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Un buen año para la uva… Si el clima lo permite

Existen buenas expectativas para la uva en el 2023. Sin embargo, los desastres naturales se posicionan como el mayor obstáculo en su crecimiento.

19 de Abril 2023 Equipo Redagrícola
Un buen año para la uva… Si el clima lo permite

Por Luis Corvera, Director General de Fresh Fruit Perú

La uva es uno de los principales protagonistas de la canasta agroexportadora peruana. Esta fruta lleva peleando el liderazgo en los envíos peruanos con la palta y el arándano durante los últimos cinco años. Y sumando al café a ese grupo, es uno de los cuatro productos que ha logrado superar ventas por más de US$1.000 millones de envíos al año.

Actualmente, la capacidad productiva peruana permite que los envíos de uva se den durante todo el año, aunque los picos de exportación ocurren entre noviembre y diciembre (51% del total), época donde se cosecha principalmente la fruta piurana. Con respecto a las presentaciones, la uva peruana se envía principalmente como producto fresco (98%). A pesar de que 2023 empezó con un marco adverso a nivel productivo, con conflictos sociales en el norte y sur. Además, tras los problemas climáticos —con el ciclón Yaku como principal exponente— en la zona norte (entre Piura y Áncash), los envíos de uva abrieron bien el año, sosteniendo un crecimiento aproximado de 17% en el trimestre. Con ello, la uva mantuvo su buena racha en el mercado internacional, pues fue uno de los pocos productos que durante el 2022 no vio grandes modificaciones en el precio promedio de sus envíos y pudo sostener un crecimiento tanto en volumen como en valor.

EVOLUCIÓN DE LA EXPORTACIÓN DE UVA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

En el 2017/18 inició la buena racha para la uva, sin interrupciones hasta 2022. Después de un decepcionante 2016, los envíos de la fruta presentaron un crecimiento de alrededor del 3% del valor, a pesar de haber enviado 7% menos en volumen, alcanzando las 303.000 toneladas por US$645 millones. Esto se dio gracias al aumento de la demanda por uva de mesa en los principales mercados internacionales, lo que generó un incremento en el precio de cerca de 10%, alcanzando los US$ 2,13/kg. Otro factor clave en este impulso fue la caída de los volúmenes de uno de los mayores exportadores y principal rival del Perú en este producto: Chile. La oferta peruana pudo haber respondido mejor, sin embargo, el Fenómeno El Niño de ese año afectó la producción de la fruta en el norte del país.

Para la temporada 2018/19, el escenario fue similar. Existió un aumento importante en la demanda internacional de la uva. La gran diferencia fue que la oferta peruana esta vez sí pudo responder con un crecimiento del volumen de las uvas. Con ello, en el año se totalizó 343.262 toneladas por un valor de US$817 millones, 13% mayor en volumen y 27% mayor en valor. Con respecto al precio, este volvió a incrementarse en más de 12%, llegando a US$2,38/kg.


En la campaña 2019/20, existieron ciertas complicaciones en la producción y, junto a la caída de los precios, desaceleraron ligeramente los envíos. Sin embargo, muchos inversores en el vecino Chile empezaron a optar por otros cultivos, como la cereza o la frambuesa. Ello generó que la oferta de la región se redujera y el impacto en los precios no fuera tan grave. Los envíos de uva peruana sumaron 376.365 toneladas por un valor de US$875 millones, 10% mayor en volumen, pero solo 7% mayor en valor. Este resultado se debió a la caída del precio en aproximadamente 2%, llegando a cotizarse en US$ 2,32/kg.

2020/21 fue un año de extraordinarios retos para la mayoría de las industrias. Esto no fue la excepción para la agroexportación, que debió confrontar a la pandemia global y una crisis logística sin precedentes. Las plazas más lejanas optaron por buscar los proveedores más cercanos posibles para atenuar en algo los grandes costos de los fletes marítimos. Además, los mismos exportadores buscaron priorizar los productos de mayor valor por kilogramo para poder optimizar los costos de transporte. En este complejo escenario, los envíos de uva tuvieron un resultado positivo con 446.720 toneladas por un valor de US$ 1.044 millones, es decir 19% mayor tanto en volumen como en valor. Este resultado marco un récord, al superar por primera vez la difícil barrera de los US$ 1.000 millones exportados en un año para la uva peruana.

Proyecciones para 2023/24

11% a 13% de crecimiento productivo, si es que los eventos climáticos no dicen lo contrario.

Durante la temporada 2021/22, con los problemas logísticos agravándose mucho más, los competidores del Perú redujeron su oferta al priorizar cultivos que les resultaban más rentables. Este fue el caso de grandes productores y rivales directos como Chile y China. Sin embargo, la uva peruana supo ocupar estos espacios liberados y pudo mantener el ritmo de crecimiento productivo. Con ello, en el 2021 se exportaron 521.714 toneladas por un valor de US$1.279 millones, 17% mayor en volumen y 23% mayor en valor. Este crecimiento fue acompañado por un alza en el precio promedio recibido por el exportador peruano de 5%, llegando a US$2,45/kg.

