En la búsqueda de una agricultura más sostenible y eficiente, Taiwán anunció el desarrollo a gran escala de un biopesticida libre de toxinas que puede proteger cultivos contra plagas de difícil control. Un funcionario agrícola dio a conocer la información, anunciando además que serán el primer país en producir en masa este producto.

Los estudios sobre el biopesticida, basado en Photorhabdus luminescens, un patógeno bacteriano de insectos, ha dado sus frutos después de 18 años de investigación, según funcionarios del Instituto de Investigación de Sustancias Tóxicas y Químicos Agrícolas.

El producto ha demostrado tener una excelente actividad ovicida contra plagas tan difíciles de controlar como los ácaros, que a menudo se encuentran en la papaya, otros árboles frutales y plantas con flores, comentó Chang Ruey-jang, director general del Instituto dependiente del Consejo de Agricultura (COA). Actualmente, el instituto está solicitando al COA que autorice la producción y venta en masa del biopesticida en Taiwán.

El punto de partida de la investigación fue un estudio de 2003 publicado por la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, sobre la eficacia de Photorhabdus luminescens para matar plagas y bacterias, pero se realizó en una cepa local de Photorhabdus luminescens, dijo Chang.

Mientras tanto, el equipo de investigadores también ha desarrollado técnicas para producir en masa el agente de control biológico, lo que convertirá a Taiwán en el primer país del mundo en fabricar un biopesticida, aseguró Hsieh Feng-chia, investigador del instituto.