra el mix de variedades de Agrícola Hüne y las fechas estimadas de producción de la temporada 2017/18. Buena parte de dicho mix corresponde a las que existían en el mercado hace unos 10 años, cuando fue plantada la mayoría de ellas.

La más reciente introducción incluyó cultivares de Fall Creek: Blue Ribbon, Top Shelf y Cargo. Están indicadas en el orden de cosecha en que teóricamente debieran salir, a partir del 10 al 15 de diciembre, algo por confirmar al momento de escribir el artículo pues todavía no se realizaba la primera colecta de las 4 hectáreas plantadas con cada una. También están agregando Last Call, más tardía (febrero-marzo, esperan). A esa superficie se agregarán otras 20 ha de las mismas, en la empresa relacionada El Álamo. Las escogieron por los antecedentes con que cuentan en EE.UU., ya que de acuerdo a la información de que disponen, aún no hay datos de plena producción a nivel comercial en Chile. A su favor juega la pureza varietal garantizada por su multiplicación in vitro y el hecho de haber sido desarrolladas pensando en las condiciones de nuestro país, señala Ernesto Hüne, por ser buenas viajeras, de buen calibre, buen sabor, orientadas a fresco. “Los proyectos de mayor superficie están apuntando a estas variedades”, añade.

Cuadro 2. Programación de cosecha y producción estimada 2017/18, por variedad. Agrícola Hüne, Los Ángeles.

Hasta el momento, constata, los mercados solamente se han fijado en la calidad viajera de las variedades, en el sentido de no presentar defectos notorios, y han puesto poca atención a la calidad organoléptica.

–En mi opinión eso va a ir cambiando y va a llegar a ser igual que en manzanas o cerezas, donde uno habla de la variedad, con las características que la diferencian. Los arándanos, si bien son todos redondos y azules, muy parecidos, son muy distintos en sabor. Por ejemplo, Draper es excelente viajera pero no tan rica como Liberty, que también es buena viajera. En cada caja, en cada clamshell va indicada la variedad, lo cual nos permitiría distinguirnos de Perú mientras allá siga predominando Biloxi. Pero a la larga ellos van a buscar variedades que superen esta desventaja, eso es natural.

En todo caso, la decisión ha sido detener el crecimiento en superficie de arándano y apuntar su foco a cerezo, cultivo del cual ya cuentan con 20 ha en Agrícola Hüne. El fruto azul se va a transformar en un negocio “normal”, en el cual habrá que hacer las cosas muy bien.

–Y hacer las cosas muy bien no es tan fácil -plantea Ernesto Hüne–. Nosotros tuvimos en la temporada 1015/16 una media de 13.500 kilos en arándano. En 2016/17 se nos precipitó todo, bajamos a 11.500, promedio por ha. El porcentaje de embalaje fue mejor, pero con menor precio de exportación y al final nos dio rojo. Hay que acercase a 15.000 kg/ha, pero algunas variedades, como la Aurora, nunca los van a dar. ¿Por qué no la arranco? Porque todavía tengo más suelo para plantar y porque me llena un espacio en febrero esperando la Ochlockonee.

El calibre mínimo esta temporada es 12 mm.

RESPONDER A LA DEMANDA CHINA CON CALIBRES SEGREGADOS

Ernesto Hüne advierte que esta temporada el calibre mínimo que está siendo admitido para la exportación en fresco corresponde a 12 mm, contra 10 mm en 2016/17. Previniendo esto, algunas variedades que el año pasado rindieron 15.000 kg/ha fueron podadas para que dieran 12 toneladas, pero de mayor tamaño.

EE.UU. hasta ahora no ha exigido calibrado, plantea el agrónomo, práctica que se ha ido masificando en Chile con la vista puesta en China, que sí lo demanda. Sin embargo, no es que quieran solamente arándanos de gran tamaño, aclara el entrevistado; lo que se debe evitar son los clamshells heterogéneos y enviar por separado la fruta de 14 a 16, de 16 a 18… Pero tampoco bajo 14.

EL COMPLEJO DESAFÍO DE LOGRAR QUE LA FRUTA SE SAQUE EN EL MOMENTO ÓPTIMO

La escasez de trabajadores no es tan crítica en Biobío, y además se está viendo una afluencia de extranjeros, principalmente haitianos. Hüne cuenta que ha habido encuentros en la municipalidad donde explicaron las visas y requisitos por cumplir. El entrevistado, sin embargo, critica el contrasentido de ciertas normas. Por ejemplo, una empresa con 25 trabajadores o menos no tiene límite de contratación de extranjeros. Pero de ahí para arriba el tope es un 15%, de modo que una agrícola de 30 trabajadores solo puede contratar 4. “Hay una desproporción”, apunta.

No todas las variedades están alcanzando el rendimiento necesario, por lo cual se tomó la decisión de introducir cuatro nuevos cultivares. Pero de ahora en adelante ya no se aumentará la superficie con arándanos.