En la campaña 2022/23, la uva fue de los pocos productos que no tuvo una grave caída en sus precios, como les paso a sus compañeros de podio, como la palta y el arándano. A pesar de que la demanda presentó cierto estancamiento, la uva peruana pudo sostener su posición en mercados clave, especialmente en el norteamericano. Con ello, los envíos peruanos sumaron 573,006 toneladas por un valor de US$1.403 millones. Esto significó un crecimiento aproximado del 10% tanto en el volumen como en el valor. Con respecto al precio, este no obtuvo mayor cambio al cotizarse en US$ ,45/kg.

DINÁMICA DE LOS PRINCIPALES DESTINOS

Existieron distintos movimientos en la dinámica de los principales destinos de la uva peruana. Durante la campaña del 2022 los principales mercados fueron EE UU (47% de participación), Países Bajos (11%) y México (6%).

Las exportaciones de uva hacia EE UU sumaron 257.623 toneladas por US$655 millones, 22% mayor en volumen y 24% mayor en valor en comparación al 2021. Estos resultados se debieron principalmente al crecimiento de la demanda estadounidense por uva fresca de casi el 16%. Esta plaza no solo fue positiva para el Perú, otros productores como Chile o Sudáfrica también consiguieron generar nuevos espacios. Ello fue especialmente cierto para Sudáfrica, el cual aumento sus colocaciones en este país en más del 50%. Con respecto al precio, en promedio se recibió US$ 2,54/kg, 2% mayor al año 2021.

Las exportaciones de uva hacia los Países Bajos sumaron 76.280 toneladas por US$ 156 millones, 12% menos en volumen y 15% menos en valor con respecto a similar periodo del año anterior. Con respecto al precio, este fue en promedio US$ 2,04, 3% menor al año 2021. Este resultado se debió a la inundación de producto por parte de India y Sudáfrica. Estos países aumentaron sus envíos en alrededor 40% y 45% a toda Europa, generando menos espacios para la uva peruana en este continente y una importante caída en los precios.

Las exportaciones hacia México sumaron 39.511 toneladas por US$86 millones, 66% mayor en volumen y 61% mayor en valor con respecto al año anterior. Con ello, se observó uno de los mayores crecimientos anuales debido al aumento de la demanda en este país. Sin embargo, esta abrupta inundación de stock peruano generó una caída en el precio del 2%, alcanzando un promedio de US$ 1,66/kg.

Ya sea El Niño o El Niño Costero, en ambos casos, se tendría un efecto directo sobre el cultivo, especialmente en una región clave como lo es Piura.

¿CUÁLES SON LAS EXPECTATIVAS PARA LA UVA EN EL 2023?

En un escenario base normal, la uva peruana presentaría una expectativa bastante positiva para el 2023. Se esperaría que para la primera mitad del año, la uva pueda ingresar exitosamente a Israel y Japón, generando importantes nuevas opciones de colocación.

Además, hay expectativa de que el rendimiento de los cultivos siga en aumento debido a las diversas inversiones que se han generado en los últimos tres años. Por lo que se podría asegurar que la producción está encaminada a seguir superándose en el actual año.

Con todo ello, se esperaría exportar más de 600.000 toneladas durante la próxima campaña, proyectando un crecimiento del 11% al 13% en el volumen exportado. Todo ello, a pesar de los grandes problemas que tuvo la industria en esta primera etapa del 2023. Por un lado, las manifestaciones retrasaron los envíos de uva de la principal región productora, Ica. Por ello, muchos de los envíos posteriores fueron de uva tardía. Además, el clima está afectando gravemente a la producción del norte del país. Estos problemas, a pesar de frenar el crecimiento de los envíos peruanos en el primer trimestre, no lograron detener el aumento en los volúmenes obtenidos por el cambio de especies más productivas.

Por su parte, la expectativa del precio es conservadora, no se espera grandes cambios en el mercado. La inundación de las plazas europeas por parte de Sudáfrica e India ya sucedió en el 2022 y no se espera que los precios caigan mucho más en mercados más relevantes para el Perú como lo es Norteamérica. Por lo que también hay expectativa de que el valor total de las exportaciones crezca alrededor del 10%.

Sin embargo, hay una variable que puede afectar todo lo descrito, tanto en el volumen como en la calidad de la producción de la uva para 2023/24. Los problemas climáticos de inicio de año han dejado entrever la posible llegada del fenómeno El Niño o un Niño Costero. En ambos casos, tendrán un impacto directo en este cultivo, especialmente en regiones clave como lo es Piura.

El ciclón Yaku ya afectó la etapa de crecimiento de la uva en la región norte, pues los grandes volúmenes de agua que introdujo en los cultivos alteraron los procesos de fertirriego. Además de ello, las probables precipitaciones por un fenómeno El Niño a mitad del año podrían perjudicar las etapas tempranas de maduración y cosecha.

A pesar de ello, las expectativas del volumen exportado para este año no han caído dramáticamente debido a la tecnificación y prevención que se han incorporado a los cultivos en los últimos años. Por lo que la expectativa de crecimiento, incluso con un Niño débil, se sostiene en un rango del 9% al 11%. Pero aún hay que esperar unas semanas para confirmar qué Niño enfrentará el Perú y cuál será su magnitud.

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