Estrategias de manejo nutricional de uva de mesa
Parrones juveniles:
MANTENER UN ALTO APORTE DE CATIONES (MG++, K+, CA++)
Son parrones de entre 1 y 5 años de edad. En condiciones ambientales favorables de plantación y calidad de planta se caracterizan por su abundancia de raíces y de hormonas de crecimiento, haces vasculares limpios, en ocasiones muestran exceso de vigor y emboscamiento y frecuente presencia de Fiebre de Primavera, Palo Negro, etc. En general problemas con la administración del nitrógeno (N) que se aplica, que a veces viene en cantidades significativas en el agua de riego, está en el suelo, en la materia orgánica adicionada, etc. En condiciones normales son parrones de alta producción. Algunas de estas características se acentúan si el parrón está sobre un patrón vigorizante. Se debe identifi car las características del parrón y si corresponde a un parrón juvenil la estrategia general de manejo que proponemos es, primero, aplicar muy poco nitrógeno (N), el que incluso hay casos en que puede ser cero. Hemos llegado a situaciones de cero N en particular en la VI Región de Chile. El problema allí es que el agua de los ríos contiene mucho N y los suelos son muy fértiles. En ese caso se debe monitorear de cerca, a través de análisis de reservas (arginina), de hoja, de fruto y de agua, y los niveles deben ser congruentes con los estándares sugeridos para esos análisis. En un parrón juvenil puede ser un ahorro muy mal entendido no hacer los análisis mencionados ya que si no tenemos información no tenemos diagnóstico. Es importante mantener un alto aporte de cationes. Uno de los aspectos fundamentales para domesticar a uno de estos ‘caballos de carrera’ son los cationes. Es lo que mejor nos ha funcionado. Es decir, mantener un alto aporte de potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg) en el suelo y en el follaje. Obviamente que a través de análisis foliares hay que contrastar que la planta está incorporando lo aplicado a sus tejidos y que el N está controlado.
Si el patrón está sobre portainjerto la deficiencia de Mg y el exceso de vigor se puede acentuar ya que la mayoría de los portainjertos tienden a absorber menos Mg. Son muy útiles los productos para Fiebre de Primavera y en especial aquellos para la terminación de la fruta. Una aplicación semanal desde Prepinta por 4 a 6 semanas. Esto es caro pero no hay otra opción.
Hemos logrado avances muy importantes en lo referente a mejoramiento de calidad de fruta cuando hemos trabajado con productos de terminación de fruta (fertilizantes foliares y/o Radiculares – Bioestimulantes). Ojalá que en el mercado existieran muchas opciones de esa calidad las que más que frenar el vigor ayuda a defender la fruta. Ese tipo de productos realmente nos han sacado de problemas complejos en Copiapó, en Elqui, Limarí, Aconcagua, etc.
El factor clave es que las aplicaciones se hagan desde Prepinta. Si están dadas las condiciones: parrón joven, vigoroso, emboscado, con alta productividad, etc., sugerimos utilizar un criterio preventivo y no esperar a que explote la bomba ya que es más rentable actuar de forma preventiva que perder fruta.
Hay que mantener una relación aproximada de 4:1 de K y Mg en el programa nutricional. Es decir, si se aplica 200 unidades de K se debe aplicar 50 unidades de Mg. Por ejemplo, si están aplicando en una Red Globe de alta producción en que todos los análisis indican que falta K y se ven obligados a seguir aplicando pero se dan cuenta de que van en 400 unidades, entonces deben aplicar 100 unidades de Mg. La relación 4:1 ha funcionado bastante bien para evitar deteriorar la absorción de Mg. Es conveniente complementar con aplicaciones foliares para aprovechar todas las posibilidades que ofrece la planta. No solo vía radicular. Se debe aplicar a brotes, en Cuaja, Poscuaja, etc. Todo lo que represente una opción debe ser aprovechado. Lo mismo que con el calcio.
