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Empresa chilena planea instalar 500 ha de aguacates

Matori Hass, con el desafío de ampliar su portafolio

Matori es una firma chilena especializada en la producción y comercialización de vinos. Buscando diversificar su negocio puso los pies en Caldas, donde ha instalado las primeras 100 hectáreas de aguacate Hass, implantando una serie de manejos que les permitirán producir fruta de calidad para exportar.

21 de Abril 2023 Equipo Redagrícola
Matori Hass,  con el desafío de ampliar su portafolio

Por Ximena González V. y Rodrigo Pizarro Yáñez. Fotos Sergio Patiño

El potencial de exportación que tiene el aguacate Hass en Colombia ha hecho que muchos empresarios migren a producir esta fruta, incluso de rubros tan diferentes como el vino, que han visto en el aguacate colombiano una oportunidad de diversificar su portafolio. Es el caso de la chilena Matori, empresa dedicada a la producción y comercialización de vino a granel en diferentes partes del mundo. La compañía llegó a Colombia hace más de año y medio y estableció sus primeras 100 hectáreas (ha) en el municipio de Aguadas, en el departamento de Caldas.

Hoy, Matori Hass, de la mano de un colombiano, el ingeniero agrónomo Sergio Patiño y actual director del proyecto en el país, proyecta plantar 500 ha de aguacate Hass, estimando productividades promedio entre 15 y 20 t/ha. “La preparación del terreno para plantar esas primeras 100 ha empezó en diciembre del 2021 y la instalación de las plantas la iniciamos en  marzo de 2022. Esperamos que en dos años más los árboles estén dando fruta, es decir, para el año 2025” cuenta Patiño.

Instalar el huerto en un año lluvioso como lo fue 2022 fue una de las principales que tuvieron en Caldas. “Eso nos complicó la realización de las diferentes labores y el personal. Realmente, creo que este ha sido uno de los focos difíciles del aguacate Hass y es que con el exceso de lluvia se suspenden las labores y los tiempos muertos son muchos. En el 2022 cayeron cerca de 3.100 milímetros de lluvia, mientras que en un año normal caen unos 2.000 milímetros. Tenemos dos temporadas muy marcadas de fuertes lluvias que son abril-mayo y octubre-noviembre pero, como mucho, llueven 2.200 milímetros al año”, cuenta.

–Con tanta lluvia, ¿han sentido la presión de hongos?

Entre los retos a los que se enfrentan los cultivos de la compañía chilena está la poca luminosidad y las bajas temperaturas.

–Hay dos fenómenos, se incrementa el tema de hongos de suelo y asfixiada radicular. El año pasado estoy seguro que todas las agrícolas tuvimos que hacer drenajes en los lotes y buscar salidas de agua para evitar asfixia. Además, muchos huertos adultos, de más de siete años, empezaron a tener muertes descendentes, problemas de hongos de madera. Realmente muchos campos disminuyeron su población debido a la alta precipitación. Como resultado de esto se debió empezar a hacer reemplazos de los árboles que murieron o podas drásticas buscando nuevos rebrotes.

–¿El campo de Matori Hass también se vio afectado a ese grado de llegar a tener plantas muertas?

–Desde que empezamos con el proyecto se hicieron drenajes previos a la siembra, entonces en esas zonas no tuvimos problemas, pero en algunas donde no alcanzamos a hacer los drenajes a tiempo si hubo muerte y replantes mayores.

–Y en qué época es la cosecha, ¿hay problemas con las lluvias?

–En esta zona, de 2.300 msnm en adelante, tenemos una cosecha principal entre diciembre y febrero en algunos campos, los más altos. También tenemos la ‘cosecha  traviesa’ que se extiende de julio a septiembre. En esta temporada no nos afectan las lluvias, pero muchas veces empiezan a afectar en épocas de floración.

LUMINOSIDAD Y BAJAS TEMPERATURAS

–¿Cuáles son los principales desafíos para la producción de aguacate en la zona de Caldas?

–La luminosidad es un factor limitante. En la zona donde estamos tenemos altitudes desde los 2.000 msnm hasta los 2.600 msnm. Se sabe que por encima de 2.400 msnm tenemos ya poca luminosidad, poca presencia de polinizadores, temperaturas mucho más bajas y eso dificulta el tema de productividad. El predio de Matori, por ejemplo, está desde los 2.400 hasta los 2.600 metros y esto es un desafío para nosotros.

–¿Y cómo manejar eso?

