España: sequía disminuye la producción de aceite de oliva en más del 50%
La ausencia de precipitaciones en el mayor productor de aceite de oliva del mundo ha elevado los precios del 'oro líquido' casi en un 60% en doce meses. Además, la producción de España ha bajado más de un 50% respecto a la campaña anterior.
La falta de lluvias en Europa ha golpeado la productividad de varios cultivos. Uno de ellos es el aceite de oliva, que en España ha experimentado una merma productiva de más del 50% como consecuencia de la sequía que golpeó al país el año pasado y arruinó las cosechas en el viejo continente. Los precios también se han visto afectados y en territorio español han registrado alzas de casi un 60% en sus precios, llegando hasta los 5,4 euros por litro, según informó el medio británico Financial Times.
España es el mayor productor de aceite de oliva del mundo, pero esa posición también se ve amenazada con la merma productiva debido a la sequía. Según el ‘Boletín del Mercado del Aceite de Oliva’ del Ministerio de Agricultura, la producción para 2022-2023 se estimaba, a finales de febrero, en 651.400 toneladas, muy por debajo de las proyecciones iniciales del ministerio que indicaban que llegarían a 780.000 toneladas. Estas cifras son incluso más drásticas si se considera que en la campaña 2021-22, España produjo un total de 1,5 millones de toneladas de aceite de oliva.
El analista de cereales y oleaginosas de Rabobank, Vito Martinelli, señaló que en sus 20 años de carrera en el sector “nunca había visto estos precios”. El año pasado “fue un desastre para España y la cosecha en Italia también fue mala, junto con otros países del Mediterráneo”. Según el reporte de la empresa italiana de análisis de datos, Centro Studi Divulga, 2022 fue el año más seco para Italia desde 1800.
La sequía prolongada en España pone en peligro el repunte de la producción para este año. El mes pasado fue el segundo marzo más cálido del siglo y el segundo más seco en el país, de acuerdo a la agencia meteorológica de España. Abril no será un respiro a la crítica situación, ya que según el Servicio Meteorológico Español, las precipitaciones están un 23% por debajo de lo normal desde octubre, momento en que comienza el año hidrológico.
La posibilidad de un verano inusualmente seco podría mantener los precios elevados. De acuerdo a Kyle Holland, analista de semillas oleaginosas y aceites vegetales de Mintec, compañía de datos sobre materias primas, “las lluvias esporádicas en Andalucía y España en general no parecen ser suficientes”.
En la zona mediterránea, el aceite de oliva se cosecha entre octubre y febrero, por lo que, “si no llueve muy pronto, volveremos a tener una mala cosecha”, aseguró Holland. “El suministro de aceite de oliva de buena calidad también está disminuyendo, ya que no hay mucho y los compradores, naturalmente, quieren buenas calidades. A este ritmo, los agentes del mercado dicen que tendremos suerte si conseguimos terminar el resto de la campaña con buenos aceites.”
A pesar del complejo momento, el presidente de la Unión Nacional de Productores de Oliva, David Granieri, señaló que “el aumento de los precios, sobre todo en España, es una buena noticia porque por fin, quizá, se ha acabado la carrera a la baja que ha perjudicado a todos los productores europeos y deprimido todo el mercado”. Y agregó que bajo las condiciones actuales, los productores que han multiplicado sus esfuerzos para proteger la biodiversidad y producir aceite de alta calidad, “por fin pueden ser valorados como se merecen”.