Europlant realiza evaluación de CaTs® en Arica: Manejo de salinidad con tiosulfato de calcio en cultivo de tomate
En el valle de Azapa la salinidad es un desafío, especialmente en las áreas más cercanas a las laderas de los cerros, o en los sectores altos del valle que se han ido implementando en los últimos años. Dado que el ion sodio alcanza concentraciones elevadas en el agua de riego, que llegan frecuentemente a rangos entre 200 mg/l y 450 mg/l, cuando no se realiza un buen lavado de las sales se pueden presentar problemas de acumulación. Hay productores que deben añadir la dificultad de encontrarse en suelos con capas impermeables. La solución de suelo puede llegar a valores de 3, 4 y 5 milimhos, donde el tomate comienza a presentar disminuciones de rendimiento.
La principal medida que se utiliza actualmente para enfrentar este problema es la aplicación de enmiendas de yeso, con el fin de realizar una sustitución química del suelo con calcio, antes de establecer el cultivo de tomate. Se utilizan de 3 a 6 toneladas/hectárea, lo que implica costos de transporte, logística y requerimientos de mano de obra en la etapa de pretransplante.
EL PRODUCTO GENERA UN DESPLAZAMIENTO DEL SODIO EN LA MATRIZ DEL SUELO
El tiosulfato de calcio, CaTs®, fabricado por Tessenderlo Group (TKI) y distribuido en Arica por Europlant, es un producto que contiene calcio al 6% y azufre al 10%. Su uso permite liberar ácido sulfúrico mediante la reacción del tiosulfato con las concentraciones de carbonato de calcio normalmente presentes en el suelo del valle de Azapa, y como consecuencia genera un efecto de desplazamiento del sodio dentro de la matriz del suelo. Las aplicaciones son de 30 litros por hectárea, volumen pequeño, que evita el problema logístico asociado al yeso.
El efecto de este producto va en directo beneficio de la planta, para mantener un rendimiento alto hasta el ramillete 15-18, que es el objetivo de los agricultores.
Los buenos resultados obtenidos a nivel práctico en la zona de Arica y la alta demanda por CaTs®, han inducido la necesidad de respaldar científicamente lo que se aprecia en terreno, por lo cual Europlant encargó al ingeniero agrónomo Gonzalo Pardo, consultor en hortalizas, la realización de un ensayo en las condiciones del valle de Azapa.
La evaluación se inició a mediados de septiembre de 2014 en el campo de Guillermo Vega, ubicado en Bellavista, km 1 del valle. El cultivo, en casa malla, corresponde a la variedad Naomi sobre portainjerto Maxifort, con rendimientos normales en torno a 200.000 kg/ha. El ciclo final de cosecha está programado para el 30 de noviembre.
–¿En qué consiste la evaluación?
–Estamos haciendo un ensayo con diseño estadístico –responde Gonzalo Pardo– donde tenemos un tratamiento control sin aplicación de ningún producto, y otro tratamiento donde hacemos aplicaciones quincenales de CaTs® en la dosis recomendada para tomate por el fabricante, de 30 l/ha. Adicionalmente se incluye tiosulfato de potasio, KTS. Esperamos por lo menos hacer seis aplicaciones en lo que queda de la temporada. Un aspecto importante es que se está utilizando un sistema de inyección independiente, conectado en forma directa a las cintas de riego del tratamiento. Con ello evitamos cualquier posibilidad de que el control sin tratamiento reciba aportes residuales de los productos.
DIFERENCIAS ESPERADAS ENTRE LOS TRATAMIENTOS
Se determinará el efecto sobre parámetros químicos y se evaluará si se verifica una modificación en la zona de la rizósfera:
–Básicamente –explica el ingeniero agrónomo– vamos a medir la conductividad eléctrica, el nivel de pH, y análisis de suelo de la solución nutritiva. Queremos establecer si se producen variaciones en la disponibilidad de elementos tales como nitrógeno, fósforo, potasio calcio, magnesio, boro, manganeso, zinc y fierro, entre otros. Uno de los beneficios esperables es un incremento de los niveles de calcio, así como una mejora en el pH, es decir una pequeña acidificación en la zona cercana a las raíces, por lo que podríamos tener una mayor disponibilidad de micronutrientes.
En cuanto a la observación de las raíces, se verificará a través de rizotrones, para determinar si se produce una diferencia de crecimiento en el último periodo del cultivo.
Junto a estas observaciones se efectuarán mediciones de rendimiento de fruto.
RESULTADOS FINALES ESTAR¡N DISPONIBLES PARA LA TEMPORADA 2015
Aunque el estudio se inició en el último periodo del cultivo, Pardo señala que lo recomendable sería partir desde las etapas iniciales, con aplicaciones cada 15 a 21 días para mantener el desplazamiento de sodio.
La mayor parte de los trabajos anteriores en que se probaron los efectos de CaTs® se han desarrollado en frutales. Sin embargo existen antecedentes de buenos resultados en tomate en la zona central. Además, al usarlo junto al tiosulfato de potasio, KTS, se observó preliminarmente un efecto de disminución del desorden fisiológico conocido como Blotchy Ripening.
–¿Cómo es la acción de KTS?
–Puede parecer sorpresivo –responde Gonzalo Pardo–, pero podemos tener ciertas zonas del valle de Azapa con menor nivel de potasio, especialmente en suelos más limosos-arcillosos. En ellos el K aportado por los fertilizantes pasa a ser potasio no intercambiable. En la zona norte suele verse problemas de deficiencia de este elemento, en tanto en la zona sur se presentan problemas nutricionales relacionados con el balance potasio/nitrógeno. El tomate tiene alta demanda de potasio, por lo cual resulta interesante determinar si con el uso complementario de ambos productos se mejoran las condiciones de disponibilidad en la solución de suelo, respecto del control.
De acuerdo a la programación de los trabajos, lo resultados se terminarán de recoger durante noviembre y serán analizados durante diciembre de 2014.