Cada día son más los desafíos a los que debe hacer frente la agricultura; los efectos del cambio climático, la degradación de suelos o las olas de calor y frío, son perjudiciales para el normal desarrollo de esta actividad responsable de la producción de alimentos a nivel mundial. En un país productor de alimentos como Chile, a diario se generan toneladas de desechos agroindustriales provenientes de los procesos productivos, los que muchas veces no se manejan adecuadamente y se tratan mediante la quema.

Para evitar este proceso, la empresa chilena Bio Energía Molina se dedica a valorizar los residuos agroindustriales, al igual que los generados en la producción hortofrutícola para exportación o mercado interno. Usando desechos orgánicos, la compañía genera biogás, el cual es producto de sistemas de digestión anaeróbica, es decir, la materia orgánica se digiere gracias a la acción de bacterias. De este proceso se obtienen varios tipos de gases, los que posteriormente son filtrados para su uso en la generación de energía eléctrica y térmica.

Esta es una alternativa amigable con el medio ambiente, ya que el uso de vertederos para deshacerse de los desechos genera una gran contaminación y provoca mermas en el desarrollo social y ecológico en los lugares aledaños a su ubicación.

Una actividad como la producción de vinos genera su mayor cantidad de residuos entre los meses de febrero y abril, cuando se realiza la vendimia, por lo que Bio Energía Molina se asegura de recibir el 100% de los desechos para generar energía, que luego entrega a la Viña San Pedro.

OTROS BENEFICIOS

Durante este proceso anaeróbico no solo se produce energía, sino también digestato, materia orgánica estabilizada que sirve para uso agrícola y mejoramiento de suelos, siendo muy beneficioso en suelos degradados producto de agentes químicos y otros factores. El bajo costo de producción y venta del digestato, además de su contenido de nitrógeno, fósforo, potasio y materia orgánica, lo convierten en un competidor frente a otros fertilizantes sintéticos, pero sin su impacto medioambiental.

Además, en su fracción líquida, el digestato es una buena alternativa para lugares que no cuentan con acceso a sistemas de riego. Del mismo modo, este producto ayuda a la retención de agua en el suelo, mejorando sus parámetros físicos, químicos y biológicos.

USO EN SUELOS DETERIORADOS 

La inclusión de estos productos en la agricultura evita el empobrecimiento de los suelos debido a su alta carga orgánica y los microorganismos que contienen. Uno de los procesos que acelera la aplicación de estos productos es la degeneración de rastrojos agrícolas, volviéndolo una alternativa frente a las quemas agrícolas.

Además, la generación de este tipo de productos capta carbono, por lo que fomentar su uso ayudaría a disminuir la huella de carbono.
Con el avance del cambio climático, la degradación de suelos se vuelve un problema importante para el sector agrícola, por lo que la inclusión de nuevas tecnologías amigables con el medio ambiente ayuda a mantener vivos los sistemas sustentables del país, un factor esencial para potenciar la producción de alimentos del futuro.

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Contacto: Ricardo Velásquez, Ing. agrónomo – Ejecutivo comercial Empresa Bio Energía Molina

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