Exitosa herramienta probada en Europa: Kamuy®, fungicida frontal contra botritis en flor
De acuerdo a cifras de la última temporada (2013/2014), Botrytis cinerea continúa siendo la principal causa de rechazos y por consiguiente de fracasos en la industria de la uva de mesa chilena. Dentro del ámbito del control químico, los expertos apuntan como uno de los principales errores el no cubrir adecuadamente el período de floración, al utilizar fungicidas no frontales contra botritis. Valent BioSciences lanzó al mercado Kamuy®, cuyo ingrediente activo Fenpirazamine, pertenece a una nueva familia química que complementa la paleta de fungicidas eficaces contra botritis disponibles en el mercado, para el manejo antiresistencia. Gran efecto translaminar y resistente al lavado por lluvias.
Los productores de uva de mesa ya saben que Botrytis cinerea, botritis o pudrición gris, presenta dos períodos críticos u oportunidades claras de control, una en floración y la otra en precosecha. Entonces, ¿en qué están fallando? Según los consultados, un denominador común de los programas fitosanitarios de uva de mesa en Chile, es lo liviano de la protección química durante el período de flor. Sin embargo, “muy por el contrario, lo que hemos aprendido por experiencia y lo que escuchamos de los expertos es que el estado de flor es el más crítico en lo que respecta a prevenir la incidencia de la pudrición”, señala el especialista de Valent BioSciences Álvaro Azancot.
“Si observamos los programas de control de botritis, explica Cristián Rodríguez, gerente comercial de Valent, veremos que durante el período de flor es muy frecuente encontrar solo un botriticida de primera línea o fungicida frontal contra botritis, lo cual no permite cubrir adecuadamente todo el período de floración eficazmente”.
“Llama la atención, continúa Azancot, que dejemos tan desprotegido de botricidas frontales este importante estado fenológico. Cuando nuestras aplicaciones son mucho más eficaces en este estado ya que la flor es un órgano abierto y fácil de cubrir completamente, a diferencia de las etapas posteriores (pinta y post pinta) -donde concentramos los fungicidas- y donde llegar al interior del racimo y -con mayor razón- a la inserción peduncular, es muy difícil”.
De acuerdo al fitopatólogo Mario Álvarez, ambos períodos –flor y precosecha-son críticos para botritis en uva de mesa y deben ser adecuadamente cubiertos con fungicidas. Pero, concuerda Álvarez, “por mucho tiempo el concepto de aplicación en flor ha estado en segunda línea en relación a lo que se hace en precosecha. Antes las aplicaciones en precosecha eran enormes en comparación a flor pero desde hace un tiempo que normalmente se hacen dos aplicaciones de botriticidas durante el período de flor; sin embargo, en mi opinión, se deben hacer mínimo dos y en algunos casos hasta tres aplicaciones de botriticidas de alta eficacia”.
¿POR QUE ES TAN CRÍTICO EL PERÍODO DE FLOR?
El período de flor es el que va desde preflor hasta que se poliniza la baya, luego de lo cual esta se vuelve resistente hasta la pinta. Dependiendo de la variedad y de la zona, la etapa de flor puede durar entre 15 y 20 días.
Mario Álvarez señala que el período que va desde preflor hasta cuaja, cuando se forma la futura baya, es crucial en el control de botritis. “Las lluvias de primavera, por ejemplo en las cercanías de noviembre en la zona central, son muy peligrosas. Y ni siquiera se necesita lluvia sino que horas de follaje mojado por lo que basta con neblina o rocío. El peor escenario es una lluvia en el período de flor estando la flor desprotegida. En este período aplicar después de la lluvia es de poco efecto”, señala Álvarez.
En la flor se produce un fenómeno que se conoce como latencia de la enfermedad, el que consiste en que la infección por botritis ocurre sin que se evidencie algún daño, por lo que algunos lo llaman período asintomático, para luego manifestarse antes o después de cosecha. Es decir, el agricultor durante flor no ve la infección.