En estas condiciones se debe limitar el uso de N amoniacal ya que por su radio iónico hidratado (ver recuadro) tan pequeño le quita espacio al Mg y al Ca. Incluso compite con el K, pese a que este último también es pequeño. El radio iónico hidratado del K y del amonio hace que compitan mucho mejor por la entrada de la planta que el Ca y el Mg que son cationes divalentes (++) de un tremendo radio iónico. Cuando nos interesa que entre el Mg no se debe aplicar amonio. El Mg es una ayuda importantísima en un parrón juvenil (por Fiebre de Primavera, Palo Negro, etc.). No hay que sacar completamente el amonio del esquema pero se debe ser muy cuidadoso. El N nítrico, en ese caso, es lo que más ayuda. Sugiero una relación 1:1, nítrico: amoniacal, o incluso una relación 3:1 o 2:1. La relación nítrico/amoniacal es por lejos la preferida por la planta, por sobre el nítrico solo o el amoniacal solo. Existen bases fisiológicas bien establecidas que indican que la relación nítrico/amoniacal es siempre más efectiva en particular en las especies de clima templado o templado cálido como lo es la vid. En las etapas vegetativas de la parra la relación no debiera ir más allá de 1:1 e incluso puede ser 2:1. En las etapas de crecimiento de racimo se puede llegar a 3:1 o 4:1. Incluso hay gente que ha probado relaciones de 9:1 y ha funcionado muy bien. Pero le sacan el 1 de amonio y la planta se reciente.
Parrón adulto:
INCLUIR TRATAMIENTOS DE RAÍCES CADA TRES O CUATRO AÑOS
Son parrones de entre 5 y 10 años con raíces y madera con algún síntoma de desgaste, menor producción propia de hormonas de crecimiento. Es un parrón más ‘equilibrado’. Los haces vasculares pueden estar ya en parte obstruidos y el alto vigor se mantiene en las variedades vigorosas (ej. Crimson). En general se observa un menor crecimiento de brotes y menor calidad de cargadores.
Si el parrón está sobre portainjerto la situación general puede ser menos decaída. Pero si es un parrón franco, de alta producción acumulada y ambiente adverso, puede presentar un cuadro más severo de desgaste e incluso ya haber pasado a la categoríade geriátrico.
La situación sobre portainjerto todavía no la tenemos clara porque en Chile los parrones más viejos sobre patrones no deben tener más de 7-8 años y todavía no conocemos su madurez ni su vejez. Suponemos que debiera ser mejor que franco por su mayor capacidad radicular.
El plan nutricional para este tipo de parrones debe incluir tratamientos de raíces cada tres o cuatro años. Hay que intervenir el sistema radicular porque dependiendo de lo que haya sufrido, por ejemplo si ha sufrido presión de nematodos o estrés por riego (asfi xia y compactación) es muy importante hacer una puesta al día del sistema radicular. En algunos casos se va a necesitar un subsolado y no se va a justificar el enraizante ya que cuando el suelo está compactado no tiene sentido aplicar un enraizante. El enraizante es un regulador de crecimiento auxínico que va a funcionar si la planta se encuentra en condiciones ambientales de poder responder.
En estos parrones hay que hacer un muy buen diagnóstico radicular cada tres o cuatro años en base a calicatas y un listado de los distintos cuarteles en escala de 1 a 5. En algunos casos se requerirá de subsolado, en otros solo un cincel y quizás un rastraje con reacamellonado e incorporación de materia orgánica, y en otros un golpe de auxinas para revitalizar. Antes de seguir aplicando fertilizantes debemos asegurarnos de que los sistemas radiculares están operativos y que las parras van a absorber los fertilizantes. Con sistemas radiculares dañados no solo se tiene mala absorción de nutrientes sin que además un problema de producción natural de fi hormonas. No podemos darnos el lujo de que desaparezcan las hormonas naturales de la planta porque nos hacemos cada vez más dependientes de las hormonas sintéticas. Entre otros inconvenientes: pérdida de color, adelgazamiento de cutícula, aumento de craking, dificultad en la maduración de las bayas, etc. Entonces, no solo debemos mejorar el sistema radicular para mejorar la absorción sino que debemos hacerlo para mantener una alta producción de citoquinina y giberelina. El aporte de N debe ser según la producción y si el parrón manifiesta decaimiento se debe complementar con el uso de aminoácidos (AA) vía riego y vía foliar. En el mercado hay muy buenos AA y aplicarlos vía riego ha funcionado bien en parrones que empiezan a mostrar decaimiento. Pero si, como ocurre en algunos casos, todavía hay exceso de vigor, el uso de N debe ser mínimo y la clave es monitorear de forma permanente vía análisis de arginina, foliar, de agua y especialmente de fruto.
