Viña Miguel Torres se encamina hacia una agricultura regenerativa en sus huertos en Chile
Miguel Torres es una de las bodegas pioneras en Europa en el manejo regenerativo de sus huertos, algo que tembién está implementando en Chile. Dentro de las medidas que han llevado a cabo se encuentra la reducción en el uso de tractores, la fertilización orgánica y el uso de ganado ovino para el control de malezas.
Buscando que sus procesos productivos sean más amigables con el medio ambiente, Miguel Torres Chile ha implementado, desde fines de 2021, una serie de medidas para encaminarse a una agricultura regenerativa. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), minimizar las labores del suelo, aplicar productos orgánicos, entre otras, son parte de estas medidas.
Eduardo Jordán, director técnico y enólogo de la viña explica que este modelo “se centra en recuperar su fertilidad natural; alimentar la red trófica, mejorar el ciclo del agua, aumentar la materia orgánica y fijar el carbono. Buscando el equilibrio entre componentes orgánicos, minerales y microorganismos, para reducir la desertización y la desertificación”.
El principal objetivo es mantener el carbono y otros GEI en el suelo, sobre todo el metano y el óxido nitroso, ambos con potencial de generar impactos más negativos que el propio carbono en el calentamiento global. “Mucha gente no tiene clara la importancia de éste en el suelo. Siempre se habla de otros elementos como nitrógeno y potasio, pero debe quedar claro que el carbono es sinónimo de energía”, señala Jordán y agrega que para mantenerlo en el suelo se deben “mover lo menos posible los suelos y mantener una cobertura vegetal permanente”.
MEDIDAS LLEVADAS A CABO
Entre las medidas adoptadas se encuentra la aplicación de nuevas metodologías. En este sentido, se han reducido las labores de arado realizadas con tractores, para evitar las intervenciones en los suelos. Además, se han hecho fertilizaciones orgánicas para disminuir la huella de carbono.
Así también, se han implementado prácticas como la inclusión de ganado ovino para el control de malezas durante el período postcosecha y al inicio de la brotación. “Con la digestión de los animales favorecemos el aumento de materia orgánica y la presencia de microorganismos, siendo especialmente importantes en suelos pobres y con problemas de estructura, que no permiten que las raíces crezcan correctamente”, indica el enólogo de la empresa.
Del mismo modo, se han hecho siembras entre hileras en base a gramíneas y leguminosas, con semillas previamente inoculadas con microorganismos que favorecen las relaciones simbióticas con las plantas hospederas. Esto, a su vez, permite la fijación del nitrógeno atmosférico. Dichas siembras son luego incorporadas al suelo, lo que mejora su estructura al aumentar la materia orgánica y el carbono disponible.
BENEFICIOS OBSERVADOS
Las medidas implementadas han permitido disminuir el consumo de petróleo al reducir el uso de tractores en la viña. “También, aprender a trabajar en una forma holística, contemplando todas las herramientas disponibles en un momento determinado. Esto incluye, una gran coordinación con los dueños de las ovejas, donde en algunos casos, corresponde a personal externo a la viña, y en otros, se trata de colaboradores nuestros. Hemos reducido los costos en fertilizaciones, y lo más importante, es que con todo esto, estamos ayudando a salvar el planeta”, finaliza.