Una experiencia interesante es la forma que encontraron en Agrícola Hüne para solucionar el tema del control de la calidad del trabajo de los cosechadores. Si a mediados de diciembre luego de retirar la fruta madura de un cuartel pueden transcurrir unos 6 días antes de que se justifique la siguiente pasada, en enero ese lapso se reduce a la mitad, para evitar la sobremaduración y ablandamiento. Aquí es vital alinear el trabajo del cosechero con el objetivo de la empresa de lograr la mayor proporción de fruta para ser procesada en fresco. Pero el trabajador busca aumentar los kilos, puesto que se le paga por eso. Por lo tanto, existe la tentación de sacar solamente los arándanos más fácilmente accesibles, negligiendo la prolijidad: saltará una fruta aislada para no perder tiempo en ella y preferirá ir a un racimo de 7 u 8. Entonces, un rol del supervisor (uno por cada 20 a 25 cosecheros) es vigilar que se retire toda la fruta madura en su momento, y que se lleve con frecuencia al lugar de acopio de manera que quede el menor tiempo posible expuesta al calor. En temporadas anteriores el sueldo de los supervisores era independiente de la calidad de la fruta; sin embargo a partir de 2016/17 se estableció un sistema en que, si la fruta de una cuadrilla califica para fresco, el supervisor recibe un pago adicional por kilo, en tanto que no recibe nada si los arándanos no cumplen esa condición de calidad.

–Un desafío complejo –comenta Ernesto Hüne– es lograr que el 100% de la fruta sea cosechada en su punto óptimo. Este incentivo se nos ocurrió acá, es novedoso y permite premiar al supervisor que cumple bien su misión, porque de él depende que el cosechero en un momento dado vuelva atrás y repase.

El año pasado, debido a las altas temperaturas registradas, la variedad Legacy se aceleró, no solo en el sentido de adelantar la cosecha, como las otras, sino también en dar mucha fruta que maduró demasiado rápidamente.

–No la pudimos dominar y no fuimos capaces de cosecharla a tiempo. Cuando un cuartel se nos arranca, no vale la pena pagar un dólar de cosecha por kilo para mandarlo a IQF y recibir medio, ¿no es cierto? Tenemos una máquina cosechera de arándano para usarla en esos casos y se va a la industria directamente.

–¿Cuánto del negocio es IQF y cuánto para fresco?

–La venta debiera ser de un 70 a 80% de fresco, en volumen. El ingreso fue bastante malo el año pasado en congelado, del orden de 0,5 a 0,7 dólares. Eso depende del stock en EE.UU. y en los otros mercados. Dicen que ahora va a ser mejor, porque las existencias están más bajas.

 

MURTILLA Y MAQUÍ, ¿POR QUÉ NO?

–Hemos estado “olfateando” los almendros, el avellano europeo, el nogal, la frambuesa. Pero, ¿en qué incursionaría yo…? En murta. Compré 1.000 plantas de variedades mejoradas de INIA Carillanca. A mí me tinca, pensando que en arándano no vamos a crecer más. Podríamos darles un par de hectáreas: tienen demanda.

–¿Pero en Chile solamente?

–No, no, no. De hecho Hortifrut ha pagado hasta 6 a 8 mil pesos por el kg de murtilla. Están tratando de colocarla. Es una fruta para hacer dulces, licores, hay que buscarle. Los membrillos con murtilla son un postre famoso. El otro frutal promisorio es el maqui. A todas estas cosas hay que dar lugar por lo menos a ensayar. Hace 30 años el arándano fue una prueba en Chile, cuando INIA trajo plantitas, a ver cómo se adaptaba…

CERTIFICACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS LABORALES Y CALIDAD DE AGUA, RETOS FRUTÍCOLAS DE HOY

El agrónomo y empresario agrícola sostiene que el gran desafío que viene ahora corresponde a las buenas prácticas laborales, pues EE.UU. ya puso la fecha de 2018 para la certificación, en este aspecto, de los productores sobre un cierto nivel de ventas.

–Ya estamos con cursos de capacitación para sumar las buenas prácticas laborales a las buenas prácticas agrícolas. Se necesita readecuar los contratos de trabajo, considerar el derecho a información, reglamento interno, seguridad personal, comités paritarios, comité de capacitación, forma de pagar las remuneraciones, montos y frecuencias, anticipos, préstamos, los pagos previsionales… Todo lo relacionado con el personal tiene que quedar registrado y las auditorías lo revisarán.

Se trata de un asunto complejo y por tanto en Agrícola Hüne tienen una asesora y personas especializadas a cargo, de modo que ya cuentan con diversas certificaciones, como Primus GFS y las exigidas por Tesco.

Otro tema por venir, augura el entrevistado, es el de la calidad de agua para el riego y para los tratamientos fitosanitarios. Están empezando trabajos en ese sentido como integrantes de un proyecto PTI de desarrollo de berries de Biobío Centro, financiado por Corfo y en alianza con la Universidad Católica de la Santísima Concepción:

–Se va a hacer todo un análisis de las calidades del agua, con unos 25 productores participantes. Además se incorpora la evaluación de diversos sistemas de sanitización. Lo más crítico es el agua contaminada en las fumigaciones, porque por último el riego no toca la fruta, pero la que se usa en las aplicaciones fitosanitarias debe tener casi un nivel de agua potable. Acreditarse en esto permite garantizar al cliente que la fruta va a estar libre de contaminantes biológicos como Escherichia coli u otros.

Las aguas de pozo se encuentran limpias, estima el agricultor angelino, pero las del canal Laja… Bueno, se trata de una red de más de 700 km de canales derivados de los distintos esteros y de los ramales o sub-ramales correspondientes, donde abunda la actividad de gente, desagües, ganado, animales domésticos y fauna natural. El proyecto hará una revisión y propondrá los mecanismos para disponer de recursos hídricos limpios.

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