Buscando seguir el ejemplo de México, que tiene el 90% de sus 12 mil hectáreas de arándanos en contenedores y bajo micro túneles, Perú está instalando gran parte de su nueva superficie del berry azul en maceta, apuntando a grandes rendimientos y rentabilidades en un corto periodo de tiempo. La historia completa se encuentra en el artículo “El futuro del arándano se construye en maceta”, que da nombre a esta edición de la revista.

Cada vez son más las propiedades que se conocen del arándano: antioxidante, antiinflamatorio, inmunoestimulante, antiséptico y muchas otras más convierten a la pequeña baya azul en un alimento altamente cotizado. Sebastián Ochoa, asesor internacional especialista en arándanos, advierte que las plantaciones de este fruto se están instalando “en cualquier latitud del mundo”, lo que puede provocar que la oferta de esta fruta haga colapsar el mercado.

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Como cada vez son más los productores que se suman al cultivo del arándano, diferenciarse es fundamental para mantenerse competitivos. En Agualima, agroexportadora son sede en Lima, están enfocados en el recambio varietal antes del aumento de superficie plantada. “El recambio genético es una necesidad imperiosa, porque los consumidores y compradores están pidiendo unas características en el arándano que solo la nueva genética te puede dar”, comenta Juan Enrique Pendavis, director comercial de la empresa.

El uso de bioinsumos o productos biológicos para estimular los cultivos o hacer un manejo y control de plagas y enfermedades toma cada vez más fuerza y Latinoamérica no se queda atrás, siendo el principal foco de crecimiento de este sector. Se proyecta que para 2025, solo el mercado de biocontrol alcance los US$1.800 millones y crezca por sobre los US$3.400 millones en 2029. Los detalles de esta historia se pueden leer en “La revolución biológica toma fuerza en los campos de América Latina”.

La nueva edición también cuenta con una entrevista a Benjamín Cillóniz, gerente general de Safco, compañía dedicada a la producción, empaque y comercialización de frutas frescas. En ella, explica que están saliendo de las variedades que no tengan el potencial mínimo productivo. “También estamos saliéndonos de variedades que no nos puedan ofrecer un calibre mínimo (…), que, si bien tienen una demanda hoy en día, no lo veo sostenible”, comenta Cillóniz.

También se pueden encontrar en la revista artículos sobre la apuesta de Corporación Abregú con la pitahaya y el caqui en el norte chico, las plantas clonales de Westfalia Fruit Colombia y una infografía sobre la actualidad de las bananas.