Los cationes deben mantenerse altos mediante aplicaciones foliares y por riego. Normalmente la suma del K, Mg y Ca aplicado debe superar las 350 a 400 unidades/ha en parrones de sobre 2.500 cajas (de 8,2 kilos). Ese es un primer indicio. Cuando la suma total es de menos de 200 o 250 la situación
es frágil, sobre todo en parrones de alta producción. La relación K/Mg debe ser de 4:1 y normalmente el calcio no debe bajar de las 50-60 unidades. La ventana para aplicar Ca se abre en el corto período que va de Flor a Cuaja o hasta baya de 4 mm. Luego se cierra esa ventana.
Si en la fruta hay síntomas de Palo Negro, Baya Blanda o problemas de Materia Seca el uso de foliares para terminación de fruta es esencial de Prepinta en adelante. Son una gran ayuda, no solo para evitar Palo Negro, sino que también para mejorar la terminación de la fruta. En muchos parrones no hemos esperado a que aparezca el síntoma y hemos comenzado en Prepinta aplicando por 4 a 5 semanas logrando mucho mejor fruta.
Parrón geriátrico:
ES ESENCIAL LA APLICACIÓN DE AMINOÁCIDOS (AA) VÍA RIEGO
Esta es quizás una de las situaciones más desafiantes. Normalmente los parrones geriátricos superan los 10 años de edad y sus raíces presentan muy claros síntomas de desgaste. Se tiene muy baja población de raíces y producción propia de hormonas de crecimiento. Esto implica un costo enorme ya que signifi ca que hay que aplicar hormonas al follaje del parrón. Los haces vasculares están obstruidos, presenta posible enrollamiento clorótico, un vigor claramente menor, menor crecimiento de brotes, cargadores débiles a muy débiles, fruta alejada de la corona, deficiencias nutricionales acumuladas y baja productividad. Si en el parrón adulto se requería de un buen diagnóstico en este caso con mayor razón. Si el diagnóstico así lo determina que es lo más probable, será necesario un mejoramiento intensivo del sistema radicular y del sistema vascular, en lo que pueden ayudar productos tales como los fosfitos de potasio. La estrategia foliar debe incluir hormonas naturales junto a AA y micronutrientes a nivel de corrección. Es necesario monitorear a fondo la planta (arginina, foliar, raíces y frutos).
Los programas de poscosecha y de producción deben ser muy completos, equilibrados e intensivos. Estos parrones requieren de mucha ayuda para recuperarse pero en la mayoría de los casos se pueden recuperar. En estos casos es esencial la aplicación de AA vía riego, técnica con la que se obtienen muy buenos resultados. La disponibilidad de AA, que va a implicar brotes, largo de brotes, buenas hojas y buenos racimos, disminuye el costo energético que significa la construcción de tejidos y estos parrones presentan reservas de energía muy bajas. Es un ahorro de energía y de tiempo, muy importante cuando se está en ambientes adversos en términos climáticos.
Se debe mantener una alta presión de cationes a nivel foliar, en especial de Mg, y de productos foliares para terminación de fruta. Además, si es posible, se debe evitar el anillado. Sin duda que el daño que provoca el anillado en las raíces de un parrón geriátrico es mucho más signifi cativo que en un parrón joven.
