Marienella Ortiz

El descenso de temperatura que suele ocurrir de noche y que es el detonante para que una mandarina pase de verde a tonalidades más naranjas, tuvo retrasos en las principales zonas productoras de la fruta, como Ica y parte de Lima. La maduración se retrasó entre dos a cuatro semanas y, con ello, el inicio de las exportaciones del cítrico, que suele iniciarse entre fines de marzo y comienzos de abril.

El Presidente de la Asociación de Productores de Cítricos del Perú (Procitrus), César Pescheira, calculó que la temperatura ha estado por lo menos dos grados por encima de lo normal en el sur del país, lo que tuvo un impacto en la maduración de las mandarinas. “Lo que hace en esta época el clima más caluroso es dificultar la toma de color. Entonces, no se puede hacer más que esperar mejores condiciones climatológicas, que el fruto tome color y se vuelva a iniciar la cosecha”, señaló en el marco del XI Seminario Internacional de Cítricos 2023.

Menciona que el inicio de campaña se da con las variedades tempranas, entre ellas las satsumas. Si bien las satsumas se pueden desverdizar en cámaras que controlan la temperatura, humedad y etileno, explica que la fruta puede pasar por ese proceso cuando alcanza un cierto nivel de pigmentación, de lo contrario sería contraproducente para la calidad de la mandarina. “Cuando comento que estamos retrasados en la cosecha es porque aún está demasiado verde la fruta. Entonces, no alcanza el grado de verde necesario para poder tener un proceso de desverdizado adecuado. Tampoco puedes someter una fruta a 72 horas porque afectas su calidad”, explica.

Entre las satsumas que comienzan a exportarse en esta temporada, refiere que, en primer lugar, está la Miho Wase, para luego venir las Okitsu, Owari y también las primosoles a fines de abril. Muestra su expectativa de que en el caso de las variedades tardías, vaya evolucionando mejor el clima. “Al parecer hay un anticiclón que viene del sur y que parece que estaría enfriando un poco las costas. Ojalá que eso sea así y continué la dinámica de las cosechas”, señala.

Ahora que se anuncia un posible fenómeno de El Niño, señala que podrán tomar algunas consideraciones en el tema de la toma de color, a diferencia de lo ocurrido en la actualidad, en que las alteraciones climatológicas se dieron de imprevisto. Apunta que existen ciertas estrategias, no muchas, pero sí algunas, como el reducir los aportes del nitrógeno que afectan la toma de color.

Durante el XI Seminario Internacional de Cítricos 2023, Abraham Levy, director de Ambiental Andina, refirió que aún es muy prematuro determinar si se presentará El Niño, pese a lo elevadas que pueden estar hoy las temperaturas en la costa peruana. “En esta época del año (otoño), el sistema climático es más susceptible a fluctuaciones meteorológicas impredecibles”, refiere.