Mario Álvarez distingue tres formas de latencia de botritis en las infecciones de flor. “La más abundante es aquella en que botritis ingresa a la caliptra, evento que no ocurre cuando la caliptra está todavía pegada sino que cuando se produce la antesis, momento desde el cual comienza la senescencia de la caliptra y es cuando entra botritis. Es decir, en restos florales senescentes sin protección fungicida. Eso es lo que llamamos botritis exógena. Sin embargo la caliptra infectada queda en el interior del racimo y sus graves efectos se aprecian posteriormente”.
Otra es la botritis endógena. La que se presenta cuando el hongo infecta el estigma floral, penetra por el estigma y queda en el interior de la baya. Luego de un período el hongo sale del interior de esta, pudre la baya y por contacto se pudre el racimo. La tercera forma también es exógena pero se forma en la baya cuajada cuando el hongo ha penetrado en la parte basal del ovario. Al final del período de latencia se manifiesta lo que se llama botritis peduncular.
CÓMO CONSEGUIR EL MEJOR CONTROL
Según el fitopatólogo, lo dicho obliga a que los productores deban hacer un mínimo de dos aplicaciones de botriticidas y “hasta tres dependiendo de la temporada, pero de botriticidas de alta eficiencia o de acción frontal contra botritis, de modo de cubrir desde inicio de floración o 1% de floración hasta fines de floración, cuando han caído las caliptras”, apunta el experto.
Pero como en ese período también se debe controlar oidio, Álvarez recomienda así mismo aplicar uno o dos productos específicos para oidio. “Flor es un período en que coinciden o que es crítico para las dos enfermedades, pero que es muy importante para botritis”, dice. El experto recomienda usar en flor botriticidas frontales, si es posible mezclados con un oidicidas, o alternados.
“El efecto residual de los fungicidas es de entre 10 y 12 días y el período de flor puede durar más tiempo que eso, por tal razón nosotros postulamos que en ese período se debe aplicar un producto que actúe de manera frontal contra botritis”, afirma Cristián Rodriguez.
Kamuy® es una nueva alternativa dentro de los pocos fungicidas de acción frontal contra botritis. Su ingrediente activo Fenpyrazamine pertenece a una nueva familia química por lo que refuerza los manejos antiresistencia. Kamuy® presenta atributos ideales para posicionarse durante floración tales como su fuerte actividad translaminar, muy buena resistencia al lavado por lluvias y amplias tolerancias en todos los mercados.
>> KAMUY®: EXITOSO DESDE EL PRIMER AÑO EN ITALIA
Italia, el principal país europeo productor de uva de mesa y otras frutas, fue el primer país en que se registró el botriticida Kamuy® de Valent BioSciences (Sumitomo Chemical Co.), bajo el nombre de Prolectus®. En su primer año de comercialización -2013- el nuevo fungicida alcanzó ventas por 24 toneladas y su desempeño comercial llegó a 38 toneladas en la temporada 2014, según informó Michele Pizzi de Sumitomo Chemical Italia.
Esta rápida incorporación a los programas fitosanitarios comerciales italianos se explica porque Kamuy®, nombre comercial de la molécula en Chile, es de los pocos fungicidas nuevos o de reciente introducción en el mercado de acción frontal contra botritis mientras la eficacia de las actuales herramientas contra botritis decrece temporada a temporada. Kamuy® demostró ser capaz de alcanzar un alto grado de control sobre botritis y de satisfacer las grandes expectativas de los productores italianos”, explica Pizzi.
Desde el punto de vista de la uva de mesa, además de su efectividad, las claves de su éxito en Italia, se vinculan a su rápida disipación (nunca sobre 30% del LMR después de 7 días desde su aplicación), no mancha las bayas, su larga residualidad y su capacidad de mejorar la eficacia de los ingredientes activos que siguen a Kamuy® en los programas de control de botritis, señaló Pizzi.