CONSIDERACIONES PARA LA ZONA NORTE DE CHILE
De Brotación a Prefl or:
En esta zona los brotes han sido forzados con cianamida y enfrentan bajas temperaturas y muchas veces viento. Su metabolismo basal es bastante bajo y el volumen de raíces que acompaña al brote es mínimo o puede ser inexistente. Por esto el plan de nutrición es foliar. Se sugiere realizar aplicaciones semanales de dos grupos de productos.
Grupo 1: aminoácidos, extractos de algas y multiminerales. Grupo 2: zinc (Zn) y Mg. No se puede hacer una mezcla de cinco productos por el riesgo de ‘russetiar’ o de romper hojas. Por esto es mejor separarlos en dos grupos. Podría ser necesaria la aplicación semanal de hierro foliar en dosis bajas si se trabaja con una variedad susceptible o se enfrenta un foco de clorosis férrica.
En esta etapa es muy importante el control del frío y del viento (mallas y cortinas) ya que no hay plan nutricional que supere esa limitante. Los mismos programas nutricionales que funcionan fantástico en sectores sin viento y por ende con menos frío, en sectores ventosos dejan brotes cortos que no sirven para nada. Las plantas recién reaccionan cuando pasa el viento y el frío.
De Flor a Cuaja/Pinta:
Los brotes ya han crecido algo e idealmente se tendrán brotes de 80, 100 o 120 cm.
En Flor/Cuaja se debe frenar el uso de hormonas naturales (extractos de algas) pero se continúa con Zn, Mg, AA, micronutrientes y eventualmente hierro. Todo vía foliar.
Se retiran las hormonas pero se sigue apoyando al brote para que crezca. Además se incorpora el Ca foliar. El Zn y Mg fl oables, así como el hierro EDDHA, solo pueden ser usados hasta fi n de Cuaja. Como se puede tener bayas de 4 mm hay que empezar a cortar los floables para evitar manchar la fruta.
Se inicia el plan intensivo de aporte de cationes y como a esta altura el sistema radicular ya debiera estar operativo el aporte puede ser vía riego así como la aplicación de N mineral y de fosfato.
En variedades precoces o en las que desde pinta se restringe el riego por riesgo de partidura es clave reforzar los nutrientes porque después hay poco tiempo para inyectar nutrientes (Flame e incluso Superior). En Prepinta se inicia la aceleración con sulfato de magnesio vía suelo y foliar para evitar Palo Negro.
De Pinta a Cosecha:
En esta etapa se trabaja para terminar la fruta. El aporte de N debe ser cero así como el de AA. En esta etapa se hace el aporte mayoritario de la temporada de K y Mg vía suelo y eventualmente foliar. Se mantiene la relación 4:1 (K:Mg) pero la proporción puede cambiar si aparece Palo Negro ya que se han obtenido muy buenos resultados con golpes de 50 kg/ha de sulfato de magnesio. El riego debe ser muy preciso para ganar calibre y peso pero evitando la partidura y ablandamiento excesivo. No se debe sobre regar ni menos subirrigar por lo que se debe ser muy fi no en el monitoreo del riego. El boro pasa a ser un nutriente clave en la terminación y calidad de la fruta, en especial en zonas en que este elemento no es abundante. Se debe acelerar el uso de foliares que eviten el Palo Negro y fruta débil.
CONSIDERACIONES PARA LAZONA CENTRO SUR DE CHILE
De Brotación a Preflor:
En la mayoría de los casos no se utiliza cianamida por lo que la brotación se inicia en un ambiente frío pero natural para las plantas. Si la primavera es fría el metabolismo es menor y se pueden enfrentar problemas de crecimiento de brotes. Pero si la primavera es cálida y los crecimientos son normales, las raíces activas no son aún suficientes, por lo que el aporte foliares muy relevante. Se sugiere hacer aplicaciones desde brotes de 10-15 cm, cada 10 a 15 días, en dos grupos. Grupo 1: AA, minerales y extractos de algas y Grupo 2: Zn y Mg. La meta es obtener brotes mayores a 1 m a Floración. Se comienza lentamente la aplicación de nutrientes vía riego y en esta etapa puede aparecer Fiebre de Primavera.
