Pequeños productores rescatan producción de tomate Limachino
Para retomar el cultivo y la cosecha de esta variedad fueron modernizadas las técnicas de riego utilizadas por los agricultores y fueron optimizados los procesos de fertilización y manejo de plagas.
Niklas Wiberg R.
Si bien el último año en que se sembró masivamente el tomate Limachino fue en 1981, un grupo de pequeños agricultores de Limache, en conjunto con los equipos técnicos de la municipalidad y profesionales del INIA, FIA, INDAP y la Universidad Técnica Federico Santa María, lograron volver a producir y comercializar esta variante de la fruta nacional.
Algunos de los desafíos propios del tomate Limachino son su gran tiempo de maduración (aproximadamente cinco meses) y su corta vida útil después de la cosecha. Ambas propiedades llevaron a esta variante a sucumbir ante la presencia del tomate Larga Vida y a los efectos de la globalización y homogeneización mundial de semillas.
Con respecto a la investigación realizada, la extensionista de INIA La Cruz, Victoria Muena, explica que el trabajo realizado consistió en “optimizar el manejo agronómico tradicional que realizan los antiguos productores y mejorar estas técnicas con nuevas tecnologías de riego, fertilización y manejo de plagas, para optimizar sus características productivas y hacerlo más competitivo en el mercado”.
Actualmente, los productores han reconocido que el rendimiento del tomate Limachino es similar al de las demás variedades presentes en el mercad0. Además, ha conservado su característico sabor, aroma, presentando un 50% más de antioxidante que el tomate Larga Vida.