Por: Renato Manrique

Deshidratar frutas, hortalizas y hierbas fue el punto de partida de Deshidratados Tropicales en 1993, productos que comercializaba a empresas locales y extranjeras. Con el paso del tiempo se fue especializando en la elaboración de maca en polvo y después en aceite de palta, hasta convertirse en el primer exportador de este producto. Esa posición ganada fue decisiva para que la firma francesa Laboratoires Expanscience (su cliente), tomara la decisión de dedicarse al procesamiento de palta para elaborar aceites convencionales y orgánicos.

Sébastien Debrock, director general de la empresa explica que el proceso de aceite de palta utilizado es un proceso patentado por el laboratorio francés, por lo que la hace ser un aceite ‘especial’ en el mercado. “Nosotros trabajamos con paltas frescas, las deshidratamos, extraemos el aceite de la palta deshidratada y es realizado sobre un proceso innovador y que está patentado. Significa que este proceso original es de uso exclusivo para nuestra empresa. No hay otra empresa en Perú o en otro lugar que pueda ofrecer la misma calidad de aceite”, puntualiza.

En ese sentido, tienen una capacidad de producción con dos túneles de deshidratación, que está casi ocupada todo el año con el procesamiento de la palta, destinando en menor medida al deshidratado de alimentos como la maca, maracuyá, mango, jengibre u otros, y también el prensado del cacao, solicitado por empresas peruanas.

FRANCIA, DESTINO PRINCIPAL PARA EL ACEITE DE PALTA

La demanda por aceites naturales ha crecido bastante en los últimos cinco años, principalmente el aceite de palta, que es muy consumido en el exterior (Europa, EE UU, Asia), debido a sus propiedades hidratantes para la piel, así como también el aceite de maracuyá. El empresario refiere que en el caso del aceite de palta han duplicado su volumen en 5 años de 150 a 300 toneladas. Mientras que con el aceite virgen de maracuyá, segundo producto en importancia, en ese mismo periodo aumentó de 1 a 40 toneladas, “para el laboratorio es un producto que también funciona muy bien”, precisa.

El aceite de palta se destina para las industrias farmacéutica y cosmética, aunque la empresa produce y exporta principalmente para el sector farmacéutico. “Se extrae una molécula del aceite de palta y esta molécula se utiliza como ingrediente en la industria farmacéutica, por ejemplo, para desarrollar un medicamento contra la artrosis de la cadera y de la rodilla que afecta a las personas con debilidad en las articulaciones”, detalla.

Otra parte de esta línea de productos son utilizados para extraer activos e ingredientes cosméticos, los que son enviados casi en su totalidad a Europa, de manera preferencial para su casa matriz en Francia. “En 2021 exportamos 305 toneladas de aceites a Francia, con un crecimiento del 16% respecto a 2020”, precisa sobre un negocio que en un 94% se destina a la exportación, dejando solo un 6% al mercado local.

ALIANZAS ESTRATÉGICAS

Si bien por el momento en la compañía no tienen vocación a tener cultivos propios, “es un trabajo muy particular, pues somos industriales, no agrónomos”, dice Debrock, añade que podría ser una buena opción para asegurar los volúmenes al alza, y también para implementar más acciones en el campo (apoyo agronómico, acciones sociales…).

Precisamente una de las apuestas de esta compañía es mantener las alianzas estratégicas a nivel nacional en asociación con pequeños y medianos agricultores, que les proveen las materias primas en Chiclayo, Trujillo, Casma, Ica, Oxapampa, Cusco, Arequipa, Huancavelica y Ayacucho. Estos productores, en su mayoría cuentan con certificaciones, sobre todo enfocados en mantener un control orgánico de sus campos y de la trazabilidad de los cultivos. “Tenemos que tener una trazabilidad con toda la producción, por lo tanto, tenemos un listado de todos los lugares del Perú donde compramos palta y podemos decir a la fecha que cantidad de palta hemos comprado. Esto es un poco inusual, pero se tiene que hacer en orden”, sostiene.

De igual forma, la empresa tiene entre sus prioridades ofrecer un programa de apoyo en el campo, con agrónomos dedicados a asesorar en los manejos agronómicos a los agricultores. “Les damos apoyo en algunas buenas prácticas y les hemos entregado algunas pautas sobre la lucha contra el Phytophthora cinnamomi o sobre el manejo del suelo. Los agricultores nos conocen, saben qué hacemos y cómo lo hacemos y así hemos ido cultivando buenas relaciones con ellos”, resalta.