Ante Fiebre de Primavera la recomendación es no regar (ya que el riego baja la temperatura del suelo), no aplicar AA (fuente de N) y no deshojar. Por otro lado lo que sí se debe hacer es aplicar Mg, extractos de algas y Zn.
De Flor/Cuaja a Pinta:
Es un período en que la curva de extracción de nutrientes cambia de pendiente y los brotes ya se han elongado. Se debe detener el uso de hormonas naturales hasta que termine la Cuaja pero se continúa con las aplicaciones de Zn, Mg, AA (si no hay Fiebre de Primavera) –y se agrega el Ca-. Todo vía foliar.
Se puede utilizar Zn y Mg floables hasta fin de Cuaja. Se inicia el plan intensivo de cationes vía riego y el uso de N mineral y de fosfato. En variedades precoces o en las que se debe restringir el riego por riesgo de partiduras es clave reforzar el K porque luego hay poco tiempo para inyectarlo (Flame y Superior). En parrones con exceso de vigor se debe frenar el N en todas sus formas y mantener con luz el parrón (ej. Crimson).
De Pinta a Cosecha:
En esta etapa se debe dar calibre y terminación a la fruta. Se sugiere cero aporte de N (incluido AA) y en esta etapa se hacen los mayores aportes de la temporada de K y Mg vía foliar y vía riego. El riego debe ser muy preciso para ganar calibre y peso y evitar partidura. En la zona sur el boro pasa a ser un nutriente estratégico en la terminación y calidad de la fruta. Se debe acelerar el uso de foliares que eviten Palo Negro y fruta débil.
POSCOSECHA, LAS PLANTAS NO DEBEN SUFRIR DURANTE LAS ‘VACACIONES DEL PARRÓN’
Todos los ensayos, muchos realizados en California, indican que el riego de poscosecha es más importante que la fertilización de poscosecha. Es frecuente que en la zona norte, en las distintas variedades, el riego se diminuya en poscosecha. Pero muchas veces coincide la disminución de riego con el aumento de la temperatura y la evaporación de bandeja, con lo que se provoca una alta presión de sales. En esas circunstancias las sales -cloro, sodio y así mismo boro- comienzan a subir. Esto afecta en especial a las variedades tempranas tales como Prime, Perlette e incluso Flame, todas las cuales se cosechan de noviembre a diciembre en la zona norte y deben soportar dos meses de máxima evapotranspiración. Esto se traduce en una entrada masiva de sales a los tejidos, deshidratación, quemazón de hojas e inmediata pérdida de potencial productivo. Una vez que termina la cosecha se produce la diferenciación de yemas y si esto ocurre en un ambiente de estrés salino qué se puede esperar a la temporada siguiente.
En términos nutricionales la poscosecha se debe defi nir al integrar los análisis foliares de Pinta, la producción obtenida, el vigor remanente, la edad y el estado del sistema radicular. Puede ser necesario aplicar enraizantes antes que nutrientes. En variedades tempranas normalmente se debe comenzar la poscosecha a más tardar 1 mes después de cosecha y en variedades intermedias (Superior, Thomson) y especialmente tardías (Red Globe, A. Royal, Crimson) se debe considerar como tope el mes de marzo para encontrar raíces activas que absorban los fertilizantes. Los nutrientes no llegan de forma directa a la fruta vía xilema luego de Pinta por lo que la calidad de la fruta está fuera de riesgo. Aplicaciones de abril o mayo, especialmente en otoños fríos, se traducen en pérdidas importantes de efi ciencia en el uso de nutrientes.
Una consideración clave es la descarga temprana de los parrones en poscosecha en especial en variedades de cosecha lenta tales como Red Globe. Esto puesto que la fruta remanente, incluidos los pámpanos, continúa recibiendo azúcar de la planta, la que como buena madre los alimenta hasta que todos los racimos han sido cosechados.