–En este proyecto estamos manejando alta densidad, porque obviamente la producción por árbol no se espera que sea igual que en menor altura. Pero la idea es llegar a un rendimiento de 15 a 20 toneladas por hectárea. Ese es el óptimo que estamos buscando. Estamos manejando el huerto con bioestimulantes y haciendo un manejo de podas bastante fuerte por la alta densidad de plantas que tenemos. Aquí estamos manejando densidades de 6×4, 4×4, 3×3. En número de plantas serían 416, 625 y 1.100 por hectárea, respectivamente. Decidimos plantar con estos distintos marcos porque, por ejemplo, el 6×4 es el que mejor se acomoda a las labores y a las zonas de pendiente, en la de 4×4 por la distancia más corta, de alguna manera se minimizan labores y además, es el marco de plantación más usado en la zona. En la de 3×3 se pueden trabajar muy bien los árboles.

–¿Otros proyectos que hay en la zona también son en alta densidad?

Sergio Patiño, ingeniero agrónomo y director del proyecto de la chilena Matori Hass en Colombia.

–No, en la zona los proyectos a marcos de plantación tradicionales, como son el 6×5 y máximo de 5×5. También he manejado otros proyectos de 7×7, por ejemplo, con árboles de 14 años, de siete metros de altura, pero realmente han sido en zonas con más luminosidad, sin tanta limitante.

–Aparte del tema de la luminosidad, que lo ven como un desafío. ¿Qué otros retos productivos y agronómicos enfrentan en la zona?

–Hay un tema muy importante que las agrícolas con cultivos más adultos están apenas empezando a enfrentar y son las podas. Esta es una falencia grandísima, porque los cultivos se empiezan a emboscar, a cerrar y la producción empieza a disminuir. Otro desafío sería en la parte fitosanitaria, hay una fuerte presencia de hongos de madera y hongos de raíz que ha limitado la vida útil de los cultivos, principalmente por el tema de las lluvias.

–¿Y cuáles son los principales hongos que afectan?

–Phytophthora y Cylindrocladium. Pero los cultivos más antiguos están sufriendo mucho por hongos de madera, principalmente lasiodiplodia, que es más fuerte y agresivo. También empiezan a aparecer algunos coleópteros, perforadores de madera. Pero en general, en todo el cultivo, Phytophthora y asfixia radicular son dos problemas bastante complejos a los que debemos hacer frente.

LA CLAVE DE UNA BUENA ESTRATEGIA DE PODAS

–En el tema de podas, ¿también manejas huertos más antiguos?

–Sí, yo hago podas en huertos de seis, siete años, tratando de manejar alturas, haciendo manejos laterales, pero es un tema complejo porque muchas agrícolas no lo han hecho o se demoran en hacerlo y empiezan a caer las producciones.

–¿Por qué no lo hacen?

–Yo digo que hay dos factores que son decisivos en una poda: el técnico y el financiero. Muchas veces los agrónomos decidimos que hay que podar y el financiero dice no porque se necesita fruta. Entonces son dos criterios que compiten bastante y muchas veces termina ganando el financiero y se empiezan a aplazar las podas.

–¿Y la técnica la conocen?

–Realmente yo creo que cada ingeniero tiene un gusto y le parece que un árbol queda bien de cierta manera. No hay un criterio unificado de cómo debe ser podado un aguacate Hass y termina siendo por gusto del técnico o del asesor, entonces se va volviendo algo de ensayo y error. Por eso me parece limitante, no hemos definido y no hay un criterio unificado de cómo es la poda y yo creo que desde que uno siembra el árbol ya debe saber cómo lo va a podar.

–Es decir, ¿una buena estrategia de poda nace desde que se estableció el huerto?

–Sí, desde que estableces tu huerto y estableces tu densidad de población, ya debes definir cómo vas a estructurar el árbol, cómo lo vas a podar y en qué momento. Por ejemplo, en Matori Hass, no podemos podar en el mismo momento por las diferentes densidades que manejamos.  Además, si mi problema, como les mencionaba, es luminosidad y yo desde la poda no estoy generando mayores entradas de luz y aire al cultivo entonces realmente pues terminó con producciones altas en la parte apical del árbol y empiezo a tener muertes o pérdidas de hojas en las partes bajeras y normalmente son los huertos que conocemos que con dos o tres metros de solo madera y con la producción en la parte apical.

LA IMPORTANCIA DE LA BIOESTIMULACIÓN

–Mencionaste que, para enfrentar estos desafíos, están trabajando con el tema de las densidades, las podas, pero también hacen uso de bioestimulantes…

–Sí, en estas zonas se hace más necesario el tema de la bioestimulación y conocer un poco más de la fisiología del cultivo, porque digamos que, por la falta de luminosidad, por falta de temperaturas óptimas, el cultivo hormonalmente no se encuentra en las mejores condiciones y ahí entra a cumplir un papel importante la bioestimulación para tener buenos resultados.

