Entre los síntomas que pueden ocasionar los hongos de la madera, se encuentran la reducción del desarrollo, menor vigor, acortamiento de entrenudos, clorosis en hojas, marchitez y decaimiento general, lo que finalmente lleva a la disminución de la productividad o muerte del árbol. Algunos ejemplos comunes en cerezo son: Chondrostereum purpureum (plateado), Cytospora y Calosphaeria. En nogal: Lasiodiplodia, Diplodia y Diaporthe, mientras que en Vitis son habituales Ilyonectria/Cylindrocarpon (Pie negro), Eutypa lata (Eutipiosis), Diplodia seriata y Neofusicoccum parvum/Botryosphaeria parva (brazo muerto).

A la izquierda se encuentra el hongo Neofusicoccum parvum (Botryosphaeria parva) y a la derecha Cytospora en medio de cultivo PDA.

Para la detección de hongos de la madera en un árbol infectado, es recomendable siempre identificar las etapas tempranas de la infección, ya que cuando la podredumbre es muy avanzada, es recurrente observar la aparición de hongos oportunistas en el tejido, lo que dificulta la detección del agente causal principal. Debido a lo anterior, al momento de seccionar el árbol para realizar la búsqueda el hongo patógeno, es conveniente alejarse de la zona de mayor podredumbre/necrosis, para así localizar el sector donde el hongo se encuentra infectando de manera reciente.

Corte de ramilla de nogal con necrosis.

Tradicionalmente, los métodos empleados para la detección e identificación de hongos de la madera han sido los basados en técnicas microbiológicas. Sin embargo, estas técnicas requieren de tiempo de espera para que el hongo logre un crecimiento óptimo en cultivo, además de un ojo experto para la identificación de sus estructuras, que, aún así, puede incurrir en errores debido a la subjetividad de los análisis. Adicionalmente, no todos los hongos de la madera se encuentran totalmente caracterizados macro y microscópicamente y ciertas fases reproductivas aún son desconocidas.

Por otra parte, las técnicas moleculares presentan múltiples ventajas para la identificación de hongos, ya que permiten la detección de patógenos directamente de la muestra, sin necesidad de cultivar ‘in vitro’. Entre las técnicas moleculares, una de las más utilizadas es la PCR (Reacción en cadena de la polimerasa) que permite la detección y cuantificación de microorganismos de manera precisa y rápida. Adicionalmente, y dependiendo del objetivo del estudio, estas técnicas pueden ser ampliadas a técnicas de secuenciación masiva, como ‘metabarcoding’, la cual permite identificar y cuantificar la totalidad de la comunidad de hongos en una muestra. Este tipo de tecnologías son de gran utilidad cuando no se sabe contra que tipo de patógeno se esta tratando, ya que permite generar un perfil completo y preciso de los hongos presentes en una muestra, entregando tanto su identidad como la abundancia relativa de estos.

La detección e identificación hongos de la madera aislados y caracterizados molecularmente mediante secuenciación de ADN es fundamental para generar información epidemiológica confiable, comprender en que áreas hay incidencia de un determinado hongo e identificar que nuevas especies vegetales están siendo afectadas. Esta información permite además, fomentar la investigación fitopatológica y detección temprana de nuevas enfermedades, e impulsa a la industria a la validación y mejoramiento continuo de productos para atender a las nuevas cepas circulantes en los agroecosistemas.

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