–¿Qué bioestimulantes están usando?

–Lo que más se está usando son productos a base de citoquininas o precursores como las algas marinas y de citoquininas en momentos previos a la floración y en diferenciación floral. También, se recurre al uso de auxinas y giberelinas en momentos de llenado y división celular. Además, vienen tomando fuerza los reguladores de crecimiento, como el Paclobutrazol y el Uniconazol.

–¿Y por qué crees que han tomado tanta fuerza?

–Hace seis años cuando comencé con el tema de aguacate, hablábamos de altitudes óptimas del aguacate de 1.900 a 2.100 msnm sobre el nivel del mar, y ahí estaban los campos y se producía bien, pero con el crecimiento de siembras empezamos a subir a altitudes de 2.400, 2.600 msnm, tal vez por un tema de oportunidad y de precio de las tierras, pero ahí empezaron los problemas de productividad. Entonces, se empezaron a buscar recursos para mantener producciones y ahí es donde viene cogiendo fuerza la bioestimulación, cuando nos alejamos de ese óptimo es donde empezamos a tener dificultades y debemos meterle agronomía al cultivo y tomar estas herramientas para mantener rendimientos.

–¿El costo productivo de un huerto de 2.600 metros es mayor que un huerto a 2.000?

–Claro, es más costoso, pero viene otro factor importante y es la ventana de producción. Entre más alto, estamos teniendo ventanas de producción entre enero y febrero, que son precios a nivel internacional bastante buenos, entonces eso también compensa el costo de producción con el retorno al momento de exportar la fruta.

APOSTAR A VENTANAS DE MEJORES PRECIOS

–¿Matori Hass está apuntando netamente en esas ventanas de mejores precios internacionales?

–Si, nosotros estamos buscando cosechas entre enero y febrero para tener un mejor retorno.

–¿Cómo han ido proyectando los rendimientos productivos?

–De momento, a partir del tercer año esperamos producciones de 800 kilos por hectárea e ir subiendo a 1.500, 2.000 kilos y así, año a año ir aumentando el rendimiento para que en el sexto o séptimo año lleguemos a ese promedio de 15.000 a 20.000 kilos por hectárea. Sin embargo, proyectamos que con la alta densidad vamos a tener esos rendimientos mucho más rápido y por supuesto, será clave manejar las podas para mantenerlo.

¿A qué superficie pretenden llegar en Caldas?

–Desde que los inversionistas llegaron a Colombia la meta ha sido 500 hectáreas. De momento, lo que quieren es saber cómo se comportan esas 100 hectáreas y mirar a qué otras zonas se pueden expandir.

–¿Hay disponibilidad de tierras para esa expansión?

–Sí, hay disponibilidad de tierras, lo que pasa es que el costo es mayor, precisamente por eso. En general, el costo de la tierra ha aumentado desde que llegó el aguacate, las zonas altas siguen siendo mucho más económicas que las de 1.800 a 2.000 msnm.

LA MANO DE OBRA ESCASEA Y TOMAN FUERZA EMPRESAS DE SUBCONTRATACIÓN

Otro desafío que la compañía ha debido sortear es la falta de mano de obra, que por el crecimiento de esta industria cada vez escasea más. De acuerdo con Patiño, un huerto de 100 hectáreas, como el proyecto de Matori Hass, lo están manejando actualmente con 12 a 15 operarios y la cifra se incrementa en cosecha a unas 80 personas.

–¿Hay personal que supla está demanda de mano de obra?

–Realmente el tema de mano de obra es escaso, y por eso, han cobrado mucha fuerza las empresas que ofrecen trabajos a contrato. Entonces, por ejemplo, nosotros decidimos cambiar el modelo de trabajo, tenemos unos supervisores de campo y el resto de labores están al contrato. Esto lo hacemos con una empresa que mantiene diez personas permanentes en campo, les acondicionamos una vivienda dentro del predio y ellos se encargan de hacer todo. El pago lo hacemos a la empresa con la que tercerizamos las labores y la empresa se encarga de pagarle a sus operarios.

–¿El aguacate ha significado una oportunidad de trabajo para la gente de esa zona?

–Yo llegué hace seis años a la zona y la economía y el movimiento de los municipios era poco o nada, y el aguacate como genera empleos directos y empleos formalizados es una cadena que mueve la economía. El cambio es bastante notorio. El jornal se paga a unos  $65.000, es decir, cerca de US$13,5.

De acuerdo con Patiño, este modelo de subcontratación les ha funcionado muy bien, “como las personas permanecen dentro del predio empiezan a trabajar muy temprano y trabajan todos los días sin ningún problema y son mucho más eficientes”,  concluye.

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